Independencia De Guayaquil
Enviado por • 11 de Noviembre de 2013 • 902 Palabras (4 Páginas) • 250 Visitas
Habla de respeto al prójimo, de libertad económica e iniciativa privada, de sociedades libres, de ciudadanía responsable, de educación como fundamento de superación y progreso, de revolución social, libertad de comercio y de vida pacífica entre los pueblos. Esto solo puede venir de la mente de un apasionado por la libertad y la autonomía, del prócer ilustre que concibió, fundamentó y lideró la independencia del Ecuador.
El doctor Aurelio Espinosa Pólit dice: "Hay en José Joaquín de Olmedo como dos personajes con dos enfoques posibles, el que le considera como prócer de su patria ecuatoriana, y el que ve en él al hombre de América. A su patria se debe y pertenece como el primer ecuatoriano que legítimamente gobernó un jirón del territorio nacional independizado; le pertenece como el hombre público hacia el cual, por espacio de un cuarto de siglo, se volvieron constantemente los ojos de todos para un sinnúmero de cargos oficiales, nunca por él apetecidos y desempeñados siempre con máximo desinterés y máxima pulcritud".
"A América pertenece por haber sido su voz en una hora decisiva, por haber recogido su aliento unánime y dádole expresión en la gloria y trascendencia del canto con que ella, a la faz del mundo, lanzó su grito libertador, su enfática proclama, su constancia jubilosa de que entraba en una fase nueva, divisoria de sus destinos, en la vida independiente de naciones, dueñas en adelante de su autonomía soberana y de su porvenir".
Olmedo hizo gala de su ilustración liberal republicana en las Cortes de Cádiz, y pese a que su pensamiento no se aparta de idealizar la independencia y la autonomía para su patria, asiste a las Cortes en plan de defensor del indígena, como negociador de facilidades para las colonias, y paladín de la libertad de comercio. Es decir, como un diputado que persigue la implantación de una legislación adecuada para progresar social y económicamente. Su pensamiento liberal lo induce a interpretar conceptos inmanentes al hombre, sus derechos y libertades: "Para mí no son sabias las leyes que proponen el benéfico fin que se proponen, para mí no son sabias sino las leyes que hacen felices a los pueblos".
Esto nos muestra la magnificencia de su elevado espíritu, que estuvo presente al concebir leyes y reglamentos que orientaron a la Provincia Libre en sus primeros momentos, manteniéndose activo en la vida política ecuatoriana mientras vivió.
Para llegar a una interpretación correcta de la revolución del 9 de Octubre de 1820, debemos considerar un marco mucho mayor que las visiones simplistas de la Fragua de Vulcano y el baile de Isabelita Morlás, a las que recurren los narradores, mas no los historiadores. No es posible que ocurra una transformación o revolución socio-política aislada o desvinculada del mundo, por tanto podemos afirmar que, al igual
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