LA EVOLUCIÓN HISTÓRICO DE LA PARROQUIA

Capítulo 1

LA EVOLUCIÓN  HISTÓRICO DE LA PARROQUIA

Al comenzar el primer capítulo sobre el desarrollo histórico de la parroquias. Se abordarán  el origen de la  parroquia, la parroquia antes del concilio de vaticano segundo, y la parroquia después del concilio vaticano segundo; que han redefinido la  evolución de las  parroquias. Es importante conocer la evolución de las parroquias para tener una idea clara de los nuevos cambios que se dieron en estos últimos tiempos.

1. ORIGEN  DE LA REALIDAD PARROQUIAL  

El desarrollo histórico de la parroquia. El origen y la evolución de la parroquia son difíciles de explicar, porque posee  una larga historia, sin embargo, ha tenido un rol fundamental en la vida de los cristianos y en la acción pastoral de la iglesia. A continuación, se explicara  el origen y la evolución de la realidad parroquial.

Congregación para el Clero considera que “La parroquia posee una larga historia y ha tenido desde los inicios un rol fundamental en la vida de los cristianos y en el desarrollo y en la acción pastoral de la Iglesia”^[1]; (…). El origen y la evolución de la parroquia son realidades especialmente difíciles y comprometedoras de afrontar. La concepción histórica de la realidad parroquial necesita un compromiso de estudio, porque hay necesidad de buscar los fundamentos, y para buscar necesariamente tenemos que recorrer, a la vida cristiana, y a la acción pastoral de la Iglesia.  

La  expresión “parroquia” en el libro de los setenta se comprendía como extranjero. En tradición de la Iglesia Católico se comprende  en un peregrinar. Como señala Casiano Floristán:

“El término parroquia procede del sustantivo paroikia y del verbo paroikein, que en la traducción griega de los setenta equivale a ser extranjero o emigrante, vivir como forastero o peregrinar (la vulgata traduce por peregrinar). Es semejante al. Advena latino. La paroikia es en el AT la comunidad del pueblo de Dios que vive en el extranjero sin derecho de ciudadanía. En el NT se encuentra el vocablo paroikos varias veces con el mismo significado que en el A T.^[2]”

La parroquia como  pueblo de Dios en el Antiguo Testamento se comprendía como un extranjero sin derecho a la procedencia. También en el Nuevo Testamento se ha entendido lo mismo como en el Antiguo Testamento. En fin, la parroquia es una comunidad cristiana en un lugar explícito, con un párroco. Al igual que la Diócesis  que estaba encaminada por un obispo y en un lugar definitivo, pero con más extensión^[3].

Juan Esquerda Bifet afirma que “En realidad, la parroquia es la comunidad de los que residen o viven juntos, aunque en calidad de peregrinos y extranjeros, como sintiendo la nostalgia de la gran comunidad eclesial. No es la residencia principal o estable de la iglesia particular, sino la residencia “precaria” o de paso^[4]”. Ya se dan algunas manifestaciones de una comunidad cristiana por parte de los cristianos. Incluso la comunidad cristiana peregrina y extranjera encuentra dificultades para pertenecer a una comunidad en un lugar determinado.

La comunidad parroquial vive un momento de nostalgia dentro de la comunidad. Los apóstoles y la iglesia primitiva vivieron  lo mismo en su época. Muchos de los cristianos que viven en comunidad, eran personas piadosas, y ejemplos para los demás. Los misioneros que emigraban en otra época   tenían, en general, una instrucción espiritual muy alta; muchos de ellos llegaron a la santidad.

Algunos cristianos vivían en grandes ciudades entorno a un Apóstol y más tarde en torno al obispo. La iglesia tiene dificultades para encontrar fundamento sobre la parroquia. Como argumenta Julio A. Ramos:

 “Durante el tiempo apostólico y el tiempo primero de las comunidades cristianas no podemos encontrar ningún rasgo en su vida que podamos poner como fundamento de nuestras parroquias. (…) nuestro lenguaje de hoy no es válido para describir la situación de esta Iglesia, ya que es imposible distinguir en ella entre diócesis, parroquia y asamblea cultual. ^[5]”.

La parroquia se va desarrollando paulatinamente en la historia de la humanidad, según las necesidades de los tiempos. Por lo tanto, no se puede definir al instante de lo que es la parroquia porque nuestro lenguaje no es suficiente  para describir la situación de la parroquia.  

En el término “casa” ya se puede recocer el nacimiento de las primeras comunidades parroquiales, aunque no se muestre la parroquia como tal. Como plantea Congregación para el Clero:

 “Algunos textos paulinos, en efecto, muestran la constitución de pequeñas comunidades como Iglesias domésticas, identificadas por el Apóstol simplemente con el término “casa (cfr., por ejemplo, Rm 16, 3-5; 1 Cor 16, 19-20; Fil 4, 22). En estas “casas” se puede reconocer el nacimiento de las primeras “parroquias^[6].

 Lo interesante de todo  esto es que ya se puede reconocer la constitución de las pequeñas comunidades que sirvieran para designar de lo que es la parroquia. Se dan algunas manifestaciones de comunidad por parte de la sagrada escritura. Incluso los textos paulinos bien constituidos encuentran dificultades para signar de lo que es una parroquia y el texto paulino simplemente lo llamara la “casa”.    

Casiano  Floristan, considera que “El origen de las parroquias rurales con una organización permanente se hizo a comienzos del s. IV. A lo largo del tiempo la parroquia se conviertio en un institución eclesial –los fieles de un territorio en torno a un templo con un párroco- (…). ^[7]” La perspectiva de la parroquia en el siglo IV se caracterizaba por masividad y territorialidad. La parroquia  no se queda estática, sino que trabajaba incansablemente para su desarrollo plena.

En el siglo IV se llega establecer la parroquia rural y se convierte en institución eclesial. Por los dos aspectos, la circunscripción eclesial y el estado civil y por la territorialidad que caracterizaba a la parroquia.

Desde los inicios la parroquia se sitúa en un contexto de exigencia pastoral y la iglesia asume esa responsabilidad con el don de la fe. Como menciona  Congregación para el clero:

Desde su surgimiento, por tanto, la parroquia se plantea como respuesta a una precisa exigencia pastoral: acercar el Evangelio al pueblo a través del anuncio de la fe y de la celebración de los sacramentos. La misma etimología del término hace comprensible el sentido de la institución: la parroquia es una casa en medio de las casas y responde a la lógica de la Encarnación de Jesucristo, vivo y activo en la comunidad humana^[8]

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