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Hobes y Locked


Enviado por   •  24 de Abril de 2016  •  Trabajo  •  2.409 Palabras (10 Páginas)  •  270 Visitas

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Del estado de naturaleza al gobierno civil: Una comparativa de las teorías sobre el origen del Estado moderno en Hobbes y Locke

Estado de naturaleza, derecho y ley naturales son nociones centrales que utilizan Hobbes y Locke para desarrollar una teoría sobre la formación del gobierno civil, sin embargo, es justamente en la manera de concebir cada una de estas ideas donde se pueden ubicar las grandes diferencias entre las dos teoría propuestas.

Así, en la primera parte de este trabajo se hacen explícitas las diferencias sustanciales que cada una de estas nociones tiene en cada autor. En un segundo apartado se habla de las bases que cada autor utiliza para justificar el abandono del estado de naturaleza para crear un gobierno civil. En un tercer apartado se ubican los peligros que enfrenta dicho gobierno a la hora de enfrentarse a los cambios y, en última instancia, se exponen las razones por las cuales puede disolverse y, a juicio de los autores, las maneras en que se puede recobrar el orden. Finalmente, se exponen algunas conclusiones.

I. Estado de naturaleza, derecho y ley naturales

En ambos autores el surgimiento del gobierno civil parte de abandonar el estado de naturaleza, no obstante, por distintas razones. Para Hobbes es importante hacer la distinción entre derecho de naturaleza (ius naturale) y ley de naturaleza (lex naturalis), toda vez que, de acuerdo con el autor, ambas nociones discrepan a la hora de referirse a una misma materia. Por un lado el derecho natural se basa en la “ausencia de impedimentos externos” para hacer o no hacer algo, mientras que la ley natural obliga a realizar una u otra cosa. Es este sentido, la ley de naturaleza “es un precepto o norma general, establecida por la razón, en virtud de la cual se prohíbe a un hombre hacer lo que puede destruir su vida  o privarle de los medios para conservarla” (Hobbes, 2007: 128).

De este modo, dada la igualdad de las condiciones naturales del hombre en cuanto a cuerpo (fuerza) y espíritu (intelecto) –de ahí las causas principales de discordia: competencia, desconfianza y gloria- es posible que todos los hombres aspiren a obtener las mismas cosas. Por tanto, “[…] si dos hombres desean la misma cosa, y en modo alguno pueden disfrutarla ambos, se vuelven enemigos, y […] [por ello tratarán] de aniquilarse o sojuzgarse uno a otro” (Hobbes, 2007: 123). Así, es posible que un hombre pueda arrebatarle algo a otro siempre y cuando tenga más fuerza o astucia o se alíe con otros para tal propósito, sin embargo, el que arrebata también está en peligro de perder lo propio y lo arrebatado. Esta incertidumbre ocasiona que el hombre trate de anticiparse a los hechos dominando o arrebatando primero, hasta que sienta que ha acabado con todas la amenazas posibles.Como afirma Hobbes, “con todo ello es manifiesto que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que lo atemorice a todos, se haya en la condición o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos” (Hobbes, 2007:125). Y aún más, en la guerra de todos contra todos “nada puede ser injusto. Las nociones de derecho e ilegalidad, justicia e injusticia están fuera de lugar. Donde no hay poder común, la ley no existe: donde no hay ley, no hay justicia” (Hobbes, 2007: 127)

Esta enemistad entre los hombres, que puede alargarse infinitamente, genera una situación en la que “no existe oportunidad para la industria, ya que su fruto es incierto; por consiguiente no hay cultivo de la tierra, ni navegación […] ni artes, ni letras, ni sociedad; y, lo que es peor de todo, existe continuo temor y peligro de muerte violenta… (Hobbes, 2007: 125).  

 Por su parte, para Locke el estado de naturaleza del hombre es completamente distinto, puesto que lo concibe como “[…] un estado de perfecta libertad para ordenar sus acciones y disponer de sus posesiones y personas como les parezca adecuado, dentro de los límites de la ley de la naturaleza, sin pedir permiso o depender de la voluntad de ningún otro hombre” (Locke, 2002: 9). Del mismo modo, asume que en este estado la igualdad -a diferencia de Hobbes- no es la posibilidad de tenerlo todo sino el hecho de tener lo suficiente o, en todo caso, no tener más que otros (Locke, 2002: 9).

Del mismo modo que en Hobbes,  para Locke la formación de un cuerpo político se deriva de un acto voluntario ya que “[…] no todo pacto pone fin al estado de naturaleza entre los hombres, sino sólo aquel en el que acceden por mutuo acuerdo a entrar en comunidad y formar un cuerpo político” (Locke, 2002: 16). Sin embargo, el estado de naturaleza que imagina Locke no es tan terrible como en Hobbes, puesto que el formar parte de una sociedad política es una decisión a la que los hombres llegan naturalmente, porque desean un bien mayor al que el estado de naturaleza les proporciona.

Para Hobbes es distinto, ya que el miedo a la muerte violenta se convierte en el principio fundador del orden racional de la sociedad, puesto que mientras persista el “[…] derecho natural de cada uno con respecto a todas las cosas, no puede haber seguridad para nadie” (Hobbes, 2007: 129). La diferencia en este autor radica en que mientras la razón hace que los hombres busquen la paz -siempre y cuando crean que es posible alcanzarla- la misma razón les lleva, una vez que renuncian a tal posibilidad, a aprovecharse de la guerra y tratar de defender por todos los medios su vida.  

Asimismo, de acuerdo con Hobbes, de lo anterior se desprende otra ley natural que consiste en “[…] que uno acceda, si los demás consienten también, y mientras se considere necesario para la paz y la defensa de sí mismo, a renunciar este derecho a todas las cosas y a satisfacerse con la misma libertad, frente a los demás hombres, que les sea concedida a los demás con respecto a él mismo” (Hobbes, 2007:129). En este sentido, el autor plantea que existen dos formas de ceder un derecho: por renunciación o por transferencia.

Para Locke el hecho de abandonar el estado de naturaleza y aceptar someterse a un poder político significa que se ha realizado un acuerdo con otros hombres “[…] a fin de unirse en una comunidad para vivir cómodos, seguros y en paz los unos con los otros, en un sereno disfrute de sus propiedades y protegidos contra cualquiera que no forme parte de ella” (Locke, 2002: 70). No obstante, aunque para Locke en el estado de naturaleza no existe una amenaza permanente de perder la vida, como en el caso de Hobbes, este no puede ser estable toda vez que, según el autor, existen tres razones por las que el estado de naturaleza no se puede mantener: 1) ausencia de una ley común; 2) no hay un juez parcial que dirima los conflictos y 3) no existe una entidad que aplique las sanciones (Locke, 2002: 90). Por tanto “[…] los inconvenientes a los que están expuestos por el ejercicio irregular e incierto del poder […] hacen que busquen protección bajo las leyes establecidas del gobierno […] Esto es lo que hace que estén tan dispuestos a delegar su poder individual de castigar, a fin de que lo ejerza sólo aquel que entre ellos designen para hacerlo y según las reglas que la comunidad…” (Locke, 2002: 90-91). En este sentido, Para Hobbes “[…] el motivo y fin por el cual se establece esta renuncia y transferencia de derecho no es otro sino la seguridad de una persona humana, en su vida, y en los modos de conservar esta en forma que no sea gravosa” (Hobbes, 2007:131). Así, para ambos autores, por las distintas razones que se han mencionado arriba, el transferir voluntariamente un derecho es lo que se denomina contrato.

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