LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA EN PORTUGAL
Enviado por YesidMorenoM • 27 de Mayo de 2019 • Resumen • 2.553 Palabras (11 Páginas) • 270 Visitas
LA HISTORIA DE LA ARQUITECTURA EN PORTUGAL
La cultura, el arte y la arquitectura portuguesa por razones históricas y geográficas entre otros, estuvo rezagada respecto a la cultura de otros países de Europa, como España, Italia, Francia, etc. Sin embargo, esta época fue fundamental para el desarrollo de esta cultura; más adelante, alrededor del reinado de Manuel I, durante el siglo XV, se minimizó la brecha entre dichas culturas, el estilo gótico fue predominante durante esta transición. Al estudiar cada uno de los periodos por los que atravesó la arquitectura portuguesa, su historia y la influencia que representó en cada uno de estos, comenzando por el período romano, pasando por el gótico, el barroco, hasta llegar a la arquitectura contemporánea de Portugal, se evidencia la evolución de la arquitectura y las consecuencias o aportes a la arquitectura mundial.
PERÍODO ROMANO: En el presente existe gran cantidad de aquellas edificaciones las cuales en algunos casos son únicamente vestigios, pero otros, aún tienen usos como teatros, templos, viviendas y otros edificios públicos. Conimbriga, el Teatro Romano y las Termas dos Augustais en Lisboa, el Templo Romano en Évora y las Ruinas de Cerro da Vila en Vilamoura son buenos ejemplos de esto.
PERÍODO MUSULMÁN: A la llegada del siglo VIII, la Península Ibérica fue ocupada por los musulmanes. Las ciudades eran grupos de casas mal equipadas, las calles eran alcantarillas al aire libre y se fundaron mezquitas y palacios para adorar a la religión cristiana recién establecida. Los materiales más comúnmente utilizados fueron los taipa a veces intercalados con mampostería de piedra.
ROMÁNICO (1100 – 1230): Durante la reconquista de la península ibérica, el fundador de la casa de borgoña en Portugal, el conde Henry, influenció la arquitectura con el estilo romántico; todo esto para renovar el cristianismo de estas poblaciones pero debido a que la reconquista empezó desde el norte hasta el sur de la capital, hoy día no existen evidencias de este periodo en sus edificaciones. El estilo románico que influenció la arquitectura de Portugal se puede dividir en 2 etapas, el primero es el cual se basó en la cultura francesa y determinó el diseño de las catedrales e iglesias en 2 disposiciones generalmente: orientada hacia el este u oeste las cuales cuentan con tres bóvedas de cuna y un campanario o dos campanarios y tres naves de cuna.
La segunda etapa del estilo románico se evidencia en la Abadía de Cluny en la cual se alteran las construcciones a un tipo más parecido al de una fortaleza debido a las paredes gruesas y aberturas, pero manteniendo los demás detalles. La construcción de la catedral de Évora representa el fin del periodo románico a diferencia de sus hermanos europeos, los cuales entraron a este periodo en el siglo XIII
GÓTICO (C.1230 – C.1450) El gótico llegó más tarde a Portugal que en el resto de Europa, muchas iglesias y sas románicas se ensancharon con un crucero gótico o con elementos de ese estilo. Algunos ejemplos son la Catedral de Oporto, la Catedral de Évora y el Convento de Cristo en Tomar. El Monasterio de Alcobaça comenzado en 1178, fue el primer edificio gótico construido en Portugal. El esplendor y la belleza de las iglesias góticas portuguesas difícilmente se enfrentan a muchos otros diseminados por toda Europa, sin embargo, el monasterio de Batalha, arquitectónicamente, supera a todos los demás edificios nacionales de la época.
GÓTICO TARDÍO – EL MANUELINO (1490 – 1520) En el reinado de Manuel I fueron donde comenzaron la mayoría de los edificios. Manuel I mezcla el gótico final con elementos renacentistas, la influencia de elementos contemporáneos platerescos, isabelinos e italianos, flamencos y mudéjares. Se distingue por la decoración exuberante, con motivos marinos naturalistas, cuerdas y una rica variedad de animales y motivos vegetales. Revela el creciente gusto por el exotismo desde el comienzo de la expansión. El primer edificio manuelino conocido es el Monasterio Jesús de Setúbal (1490-1510) del arquitecto Diogo Boitaca, considerado uno de los creadores del estilo, en el que colaboró con el escultor francés Nicolau de Chanterene. El intento de unificar el espacio interior en un salón de la iglesia, característico del renacimiento portugués, alcanza su clímax en la iglesia del Monasterio de los Jerónimos, completado en 1520 por el arquitecto João de Castilho. También hay elaborados portales con columnas en espiral, nichos y motivos renacentistas y góticos, como el Monasterio de Santa Cruz de Coimbra y la puerta engañosa de la Catedral Vieja de Coimbra. La Torre de Belém de Francisco de Arruda y la ventana del Capítulo del Convento de Cristo son ejemplos bien conocidos del estilo manuelino, que se extiende a otras artes, como la iluminación y la orfebrería.
RENACIMIENTO Y MANIERISMO (C.1520 – C.1650) El estilo clásico renacentista no prosperó en Portugal. Introducido a partir de la década de 1530 por arquitectos extranjeros, evolucionó naturalmente, pero lentamente, hacia el Manierismo. Un buen ejemplo del estilo renacentista puro en Portugal es La Ermita de Nuestra Señora de la Concepción (Tomar), 1532-1540, del castellano Diogo de Torralva. La pequeña iglesia del Convento do Bom Jesus de Valverde, en Évora, atribuida a Manuel Pires y Diogo de Torralva, es otra. De los ejemplos de la arquitectura civil renacentista son la casa de los picos de 1523 y el palacio de Bacalhoa.
Grandes testimonios de este estilo son la Iglesia de São Roque (Lisboa), iniciada en 1555 por Afonso Álvares, uno de los pocos grandes edificios de Lisboa que sobrevivieron al terremoto de 1755, y el magnífico claustro de dos pisos de D. João III en el Convento de Cristo en Tomar iniciado por Diogo de Torralva en 1557. Concluido años más tarde ya durante el reinado de Felipe II por el arquitecto real italiano Filippo Terzi, ambos evolucionaron hacia el manierismo, de los cuales el claustro es considerado uno de los más importantes ejemplos portugueses. Bajo la influencia de Terzi se formaron muchos arquitectos portugueses, de los cuales se destacaron: Miguel de Arruda – Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, Évora;
Baltasar Álvares – Sé Nova de Coimbra y la Iglesia de São Lourenço en Oporto; Manuel Pires (ingeniero militar) – Iglesia de Santo Antão en Évora.
TÉ DE ARQUITECTURA (1580 – 1640) Durante esta época se desarrolló el estilo Chão, que quiere decir en inglés arquitectura simple, esto sucedió durante el dominio filipino. Este consiste en el estilo manierista, sin embargo, su estructura era clara y robusta, sin decoración y llena de superficies lisas. Un gran cambio respecto al manuelino que era bastante decorativo. Esto fue consecuencia de los problemas económicos que trajo consigo ser parte de la monarquía española. Mientras tanto en España el Barroco era el estilo predominante, de esta manera se diferencian estas culturas. Algunos arquitectos relevantes para esta época son: Baltasar Alvares construyó la Iglesia de los Grillos en 1614 en Porto, João Turriano trabajo en la Remodelación del Monasterio de Tibães y el Monasterio de São Bento, Pedro Nunes Tinoco la Iglesia de Santa Marta en 1616, en Lisboa. Cuando el rey Felipe II arribó en Lisboa en 1619, se construyeron algunos arcos de triunfo provisional al estilo flamenco de Hans Vredeman de Vries. También está presente el azulejo y el tallado dorado con importantes elementos decorativos en la arquitectura religiosa portuguesa.
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