LA IMPRENTA COMO MEDIO EMBLEMÁTICO DE COMUNICACIÓN EN EUROPA XVI - XVIII EN RELACIÓN A LA DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO.

Universidad Autónoma de Tlaxcala

Enseñanza en lenguas

Culturas y civilizaciones transcontinentales

Agustin Quechol Zarate 2° “C”

LA IMPRENTA COMO MEDIO EMBLEMÁTICO DE COMUNICACIÓN EN EUROPA VXI - XVIII EN RELACIÓN A LA DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO.

Objetivo

Exponer los procesos y/o factores que intervinieron desde el origen de la imprenta, que hicieron posible el desarrollo de la ciencia y el arte en Europa.

Hipótesis

¿Cuál fue el origen de la imprenta y cómo fue su aceptación en Europa?

¿La imprenta resulto una herramienta que facilitase la difusión de la escritura?

¿Cuáles fueron los procesos sociales que la acompañaron?

¿Qué lograron las ciencias y las artes en el viejo mundo?

En la Edad Media la escritura en Europa la dominaban los curas católicos, quienes traducían únicamente los que a ellos les convenían ideológicamente, así que la mayoría de los escritos filosóficos y científicos del mundo griego se ocultaron por siglos. Ésta es una de las razones por las cuales la Edad Media pasó a la historia en una etapa la cual “evadió el conocimiento”. Pero la imprenta logró en poco más de 200 años modificar ésta realidad histórica. La imprenta produce algo que podríamos denotar como una revolución cultural. La impresión de libros deja de ser tan costosa, se acortan los tiempos de duplicación de los libros y se abaratan costos, por lo tanto los libros llegan a todos los niveles de la sociedad. Y como es de esperarse la educación al ser ya influenciada de esa manera fue cuestión de tiempo se produjera el Renacimiento, que como su nombre lo dice fue un renacer de todas las artes y ciencias en Europa.

Marco teórico

Para empezar a contextualizar iniciaré a partir de la segunda mitad del siglo XV donde el papel y la imprenta se difundieron ampliamente por Europa y por los territorios que conquistaron los europeos. Ambos instrumentos facilitaron registrar la mayor y más diversa información procedente de la ampliación del mundo ocupado, transformando los procedimientos de acopio, tratamiento y difusión de la información y el conocimiento. Asimismo, La creciente difusión de libros fuera de los monasterios, en las universidades y en círculos burgueses, así como la extensión de la escritura al registro de una mayor cantidad de documentos públicos y privados, contribuyó a que el papel acabara sustituyendo al pergamino. El bajo coste de la producción del papel favoreció la difusión de la cultura impresa. Y así de esta manera, a comienzos del siglo XVI todas las grandes ciudades de Europa tenían molinos papeleros.

Al igual que la pólvora, el medio que utilizaron los europeos para imponer su dominio por la fuerza, la imprenta y el papel no fueron inventados en Europa sino en China, y el conocimiento de su fabricación fue transmitido por los musulmanes a partir del siglo XIII. Pero su difusión en Europa no tuvo las mismas consecuencias sociales y culturales que había tenido en China o entre los musulmanes que la difundieron, lo que demuestra que no son las tecnologías las que determinan los cambios sociales, sino que, al contrario, el desarrollo tecnológico se desprende de las opciones y los intereses de las sociedades que potencian unas u otras tecnologías.

La imprenta, como muchos sabemos, no fue un inventó de Gutemberg. Ya que, las imágenes impresas habían abundado en los libros, estampas y naipes a partir del siglo XIII, gracias a la xilografía. La aportación de Gutemberg consistió en perfeccionar el sistema de imprimir chino que se había utilizado en Europa a principios de la Edad Media mediante la xilografía: mejoró el material con que se fabricaron los tipos móviles, la tinta para poder imprimir en papel. Pero, la rápida y amplia aceptación del papel y la imprenta en Europa pone de visible la existencia de una demanda creciente de copias de textos compartidos por parte de más y más grupos sociales implicados en la misión de una sociedad cada vez más amplia y diversa, como consecuencia de la expansión marítima iniciada con las cruzadas y ampliada a los océanos a partir del siglo XVI.

Por esta razón, los poderes religiosos y políticos quisieron manipularla a sus intereses desde el principio, y para ello desarrollaron diversos procedimientos de control tanto de lo que se publicaba (censura) como de lo que leía, también de los procedimientos que generaron numerosas réplicas y formas de evitar aquellos controles por parte de la iglesia y la política.

En cuanto a la Reforma protestante fue el primer movimiento religioso que utilizó la imprenta a gran escala para defender su ideario. Las Tesis de Lutero (Las 95 tesis de Lutero) se difundieron rápidamente gracias a la imprenta, y el reformador promovió la lectura y libre interpretación de la Biblia por cada creyente y para ello tradujo del griego al alemán el Antiguo y el Nuevo Testamento, obra que se considera la base de la lengua alemana moderna. (Dahl,S. (1990:124)

Por otro lado, Frente a los protestantes, la iglesia de Roma en el Concilio de Trento, creó el Index Librorum Prohibitorum para evitar la difusión de las ideas contrarias a la ortodoxia católica. A medida que se consolidaron las monarquías absolutas, desarrollaron sus propias formas de control y las aplicaron especialmente a las publicaciones informativas que proliferaron cada vez más: concesión regia del privilegio de imprimir, licencias para la publicación de una determinada obra, persecución y condena de quienes transgredieran estos controles. Además, crearon órganos de difusión de informaciones y propaganda para contrarrestar todo aquello que conseguían silenciar.

La oposición y resistencia a estos controles contribuyo a los conflictos sociales y políticos y estuvo en la base del desarrollo de las modernas formas de propaganda y contra propaganda. La independencia de los Países Bajos del Imperio de los Austrias y su organización en una república mercantil facilitó la consolidación de una industria editorial que se especializó en la difusión por los distintos estados europeos de publicaciones que eran censuradas por sus respectivos poderes políticos, entre las que destacaron las gacetas holandesas.

En otros lugares como en Francia, la imprenta estuvo dominada, desde Francisco I a un régimen que establecía la obligación de obtener un permiso o privilegio para publicar, y la censura ejercida inicialmente por las Universidades y después por la monarquía. El rigor con que Richelieu y Mazarino aplicaron las sanciones, que podían llegar hasta la pena de muerte, provocaron la revuelta de la Fronda en la que se multiplicaron las publicaciones conocidas como mazarinades. “No obstante, el sistema perduró. Gracias a la concesión real de Richelieu,

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