Imperio Bizantino
Enviado por alemau • 18 de Febrero de 2015 • 2.191 Palabras (9 Páginas) • 207 Visitas
INTRODUCCIÓN
¿Qué era el Imperio Bizantino? ¿Cuál fue su lugar en la historia, y qué fue lo que hizo de el un imperio? Al formularse estas preguntas te encuentras con que no existe una respuesta sencilla, ya que durante esta época existieron cientos de grandes cambios y acontecimientos.
Nosotros llamamos bizantinos a los habitantes de tal imperio, sin embargo para ellos el Imperio en que vivían era el Imperio romano y ellos eran romanos. El Imperio Bizantino fue, en efecto, una fase del Imperio romano; comenzó con el triunfo del cristianismo y la transferencia de su capital, efectuada por Constantino el Grande a principios de siglo IV, de Roma a Bizancio. Si bien luego el Imperio bizantino experimentó transformaciones que modificaron fundamentalmente su carácter, conservó mucho de lo romano en su ideología, su gobierno y sus leyes. Como continuador del Imperio romano se consideraba a sí mismo –y a veces lo fue en realidad- el único imperio del mundo.
El Imperio Bizantino, impresionante organismo político que resistió más de mil años, fue también una gran unidad cultural en un tiempo en que, en una Europa dividida en numerosas unidades feudales, la actividad intelectual había llegado a un mínimo, sin embargo aquí logro rescatarse y resurgir.
Las páginas siguientes tratan de este imperio, grande tanto como organismo político, como por ser sintetizador y conservador de la cultura. Todo esto basado en una investigación con fuentes primarias obtenidas de distintos lugares, así como el punto de vista de un estudiante normalista.
MAPA CONCEPTUAL INTRODUCTORIO
DESARROLLO
IMPERIO BIZANTINO
El Imperio Bizantino (llamado también Imperio Romano de Oriente) fue un Imperio cristiano medieval de cultura griega cuya capital estaba en Constantinopla o Bizancio (actual Estambul). Los orígenes del Imperio Bizantino se remontan a la etapa final del Imperio Romano. Inicialmente abarcaba todo el Mediterráneo oriental, pero con el tiempo fue sufriendo importantes reducciones territoriales. No existe un consenso general en cuanto a la fecha de inicio del Imperio Bizantino. Para algunos autores, la fecha clave es la fundación de Constantinopla en el año 330, en tanto que otros estudiosos consideran como acta de nacimiento del Imperio Bizantino la muerte de Teodosio I, en 395, cuando el Imperio Romano fue definitivamente dividido en dos mitades, oriental y occidental.
ORIGEN:
Para asegurar el control del Imperio Romano y hacer más eficiente su administración, Diocleciano, a finales del siglo III, instituyó el régimen de gobierno conocido como tetrarquía, dividiendo el imperio en dos partes, gobernadas por dos emperadores augustos, cada uno de los cuales llevaba asociado un "vice-emperador" y futuro heredero césar. Tras la abdicación de Diocleciano el sistema perdió su vigencia y se abrió un período de guerras civiles que no concluyó hasta el año 324, cuando Constantino I el Grande, unificó ambas partes del Imperio.
Constantino reconstruyó la ciudad de Bizancio como nueva capital en el año 330, la llamó "Nueva Roma" pero se la conoció popularmente como Constantinopla (La Ciudad de Constantino); la nueva administración tuvo su centro en la ciudad, gozaba de una envidiable situación estratégica y estaba situada en el nudo de las más importantes rutas comerciales del Mediterráneo oriental.
Constantino fue también el primer emperador en adoptar el Cristianismo, religión que fue incrementando su influencia a lo largo del siglo IV y terminó por ser proclamada por el emperador Teodosio I a finales de dicha centuria, religión oficial del Imperio.
A la muerte del emperador Teodosio, en el año 395, el Imperio se dividió definitivamente: Honorio, su hijo mayor, heredó la mitad occidental, con capital en Roma, mientras que a su otro hijo Arcadio le correspondió la oriental, con capital en Constantinopla. Para la mayoría de los autores, es a partir de este momento cuando comienza propiamente la historia del Imperio Bizantino. Mientras que la historia del Imperio Romano de Occidente concluyó en el año 476, cuando fue depuesto el joven Rómulo Augústulu por el germano Odoacro, la historia del Imperio Bizantino se prolongará durante aún casi un milenio.
CARACTERISTICAS DE LA CIVILIZACION BIZANTINA:
Desde el año 476, fecha de la caída de Roma, hasta 1453, el Imperio bizantino desarrolló una brillante civilización diferenciada tanto de la Antigüedad grecorromana como de la Edad Media en la Europa occidental.
También durante los siglos oscuros de la Edad Media europea, Bizancio fue la gran potencia económica y política del Mediterráneo, la transmisora de la cultura griega y romana a los reinos cristianos de Occidente y, después, la defensora de esa cultura frente al avance del islam, primero contra los árabes y luego contra los turcos.
LOS PROBLEMAS RELIGIOSOS Y POLITICOS:
Bizancio encarnaba el ideal del Imperio cristiano, heredado de Roma, y a lo largo de su historia fueron continuas las controversias teológicas, que con frecuencia respondían a conflictos políticos.
Desde el siglo V, la herejía monofisita puso en peligro la unidad del Imperio, compuesto por distintos pueblos cuyo principal vínculo era la religión. El monofisismo no aceptaba la doble naturaleza, humana y divina, de Cristo y en el siglo VI se extendió por Egipto, Siria, Palestina y Armenia, las provincias más ricas, donde la divergencia religiosa se unió a la incipiente conciencia nacional frente a las zonas de cultura griega.
En el siglo VIII una nueva disputa religiosa se suscitó en torno al culto a las imágenes santas (iconos), que fue prohibido por el emperador León III. La sociedad bizantina se dividió entre los defensores de las imágenes y los iconoclastas, hasta que la presión de los monjes y de las clases populares obligó a derogar la prohibición.
Posteriormente, la creciente rivalidad entre las autoridades eclesiásticas de Roma y Constantinopla condujo a la separación definitiva de ambas iglesias en el año 1054.
LA EPOCA DE JUSTINIANO
En el año 527 llegó al poder el emperador Justiniano, de origen macedonio, con quien el Imperio alcanzó su época de esplendor. Hombre instruido e inteligente, supo rodearse de valiosos colaboradores, entre los que destacaron los generales Belisario y Narsés y el jurista Triboniano. Su mujer, la emperatriz Teodora, también contribuyó notablemente a la obra política de Justiniano.
Durante su reinado se redactó el Corpus Iuris Civilis, importante recopilación del derecho romano, y se construyó la majestuosa basílica de Santa Sofía en
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