LA FARSA EN EL PROCESO DE PAZ

LA FARSA EN EL PROCESO DE PAZ

 “Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica, yo sugerí la mejor de todas: la paz.”    Albert Einstein

Las negociaciones de paz entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC, son conversaciones que se están llevando en Cuba, con el objetivo de dar fin a un conflicto que hace más de cincuenta años afecta a nuestro país. De igual forma, este proceso  busca la paz con justicia social; la cual se empieza a través de los diálogos, sin olvidar la justicia para las víctimas inocentes del conflicto; sin embargo, las últimas situaciones presentadas en el país, demuestran el incumplimiento por parte de las FARC y la violación a ciertos acuerdos que se empiezan a pactar.

En primer lugar, uno de los temas tocados durante este tiempo de acuerdos en la Habana, ha sido el no reclutamiento de menores de edad a las filas de este grupo armado, pero los casos y testimonios de padres quienes se ven forzados a entregar a sus hijos para la guerra, aumenta cada día. Cada caso que se reporta ante las autoridades competentes deja ver de forma clara que las intenciones de los voceros se quedan en palabras, ya que los hechos son cada vez más claros ante esta desafortunada preocupación.

Un segundo aspecto a negociar, son las extorciones a la población civil porque se hacen cada vez más frecuentes, pues muchos de los pequeños y grandes comerciantes entre otros, aseguran que las cuotas y costos monetarios se convierten en uno de sus agobiantes problemas, debido a los altos costos que deben pagar a estos para que ellos, sus negocios y familias no sean afectados o vulnerados.

Asimismo, las personas extorsionadas se enfrentan al temor de verse afectados por algún tipo de atentado en su contra, el hecho de negarse a  cancelar las sumas que ellos exigen y el temor se agudiza cada vez más con los diferentes atentados que se presentan en todo el territorio nacional. Los diferentes hechos perpetuados con explosivos en los últimos meses, dejan ver las verdaderas intenciones y la credibilidad en la palabra de estas personas, quienes pretenden justificar una y otra vez estos hechos, donde los más afectados son todos los inocentes y ajenos a esta absurda guerra.

Por otra parte, los negocios ilícitos desde los cuales se financian estos grupos armados, se convierten en un problema no solo para las distintas fuerzas militares de este país, sino también, para las personas del común, pues si bien es cierto muchos jóvenes mueren intoxicados con las diferentes drogas que se comercializan, además de verlos inmersos en un micro tráfico y disputas que dejan más muertos en nuestras calles, a raíz de los enfrentamientos por el poder.  

Finalmente todos los colombianos anhelamos la paz, por ello la propuesta de dialogo continuo para lograrla es muy importante; pero de igual forma debemos analizar profundamente estas propuestas, ya que no podemos  olvidar que es necesario que las FARC respondan ante todo un pueblo que clama justicia para sus víctimas. En conclusión, este proceso de paz, debe ir más allá de la reintegración o dejación de armas para lograr la justicia social, también debe haber justicia para todas las víctimas civiles, evitando escudar en el dialogo la impunidad de todos los inocentes que han caído en el conflicto.

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