Industrializacion

En 1837 se otorgó la primera concesión para la construcción del ferrocarril que habría de conectar la capital con el puerto de Veracruz. Para esa época el país había adelantado en algún grado en el proceso de industrialización gracias a las circunstancias de protección y de promoción. La elevación de la oferta interna y externa incidió sobre los pecios internos a pesar de la rigidez de los mercados y de los sistemas de distribución. En medio de las intensas crisis políticas internas de la época y de los conflictos y las invasiones externas seguía evolucionando la industria y con ello parte de la clase burguesa.

En los años cuarenta y cincuenta los violentos cambios políticos y las guerras tuvieron estimulantes consecuencias sobre la planta industrial. Los profundos ajustes que sufría la nación se reflejaban en la mera en que eran embestidos y barridos numerosos talleres y obrajes artesanales que venían vegetando a la sombra de la protección de diversa índole que hasta entonces existía.

Al término de la guerra de independencia la gradual reconstrucción de las funciones productivas se orientó a la satisfacción de las demandas locales y regionales. La importancia relativa de las actividades productoras de exportaciones y el peso de los sectores dedicados a la comercialización y mercado de las importaciones combinaba con el hecho de que los ingresos fiscales dependían en una gran proporción de los tributos al comercio exterior. A principios del siglo IX se convirtió en declinación el estancamiento debido tanto a las limitaciones de la producción.

El sector externo influía en múltiples formas sobre la economía una de ellas era el financiamiento del gasto público en razón de la elevada dependencia del comercio exterior que tenían los ingresos del Estado, al caos financiero contribuía la expropiación de fondos de aduanas y cambios radicales en los aranceles cuando estos caían en manos de partidas revolucionarias de la oposición.

La deuda pública de la época independiente de inicio en 1822 con dos préstamos forzosos internos. La situación de la deuda y de los créditos en el primer año de autonomía política era caótica y perturbadora en el acontecer nacional con la autonomía política del país se creó súbitamente un vacío en la relación eterna, un indicador de la importancias de la relación en la evolución del valor de las importaciones que México efectuó de productos ingleses en los primeros años de vida independiente.

Las finanzas nacionales, afectadas por las guerras intestinas y por la dificultad para sostener la producción y la exportación obligaron a los primeros gobiernos a recurrir a los emprestas del exterior para cubrir el gasto corriente; las inversiones apenas representaban a la contrapartida de una fracción de los grandes volúmenes de capital que salían de México ya por el financiamiento de la guerras.

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