Historía Del SERNAM

SERVICIO NACIONAL DE LA MUJER (SERNAM)

El Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM) es un organismo creado por el Gobierno de Chile para promover la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y fue creado por la Ley N° 19.023, publicada el 3 de enero del año 1991.

La creación del SERNAM es producto de la recuperación de la democracia y de la participación política y social de las mujeres. Esta institución recoge la trayectoria de las chilenas en sus esfuerzos por conquistar el derecho a voto, el acceso a la educación, al trabajo remunerado y a una relación de equidad al interior de la familia y la pareja.

La creación del SERNAM se debe a un cumplimiento por parte de los gobiernos democráticos de los compromisos internacionales contraídos por Chile al ratificar la Convención de Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y suscribir otros acuerdos que recomiendan a los países que organismos de alto nivel se encarguen de impulsar el progreso de las mujeres.

La demanda organizada de contar en democracia con un organismo del Estado que se preocupara de promover políticas públicas de igualdad entre mujeres y hombres.

Este servicio se enfoca mayoritariamente en las mujeres mayores de 18 años que sufren violencia intrafamiliar o violencia sexual, además de incorporar a sus hijos y vinculo cercano a la persona.

ANTECEDENTES HISTORICOS

Como se destacó anteriormente, es necesario exponer los antecedentes históricos que sirven de base a la creación del Servicio Nacional de la Mujer, junto con entender el rol de la mujer dentro de nuestra sociedad. Durante el siglo pasado, la mujer fue sistemáticamente empoderándose; primero con el derecho a sufragar en elecciones en 1935 en elecciones municipales, en 1949 para elecciones presidenciales y parlamentarias, estando finalmente en 1970 a la par de los hombres en este ámbito. Pero con la llegada de la dictadura, sobrevino una desactivación de la política en sí, donde el rol de la mujer fue relegado de forma notoria. Kathya Araujo, al respecto nos señala que “durante el comienzo del régimen militar, el grado de represión es sumamente alto, por lo que las mujeres y la población en general “…se enfrenta a la violencia en sus diversas expresiones: atentados a la integridad física, persecuciones, autoritarismo, arbitrariedad, desempleo o pobreza, pérdida de espacios sociales de referencia.” (Araujo, 2000, pág. 135).

Es así como organizaciones como la Vicaría de la Solidaridad y la Academia de Humanismo Cristiano van buscando restablecer en parte la integridad social, sirviendo de alero a quienes sufrían las consecuencias de la violencia ejercida por la dictadura, produciendo una serie de actividades que propendieran al encuentro de personas que provengan de sectores populares. Aquí son las mujeres las que poseen un grado mayor de participación, y las organizaciones “…se impregnan de las características de las experiencias de vida de estas mujeres y se adaptan en forma más flexible a sus ritmos […]. En ellas las mujeres discuten temas que se refieren no sólo a su represión y a la violencia política, sino también a su vida diaria. (Araujo, 2000, pág. 136). Como vemos, la mujer va tomando un rol cada vez más preponderante a la hora de ir generando lazos y vínculos al amparo de estas organizaciones sociales, y a la vez, discutiendo y creando debate en torno a la situación que estaba viviendo.

Sin embargo, existía una tendencia a la discusión sobre otros temas como la violencia doméstica, y faltaba un grado de concientización respecto a la sociedad paternalista en que estaban inmersas, y la preponderancia que existía del rol masculino dentro del ámbito de lo público. Por ende, la creación del Círculo de Estudios sobre la condición de la mujer, fundado por mujeres vinculadas a sectores de izquierda, de orígenes populares y defensoras de los derechos humanos en el año 1977, viene a cumplir la tarea de lograr profundizar dentro de la mujer “…una gran sensibilidad frente a la situación de subordinación y desventaja de las mujeres, y su interés por abrirse a las nuevas ideas que reinterpretan las relaciones entre los sexos.” (Araujo, 2000, pág. 136). Esto, debido al surgimiento en el extranjero de movimientos feministas con gran fuerza, que entre otras cosas, rechazaba enérgicamente el régimen autoritario imperante en Chile.

En la década de los ochenta, el surgimiento de nuevas ONG feministas va impulsando dentro de los nuevos, aunque limitados espacios políticos brindados por la dictadura, la difusión de ideas que vayan a combatir la desigualdad de género imperante. Un hecho fundamental es la conformación de la Concertación de Mujeres por la Democracia en el año 1988, que integrará tanto a mujeres profesionales como a las que provienen de sectores populares. Este conglomerado es el que impulsará posteriormente una institucionalización del problema de la desigualdad de género a través del Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM).

EL SERNAM ACTUAL

Este es un servicio público Chileno, funcionalmente descentralizado, dotado de personalidad jurídica que tiene relación con el poder ejecutivo mediante el ministerio de desarrollo social. Su creación fue mediante la Ley 19.023, el 3 de enero de 1991. En el año 2000 puso en marcha los Centros de Atención Integral y Prevención en Violencia Intrafamiliar que se encuentran a lo largo del país, a partir del año 2005 los centros mencionados anteriormente son llamados Centros de la Mujer, que mantienen la misma finalidad y objetivos. Actualmente existen 969 centros distribuidos a lo largo de las 15 regiones del país, cuya finalidad es lograr más y mejores oportunidades para todas las mujeres a nivel nacional. Actualmente Claudia Pascual Grau es la Ministra Directora del SERNAM y Gloria Maira Vargas es la Subdirectora, y juntas se propusieron al comienzo lograr la igualdad social, económica y cultural entre hombres y mujeres.

MISIÓN Y VISIÓN:

La misión actual del SERNAM es “Diseñar, proponer y coordinar políticas, planes, medidas y reformas legales, a través y en conjunto con los distintos ministerios y servicios, conducentes a garantizar la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, visibilizando las brechas existentes e incorporando en la agenda pública las problemáticas que afectan a la mujer y la familia.”

Mientras que la visión de este servicio es el Enfoque de género instalado en las políticas públicas y sociales: Se trabaja en el desarrollo de iniciativas orientadas a la transversalización del enfoque de género en el quehacer del Estado, mediante el seguimiento de los compromisos del Plan de Igualdad de Oportunidades entre hombres y mujeres,

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