LA FEMINIZACIÓN DOCENTE

Las mujeres anteriormente no eran aceptadas por el sindicalismo de profesión docente, hasta el siglo XX que varias maestras haciendo investigaciones y aportaciones para la educación se fueron filtrando y siendo aceptadas desde ese siglo a lo que conocemos actualmente. En primer término, nadie mejor que Joan Scott señalo que la historia y sus normas disciplinarias, es decir, a las formas deshacer la historia. Las investigaciones de las últimas dos décadas han asumido el término de género como el que mejor define las asignaciones en oposición a las asignaciones biologisticas de la palabra sexo.

La diferencia de género son tomadas en formas declaradas o encubiertas como referencias primarias, a los hombres y a las mujeres respecto a todos los asuntos fundamentales de la existencia: a sus derechos políticos, laborales, sobre su cuerpo y su sexualidad; sobre sus bienes, etc.

La condición de ser mujer maestra en una época determinada participa de una correlación de redes de poder, de ciertos sistemas de creencias, de tantas otras prácticas del conocimiento y de ideologías de género. Las relaciones de género en la educación y en el magisterio, tratan básicamente de una política de sexos: constituyen un sistema donde la oposición varón mujer no es algo dado y equilibrado sino problemático y con textualmente definible.

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