Historia de América Contemporánea. Control de lectura
Enviado por Joako Silva • 1 de Mayo de 2022 • Examen • 1.814 Palabras (8 Páginas) • 133 Visitas
[pic 1] | . FACULTAD DE HISTORIA, GEOGRAFÍA Y LETRAS DEPARTAMENTO DE HISTORIA Y GEOGRAFIA |
Curso: Historia de América Contemporánea
Profesor: Tomás Cornejo
Estudiante: Javiera Serrano Andía
Control de lectura
Como consecuencia de la crisis de 1929, los países latinoamericanos se vieron afectados por la disminución de los ingresos de los gobiernos, ya que estos estaban sujetos al pago de impuestos que realizaban las empresas exportadoras. De la mano con lo anterior, hubo una baja en los precios de sus productos exportados, debido a la disminución de la demanda. Esto provocó altos niveles cesantía en los diversos países de la región, así como también dificultad para la importación de productos. En el caso particular de Argentina, a pesar de que como país pudieron aminorar el impacto tan potente de la crisis por un tratado realizado con Gran Bretaña (pacto Roca-Runciman), la baja en los precios de sus productos exportados les afectó de todas formas (Del Pozo, 2009).
Posterior a lo ya mencionado, la región latinoamericana en la década de 1930 avanzó hacia una superación de la crisis, explicado en la mayoría de los casos por la expansión de la industria, aunque con la particularidad de que fue en la lógica de un desarrollo “hacia adentro”. De todas maneras, el progreso de la industrialización se presentó de manera desigual en América Latina, concentrándose en México, Brasil y Argentina, en donde tenían lugar grandes industrias especializadas (Del Pozo, 2009).
Una de las consecuencias de la industrialización, según Del Pozo (2009), fue el crecimiento de la población urbana. Se consolida así como una de las tendencias demográficas de la época, debido a la migración campo-ciudad, siendo un movimiento motivado por el nuevo estilo de vida que se estaba gestando en las ciudades, así como también por las condiciones económicas y sociales de esos lugares. De esta manera crecen las grandes ciudades, lo cual se reforzó con bastante fuerza luego de la década del 1930. Ya hacia 1950 había cuatro países en donde la población había pasado a ser mayoritariamente urbana: Uruguay, Argentina, Chile y Venezuela.
En términos políticos, se puede establecer que un cambio relevante tiene que ver con la incorporación de las masas a la arena política, dejando de lado la hegemonía oligárquica en esta área. Así, en distintos países de Sudamérica, surgen “partidos políticos que propiciaban programas antioligárquicos, proponiendo a veces cambios sociales y económicos de fondo” (Del Pozo, 2009, p. 78). Esta es la descripción de los denominados populismos, como lo fue el peronismo en Argentina o la figura de Vargas en Brasil. En ambos casos, según Del Pozo (2009), se contaba con un líder carismático, una oposición clara a la oligarquía, acercamientos a discursos nacionalistas, la promoción del desarrollo industrial, el llamamiento a las masas y la implementación de políticas que apuntaban a sectores que no habían sido considerados con anterioridad. Estas experiencias políticas, sumadas a las expresiones del socialismo y el comunismo, como las de Cuba y Chile, empiezan a disputar el poder de la oligarquía, la cual pierde gran parte de su control en Sudamérica.
Lo anteriormente expuesto, en relación con los cambios políticos y económicos en América Latina en la primera mitad del siglo XX, es un insumo para comprender lo ocurrido en Argentina, en donde las transformaciones ya mencionadas ayudan a comprender un fenómeno en particular: el papel de la cultura del consumo en los roles de género (Milanesio, 2020). Pero antes, es importante adentrarnos en el contexto político del país, el cual desde la década de 1930 se encontraba frente a un escenario de inestabilidad política importante. El derrocamiento de Yrigoyen por un golpe de estado que acusaba al mandatario de corrupto y tener una excesiva tolerancia hacia los obreros, dio paso a la denominada década infame, la cual trajo consigo el desprestigio del sistema electoral de Argentina (Del Pozo, 2009).
Es en junio de 1943 que tiene lugar otro golpe de estado de la mano del ejército, con militares organizados en torno al Grupo de Oficiales Unidos (GOU), en el cual se encontraba Juan Perón, quien es elegido como presidente de la República en 1946, dada su amplia popularidad entre las y los trabajadores, asociada a su previo desempeño como Ministro del Trabajo (Del Pozo, 2009).
Debido a su reelección, termina gobernando entre 1946 y 1955, siendo Eva Perón uno de los pilares de periodo presidencial. Como ya se mencionó, Juan Perón encarna uno de los diversos populismos que tuvieron lugar en América Latina. Se puede apreciar lo anteriormente expuesto en uno de los discursos emitidos el año antes de ser electo presidente, en donde declara que “¡Fijamos nuestra posición incorruptible e indomable frente a la oligarquía! Pensamos que los trabajadores deben confiar en sí mismos y recordar que la emancipación de la clase obrera está en el obrero mismo” (Juan Perón citado en Porto, 2020). Se desprende desde ahí el posicionamiento antioligárquico y el cómo se dirige a la clase obrera, sector que en gobiernos anteriores no había sido considerado. Un eje central, que se podría denominar una de las claves de su éxito, es la relación que entabló con las y los trabajadores. Durante su mandato se concedieron alzas en los salarios y espacios de fortalecimiento de los sindicatos, aunque todo esto se sustentaba en la subordinación de la Central General de Trabajadores (CGT) a las ideas y lógicas del gobierno (Del Pozo, 2009).
De acuerdo con Milanesio (2020), durante el primer peronismo habría tenido lugar una expansión social del mercado de consumo. Las y los trabajadores argentinos piensan que las condiciones de mejores estándares de vida, aumento en los salarios, el acceso al mundo del entretenimiento y el alto nivel de consumo, estaban directamente relacionadas con la figura de Perón y su gobierno. Mas, las condiciones de escasez de productos como alimentos y combustibles, así como las largas filas y esperas en los comercios, condiciones que también se dieron en la época de Perón, no forman parte de la interpretación o las memorias de quienes le brindaron su testimonio a Milanesio (2020).
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