LA EXPANSIÓN COLONIAL HOLANDESA EN AMÉRICA Y EL MUNDO

CUADERNOS C.E.E. R (CLÍO, ENTRÉGATE! !ESTAS R0DEADA!)

N. I

LA EXPANSIÓN COLONIAL HOLANDESA

EN AMÉRICA Y EL MUNDO

Daniel Omar De Lucia

Publicación interna de la cátedra Historia Argentina y Americana I, 1.C del Depto. de Historia del ISP Joaquin V. González)

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A LA MEMORIA DE EDUARDO MARTEDI

 Formación económico-social, crisis y expansión hacia la periferia.

Un estudio del rol jugado por los Países Bajos en la formación de la economía mundo y la expansión colonial debe tomar en cuenta los siguientes factores que constituyen los antecedentes de este proceso como regional:

a) su inserción en el conjunto de las formaciones económico-sociales del feudalismo europeo; b) el impacto que tuvo la crisis del feudalismo en la región; c) el rol que fue adquiriendo esta zona en el proceso de expansión del comercio europeo hacia la periferia (S. XIII-XV).

Aquella región pantanosa era en la alta edad media el hogar de tribus sajonas y piratas frisios. En el siglo VIII fue cristianizada por la acción de monjes provenientes de las Islas Británicas. Mas tarde las tierras bajas al norte del reino franco fueron incorporadas por Carlomagno (753-814) a su efímero imperio. Al dividirse los hijos del emperador sus vastos dominios los países bajos pasaron a formar parte de Lotaringia. Mientras la parte sur (actual Bélgica), se constituyó en el Condado de Flandes, cultural y lingüísticamente ligado a Francia, la parte norte el Condado de Holanda, estaba poblado por gentes lingüística y culturalmente ligadas al mundo germánico. Mas específicamente a la baja Sajonia de cuyo sistema feudal pasó a formar parte.

Una escena de vida cotidiana en el Medioevo neerlandes

En el noroeste europeo el orden señorial quedó firmemente asentado hacia el siglo XII. El campesinado alodial sajón terminó por ser reducido a la servidumbre pero en la costa atlántica de los Países Bajos este proceso se dio sólo de manera parcial. Los señores locales no pudieron hacer extensivas las cargas dominicales a todo el campesinado. La presencia del mar y una larga tradición de navegación de altura y pesca constituían una válvula de escape en una tierra azotada por las agresiones del océano. Los pequeños burgos comerciales, que crecían en la costa sur o en los estuarios de los ríos, fueron ganando inmunidades frente a la jurisdicción señorial y convirtiéndose en un polo de atracción para los campesinos que dejaban la tierra de los señores. En 1250 comenzó un proceso de desecación de las marismas cercanas a la costa por medio de la construcción de diques y polderes.(1) El desarrollo agrícola que siguió a las operaciones de desecamiento fue hecho bajo el sistema de arriendos a corto plazo y aparcerías suplantando gradualmente las relaciones de producción serviles que no habían tenido tiempo de consolidarse del todo.

(2) En el periodo 1200-1500 la expansión comercial europea hacia la periferia afectó de distintas formas a los Países Bajos. Los burgos, de la parte sur se

convirtieron en una escala obligada de la carrera de los mercaderes italianos y alemanes entre el báltico, la costa atlántica y el mediterráneo.(3) Las aldeas de pescadores de arenque, balleneros y traficantes de sal se vieron convertidos en

agentes subsidiarios del proceso de la formación de circuitos comerciales en la periferia noroeste de Europa. Los marinos holandeses fueron buscados por las flotas alemanas que seguían la ruta del Báltico. De la misma manera los campesinos expertos en la construcción de diques y del cultivo en tierras anegadizas fueron incorporados a expediciones colonizadoras a lo largo de la costa eslava. A lo largo de la baja Edad Media muchas ciudades polacas y bálticas nacieron como colonias de holandeses que marchaban a poblar aquellas regiones bárbaras. (4)

Navios holandeses de la Liga Hanseatica

Los países bajos en el proceso de expansión europea.

En esta región situada en el medio de importantes rutas comerciales se venían consolidando desde el siglo XI burgos como Ypres, Gante y fundamentalmente Brujas y Amberes. En el siglo XIII la ciudad de Brujas desarrolló una importante industria de paños complementaria de las exportaciones textiles inglesas y se convirtió en el principal punto de intermediación entre el sur y el norte de Europa. Las grandes casas comerciales venecianas, genovesas y florentinas establecieron sucursales en Brujas. Los barcos italianos descargaban productos de sus dominios del mediterráneo oriental (alumbre, trigo) y la lana adquirida en los puertos ingleses, a la vez que cargaban en este puerto tapices flamencos, paños de Brabante y cerveza alemana. Los mercaderes alemanes nucleados en la poderosa Liga Hanseatica llegaban a Brujas a vender los productos traídos de la costa del Báltico. La gran fortuna de Brujas se cimentó esencialmente en las funciones propias de un puerto de tránsito: almacenado y redistribución, mercado bancario, etc. (5) Este esquema prefiguraba parcialmente las líneas clásicas del desarrollo que haría la riqueza de los distintos emporios comerciales que se fueron sucediendo en los Países Bajos.

La ciudad de Brujas

Más al norte los pequeños puertos neerlandeses se iban desarrollando a la sombra de la expansión del poderoso burgo vecino. El comercio de estos puertos creció a caballo de la industria pañera de las pequeñas ciudades de Leyden y Delft. A consecuencia de este desarrollo del rubro pañero los Países Bajos se convirtieron en otro de los destinos de las exportaciones laneras de las islas británicas. Los mercaderes de Amsterdam y Rotterdam crearon poderosas asociaciones (Calisvaiders) para comprar a crédito la lana y revenderla a las pequeñas ciudades industriales pero también en las ferias de Brujas, Amberes y en la costa del Báltico. Toda esta

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