Historia de bronce

Historia antigua Historia crítica Historia de bronce Historia científica

Escoge los hechos que afectan al corazón, que caen en la categoría de emotivos o poéticos. No le importan las relaciones casuales ni ningún tipo de generalización.

Se complace con un orden espacio temporal de los acontecimientos; reparte anécdotas en series temporales (años, decenios, siglos, y diversas formas de periodos) y en series geográficas (aldeas, ciudades, provincias, países o continentes).

Según Nietzsche “la historia anticuaria o antigua impide la decisión a favor de lo que es nuevo, paraliza al hombre de acción se rebelaría siempre contra cualquier clase de piedad”. Se trata de una historia que se dirige al corazón aunque únicamente para inyectarle rencor o ponerlo en ascuas. Se puede definir como conocimiento activo del pasado, saber que se traduce muy fácilmente en acción destructora.

Descubre el origen humano, puramente humano de instituciones y creencias que conviene proscribir pero que se oponen al destierro por creárseles de origen divino o de ley natural. Se puede decir que es la historia desenterradora de traumas, maltratos, horrores, rudezas, barbaries, da a los caudillos revolucionarios argumentos para su acción transformadora; busca el ambicioso fin de destruir para luego rehacer; es para cualquier sufriente un fermento liberador. A esta especie histórica se le puede definir “maestra de la vida”. Recoge .os acontecimientos que suelen celebrarse en fiestas patrias, en el culto religioso, y en el seno de instituciones se ocupa de hombres de estatura extraordinaria (gobernantes, santos, sabios y caudillos); presenta los hechos desligados de causas, como simples monumentos dignos de imitación. Es la historia que se imparte en las aulas y la preferida de los gobiernos.

La historia de bronce nos permite despegarnos de la estrechez de nuestra caduca temporalidad originaria y darnos a participar con los mejores espíritus de aquellas cosas que son inmensas y eternales. Esta historia busca parecerse a las ciencias sistemáticas del hombre: la economía, la sociología, la ciencia política… si las demás analizan hechos particulares, esta busca los acaseres genéricos. La historia científica es cada vez una mejor sirviente de las ciencias sistemáticas del hombre, de la economía, de la ciencia política, etc. Ayuda a conocer nuestra situación actual y en esta forma a orientar su inmediata acción futura.

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