Iluminati
Enviado por danielparra324 • 22 de Noviembre de 2011 • 3.585 Palabras (15 Páginas) • 566 Visitas
El profesor de derecho eclesiástico y filosofía práctica de la universidad de Ingolstadt, Baviera, Adam Weishaupt (1748-1830), fundó el primero de mayo de 1776 con dos alumnos suyos la «Asociación de los perfectibilistas» („Bund der Perfektibilisten” en el orig. al., comp. de "Bund", 'Asociación' y un deriv. del lat. perfectibilis, 'perfeccionable'). Como símbolo de la organización eligió el mochuelo de Minerva, la diosa romana de la sabiduría.
De trasfondo se encontraba el clima intelectual universitario, prácticamente dominado por los jesuitas, orden disuelta tres años antes. Weishaupt, con veintiocho años, era el único profesor de Ingolstadt sin pasado en la Compañía y se encontraba correspondientemente aislado del cuerpo docente, también debido a su entusiasmo por las ideas ilustradas. Para ofrecer protección a los alumnos de las intrigas jesuíticas, que presuponía por todas partes, pero sobre todo, para proporcionarles acceso a literatura crítica eclesiástica contemporánea, fundó la «Asociación de sabiduría secreta», en cuyos comienzos no era más que un círculo de lectores anticlericales de un máximo de veinte miembros. Aparte de esto, el fundador vio en la Orden de la Rosacruz, una orden mística espiritual perteneciente a la masonería, que consideraba un mal siempre creciente y que debía combatirse. Weishaupt informó de sus razones para la fundación de la sociedad en su carta Pythagoras oder Betrachtungen über die geheime Welt- und Regierungskunst:1
Pero dos hechos fueron decisivos. Incluso para este tiempo en 1776 un oficial en Burghausen llamado Ecker había fundado una logia orientada hacia la alquimia y que había comenzado a extenderse velozmente. Un miembro suyo llegó a Ingolstadt, a anunciarse allí y a atraer a los más brillantes entre los estudiantes. Por desgracia su selección recayó precisamente en aquellos a quienes yo ya también les había echado el ojo. El pensamiento de haber perdido de esta forma a jóvenes tan prometedores, y verlos ahora acercándose a la alquimia y majaderías semejantes; fue para mí tormentoso e insoportable. Por esto fui a pedirle consejo a un joven, en quien había puesto toda mi confianza. Y me animó a utilizar mi influencia sobre los estudiantes y estos excesos mediante una vacuna, administrada mediante la fundación inmediata de una sociedad.
La orden tomó un primer impulso en 1778 cuando un antiguo alumno suyo y presidiente del Palatinado Renano la reorganizó. Weishaupt propuso como nuevo nombre Bienenorden, la 'Orden de las abejas', porque se imaginaba que los afiliados deberían recopilar el néctar de la sabiduría dirigidos por una abeja reina, pero al final se prefirió Bund der Illuminaten ('Unión de los Iluminados') y después, Illuminatenorden ('Orden de los Iluminados'). De la asociación de sapiencia se crearía ahora una orden secreta, que no podía negar la huella de su modelo organizativo, la Compañía de Jesús.
[editar] Breve florecimiento
Adolph Freiherr Knigge, su patrocinador más influyente.
Una siguiente reorganización sucedió en 1780 tras la adhesión del aristócrata bajo sajón Adolph von Knigge. Tal como el propio Weishaupt confesó, no existía «en absoluto, sólo en su cabeza». Y en 1782 Freiherr le proporcionó a la orden una estructura paramasónica, con Weishaupt y Knigge entre otros como directores sobre el llamado "Areópago". Con esta nueva distribución, que se detallará más adelante, consiguieron los Iluminados reclutar a muchos masones e infiltrarse en logias enteras.
De trasfondo estaba la crisis iniciada hacia 1776 entre los niveles altos masónicos alemanes con la ruptura de la Estricta observancia templaria. Karl Gotthelf von Hund und Altengrotkau había conseguido atraerse a las diferentes logias hacia su mandato mediante este rito más bien apolítico-romántico, que aseguraba ser sucesor de la orden Templaria, disuelta en 1312. Durante muchos años, además había afirmado mantenerse en contacto con «Superiores desconocidos», que le habían iniciado en la francmasonería. Como al fallecer en 1776 ningún tipo de «Superiores secretos» contactara con ellos, había gran confusión en la logia. En la convención masónica de la Estricta observancia, acontecida en Wilhelmsbad entre el 16 de julio y el 1 de septiembre de 1782, Knigge y su segundo representante de los Iluminados, Franz Dietrich von Ditfurth, un ilustrado radical manifiesto, se ganaron el liderazgo de opinión para su orden. El sistema templario fue abandonado, y la orden de la Rosacruz quedó en minoría en su esfuerzo por mantener esa tradición. Ambos iluminados consiguieron incluso, con Johann Christoph Bode, ganarse a un representante principal de la Estricta observancia.
[editar] Crisis y prohibición
A consecuencia, el número de miembros aumentó rápidamente, sin embargo este éxito suponía a la vez el comienzo del final: Knigge no veía que se honrasen su resultado aumentando la orden y amenazó epistolarmente con delatar sus secretos a los jesuitas y a los rosacrucianos. Con lo que sólo reforzó la desconfianza de Weishaupt, a quien le creaba considerables preocupaciones, que Knigge y a su vez por el diligente Bode hubieran incorporado al príncipe Karl von Hessen-Kassel y a Ferdinand von Braunschweig, así como con el duque Ernst von Sachsen-Gotha y Carl August von Sachsen-Weimar, todos ellos representantes de la autoridad absolutista. Estas sospechas no estaban infundadas, pues Carl August y su consejero privado, Goethe, sólo se habían afiliado para investigar a la Orden.
Como resultado se agudizaron las discrepancias entre Weishaupt y Knigge hasta el punto de que la orden amenazaba con disolverse. En febrero de 1784 se convocó en Weimar para eso un tribunal arbitral llamado “congreso”. Para sorpresa de Knigge el juicio del congreso en el que participaron entre otros Goethe, J. G. Herder y Herzog Ernst von Sachsen-Gotha es que debía construrise un nuevo Areópago. Este parecía ser un compromiso tolerable. Pero como era previsible que el fundador de la orden siguiera siendo influyente aún sin presidencia formal en el Areópago, lo que significaba una clara derrota para Knigge. Se acordó el silencio y el retorno de todos los papeles y el primero de julio abandonó Knigge la orden. En el tiempo siguiente se apartó de los “estragos de la moda” de querer arreglar el mundo mediante sociedades secretas. Por su parte Weishaupt le entregó la dirección de la orden a Johann Martin, conde de Stolberg-Roßla.
Durante las disputas internas las asociaciones secretas habían atraído sobre sí la atención de las autoridades bávaras.
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