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Instituciones De La Iglesia En La Colonia


Enviado por   •  28 de Octubre de 2013  •  2.207 Palabras (9 Páginas)  •  626 Visitas

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INTRODUCCION

La Iglesia y la sociedad en la colonia la Iglesia católica tuvo una gran importancia, pues esta era la única religión permitida en la América Hispana, por esto estaba encargada de dictar las normas de comportamiento, celebrar las festividades religiosas, y llevar los registros de nacimientos matrimonios y defunciones.

Objetivo general

Conocer la procedencia de la figura de las instituciones de la iglesia en la colonia a través de la historia, sus antecedentes en una breve reseña y su evolución en la colonia.

OBEJETIVOS ESPECIFICOS

 Aprender un concepto y definición de las instituciones de la iglesia.

 El origen y evolución histórica de la iglesia.

HISTORIA

Según la doctrina católica, Jesús fundó una comunidad cristiana jerárquicamente organizada y con autoridad, dirigida por los apóstoles (el primero de los cuales era San Pedro). Posteriormente (según los Hechos de los apóstoles), los apóstoles y los primeros seguidores de Jesús estructuraron una iglesia organizada, al repartir responsabilidades entre obispos, presbíteros y diáconos, a medida que iban propagando el cristianismo.

Una carta escrita poco después del año 100 por san Ignacio de Antioquía a los de Esmirna (capítulo 8) es el texto más antiguo que se conserva en el cual se usa el término ἡ καθολική ἐκκλησία (la Iglesia católica o universal).[cita necesaria] De esta Iglesia él evidentemente excluía a los herejes, contra los cuales usó palabras muy fuertes: "fieras en forma humana - hombres a quienes no sólo no deberíais recibir, sino, si fuera posible, ni tan sólo tener tratos con ellos" (capítulo 4).

Adentro de esta Iglesia católica, el obispo de Roma llegó a tener una importancia particularmente grande. Según algunos, esto fue por motivos políticos: Roma fue la capital del Imperio Romano hasta que el Emperador Constantino I el Grande hizo de Constantinopla la nueva capital, el 11 de Mayo de 330[cita necesaria]. Otros atribuyen esta importancia al hecho, reconocido entonces por todos, que el obispo de Roma era sucesor de san Pedro, a quien, según el Evangelio de Lucas 22:32, Jesús eligió para la misión de confirmar en la fe a sus compañeros. Incluso en el primero siglo, cuando todavía vivía el Apóstol Juan, el papa Clemente, obispo de Roma 89-97, escribió a la comunidad cristiana de Corinto para resolver un problema interno de esa Iglesia particular.

La tradición que San Pedro fue a Roma y ahí murió martirizado se basa también en esta carta de san Clemente, que menciona su martirio (capítulo 5), en la carta de San Ignacio de Antioquía a los Romanos ("No os mando nada, cosa que hicieron Pedro y Pablo." – capítulo 4), y en la obra de c. 175-185 Contra las herejías (libro III, 1.3.1) de San Ireneo de Lyon, donde dice: "Como sería demasiado largo enumerar las sucesiones de todas las Iglesias en este volumen, indicaremos sobre todo las de las más antiguas y de todos conocidas, la de la Iglesia fundada y constituida en Roma por los dos gloriosísimos Apóstoles Pedro y Pablo, la que desde los Apóstoles conserva la Tradición y «la fe anunciada» (Rom 1,8) a los hombres por los sucesores de los Apóstoles que llegan hasta nosotros".

El Concilio de Nicea I (325) condenó el Arrianismo excluyendo de la Iglesia los seguidores de esta opinión teológica. Otros Concilios también definieron más precisamente la fe católica y excluyeron a otros grupos, en particular los Concilios de Éfeso (431) y de Calcedonia (451)[cita necesaria].

La iglesia en la colonia

La corona, como en otros lugares de las Américas, trabajó para consolidar el orden colonial Andina en tándem con la iglesia a la que estaba atado por patrocinio real datan de finales del siglo XV.

Habiendo acompañó a Francisco Pizarro y su fuerza durante la conquista, los frailes católicos procedieron celosamente para llevar a cabo su misión de convertir a los indígenas al cristianismo. En este esfuerzo, la Iglesia llegó a jugar un importante papel en la aculturación de los indígenas, dibujando en la órbita cultural de los colonos españoles. También libró una guerra constante para extirpar las creencias religiosas nativas. Esos esfuerzos se reunieron con éxito sólo parcial, como la de Andina catolicismo hoy demuestra la naturaleza sincrética. Con el tiempo, sin embargo, la Misión Evangélica de la Iglesia dio paso a sus esfuerzos eclesiásticos regulares de ministrar a la creciente población de español y criolla.

A finales del siglo, la iglesia estaba comenzando a adquirir activos financieros importantes, especialmente legados de la tierra y otras riquezas, que consolidarían su posición como la más importante potencia económica durante el período colonial. Al mismo tiempo, asumió el papel principal de educador, proveedor de bienestar y, a través de la institución de la Inquisición, guardián de la ortodoxia durante el Virreinato. Juntos, la Alianza de la Iglesia y el estado sirvió para consolidar y solidificar la autoridad de la corona en el Perú que, a pesar de la impresionantes problemas de distancia, accidentado y comunicaciones lentas, duró casi tres siglos de dominio continuo y relativamente estable.

Producción de plata, mientras tanto, comenzaron a entrar en un prolongado período de decadencia en el siglo XVII. Esta disminución también disminuyó el comercio transatlántico importante mientras disminuye la importancia de Lima como el centro económico de la economía virreinal. Producción anual de plata en Potosí, por ejemplo, cayó en valor desde un poco más de 7 millones de pesos en el año 1600 a casi 4,5 millones de pesos en 1650 y finalmente a sólo menos de 2 millones de pesos en 1700. Cae producción de plata, el comercio transatlántico decreciente y la disminución general de la propia España durante el siglo XVII durante mucho tiempo han sido interpretados por los historiadores como causante de una depresión prolongada en los virreinatos de Perú y Nueva España. Sin embargo, el historiador económico Kenneth J. Andrien ha desafiado este punto de vista, mantiene que la economía peruana, en lugar de declinar, sufrió una importante transición y reestructuración. Después de producción de plata y el comercio transatlántico erosionaron la economía de exportación, fueron remplazados por un desarrollo más diversificado, regionalizado y autónomo de los sectores agrícolas e industrial. Comerciantes, mineros y los productores simplemente cambió sus inversiones y actividades empresariales fuera de la minería y el comercio transatlántico en la producción interna y oportunidades de sustitución

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