LA ISLA DE ALCATRAZ

LA ISLA DE ALCATRAZ

En este mundo hay un sin fin de lugares que nos podrían causar un gran terror, pero este en particular tiene tantas historias de terror como testigos y protagonistas.

“La isla de Alcatraz ubicada en el centro de la bahía de San Francisco (California) ha pasado a la historia como uno de los lugares más nefastos y tenebrosos de Norteamérica. Los relatos acerca de las torturas y vejaciones que sufrieron los reclusos y los sucesos misteriosos acaecidos entre los muros de la prisión de alta seguridad, empezaron casi de inmediato a su puesta en funcionamiento. Los informes oficiales no están nada claros, pero se cree que un mínimo de 64 presos murieron en cautiverio o tratando de escapar” (1).

Pero también existen testimonios que afirman haber presenciado apariciones fantasmales, escuchado ruidos extraños y bruscos cambios de temperatura en distintos lugares, incluso de muertes de reclusos en las celdas y fantasmas de presos que no han podido cruzar al otro lado y siguen en la prisión (2).

Historia de la Isla

En 1775 un explorador de origen Español llamado Juan Manuel de Ayala bautizo el enclave como “La Isla De Los Alcatraces”. Aunque cuentan las historias antiguas que la había encontrado tan inhóspita y misteriosa que no se decidió a explorarla el solo. Por lo que vale la pena señalar que las leyendas de los nativos americanos señalaban que esa isla era el hogar donde habitaban espíritus malignos (3).

Para conocer quien fue el primer propietario legal de la isla, tenemos que remontarnos al año 1846. En junio de ese año el gobernador mexicano de Alta California llamado Pio de Jesús Pico, cedió los derechos de propiedad a una persona llamada Julián Workman, que la única condición para adquirirlo era construir un faro. Julian construyo el faro como, y años después él le cedió su propiedad de la isla a su yerno Francis, que después el la vendió por 5.000 dólares a John C. Frémont que la hizo propiedad de Estados Unidos (4).

“En 1848 en virtud de la firma del "Tratado de Guadalupe Hidalgo", que puso fin a la guerra entre México y la nación americana, California entró a formar parte de los Estados Unidos de América. Los trabajos de fortificación de la isla se realizaron entre 1853 y 1858; que es cuando el primer destacamento formado por unos doscientos soldados, toman posesión de la isla. A raíz del estallido de la Guerra Civil Americana en 1861, es utilizada como centro de reclusión para prisioneros confederados” (5). Después de todo esto en octubre de 1933 el Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América adquirió la propiedad de la isla y en el año de 1934, entra a formar parte de la Agencia Federal de Prisiones.

Historia como Prisión

“La Roca”, como se le llamaba, fue un centro de reclusión donde se encerraban a los criminales que se consideraban demasiados peligrosos para otras cárceles, no del país, sino del continente, con el fin de enseñar cómo se debían comportar en las cárceles. Cabe destacar que “el primer preso en poner un pie fuera fue soldado confederado capturado durante la guerra civil. Soldados de la unión también fueron encarcelados en alcatraz por delitos como la desobediencia a un oficial y deserciones” (5).

“La primera fortificación de Alcatraz fue construida alrededor de 1850 y usada como prisión militar. Las autoridades consideraban que su aislamiento era garantía suficiente para coartar cualquier intento de fuga: imposible llegar vivo a la costa –decían- sin perecer a causa de las corrientes y las bajas temperaturas de las aguas” (6).

“Hacia 1912, allí se levantaba el edificio de cemento reforzado más grande del mundo. Pero fue en 1933 que Alcatraz selló su reputación como una cárcel diferente: se convirtió en “prisión de prisiones”, como la denominó la Oficina Penitenciaria Federal. ¿Qué significaba esto en la práctica? Que recibiría a la población carcelaria que resultaba demasiado indisciplinada para otros centros de detención en Estados Unidos” (7).

“Fue, además, un “modelo de prueba” para el sistema de custodia de 1×3 -un cuidador asignado por cada tres reclusos- que luego se extendería a otras prisiones federales. Su primer guardián fue James Johnston, quien consideraba la cárcel como un espacio de disciplina extrema, más que de rehabilitación y reinserción social de los condenados. Bajo su rigor, cada uno de ellos fue asignado a una celda individual: lejos de ser un lujo, el confinamiento solitario era un modo de evitar complots y confabulaciones” (8).

“La peor de las reglas en vigor, según se recoge de las experiencias de sus habitantes, era la de guardar extremo silencio: los reclusos sólo podían conversar durante los recreos de fin de semana. Y aquellos que mostraban mala conducta eran enviados al llamado “Agujero”, un espacio subterráneo en el que un castigado podía pasar semanas enteras” (9).

“En verano de 1934 comenzaron a llegar los primeros internos destinados a Alcatraz. Desde el primer día, se aplicó el criterio de que al super penal no fuera enviado directamente ningún recluso. Éstos habían de proceder de otras cárceles, en razón de la especial peligrosidad de cada uno. Así, en los demás establecimientos, constaba la advertencia de que el organizar motines, promover fugas, causar agresiones y demás enredos, traía consigo el castigo de ser trasladado a Alcatraz, perspectiva verdaderamente aterradora” (10).

Características de la Prisión

En la prisión los presos dormían de lado a lado y de pies a cabeza, se encontraban tirados en el suelo del sótano que estaba hecho de piedra, en el lugar no había agua corriente, ni letrinas. Estos hombres siempre se encontraban encadenados a cadenas de hierro que estaban enganchadas a una enorme bola (11). “Los gritos de sufrimiento de estos hombres se podían oír a veces por todos los bloques de celdas, cuando eran golpeados en las celdas de castigo o “agujero” como les llamaban. De allí solían salir los que lograban hacerlo, con neumonía y artritis después de pasar días o semanas en el frío suelo de cemento completamente desnudo. Muchos de los prisioneros que pasaron varios años en Alcatraz, terminaron locos”(12).

“Quedará como un misterio impenetrable de Alcatraz el de si se infligieron allí castigos muy poderosos, además del temible confinamiento en las celdas especiales cuyos detalles han quedado también en las sombras. Consta solamente que en algunas celdas los presos estaban encadenados al techo, rareza ésta que no se debía a ningún refinamiento

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