LA REBELION PERMANENTE | FERNANDO MIRES
Enviado por Felicitasbazan • 25 de Agosto de 2022 • Apuntes • 2.988 Palabras (12 Páginas) • 112 Visitas
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La Rebelión Permanente - Fernando Mires
Integración cultural II (Universidad Nacional de La Plata)
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LA REBELION PERMANENTE | FERNANDO MIRES
En todos los nuevos países hispanoamericanos la revolución de independencia llevo al poder al sector más poderoso de la clase criolla. Apenas desaparecieron las trabas jurídicas e institucionales se inició una recolonización hacia adentro, haciendo que esa clase poderosa de apropiara de nuevos territorios y destruyera los restos de sociedades y culturas que habían sobrevivido a la colonización española.
El nuevo tipo de estado no era por lo que los patriotas habían luchado en su independencia.
Se genera un nuevo escenario donde irrumpen ferrocarriles, bancos, créditos, barcos extranjeros tanto ingleses como norteamericanos. Era una nueva conquista.
Un país donde las contradicciones se hicieron más notables y el capitalismo alcanzo un desarrollo más violento fue México. Este país sería el escenario de luchas sociales. Burguesías emergentes en el comercio y la industria contra las oligarquías más tradicionales.
La sociedad mexicana surgiría sobre la base de un conflicto no resuelto entre las aspiraciones de la mayoría de la población y los privilegios de los pocos que estaban en el poder: La dictadura de Porfirio Díaz. Este hombre alcanzo el poder levantándose contra la elección de Benito Juárez, una vez fallecido Benito, se levantó contra la elección de Lerdo de Tejada por considerarla fraudulenta. En 1877 fue elegido presidente 2 veces hasta 1910. Díaz intento llevar a la práctica una política de tipo nacionalista, incluso pro-europea. Esa dictadura fue en expresiones políticas, una alianza entre la propiedad señorial y el capital extranjero. El capital extranjero entraba con tanta velocidad que eran predecibles los conflictos. Ya a comienzos del siglo XIX los extranjeros habían conquistado la hegemonía ideológica del gobierno. Tomaban elementos de la filosofía de Comte (positivismo) y rendían culto al progreso entendiendo este como concepto de industrialización. Consideraban que la única forma de que México rompiera su pasado feudal era vincularse con el capital extranjero, y para eso era necesario un gobierno autoritario.
La ilusión de industrializar México nunca se dio porque las inversiones se dirigieron rápidamente hacia la minería y la agricultura, los rubros tradicionales de exportación.
La vinculación entre México y EEUU era cada vez mayor en el comercio externo. El capital norteamericano se concentró fundamentalmente en el ferrocarril, sistemas de transporte y comunicación. Las áreas económicamente estratégicas del país estaban ocupadas por capital extranjero. La vinculación del país con el mercado mundial se da sobre la base de sobre explotación de los sectores sociales más débiles de la población: el campo.
La política agraria se caracterizó por la expropiación a las comunidades y pequeños propietarios y la extrema concentración de la tierra, que juntas constituyen la otra cara de la “modernización dependiente”. Se creó el “Decreto de Colonización de Terrenos Baldíos” y para cumplirlos fueron creadas las llamadas “Campañas Deslindadoras”; el saqueo de las propiedades indígenas y[pic 2]
campesinas. El gobierno pudo vender tierras públicas. Los mas afectados fueron los indígenas, casi desaparecieron. Pasaron a ser parte de un proletariado agrario andrajoso.
La lucha por las tierras había sido comenzada por los indios Yaquis mucho antes de la revolución. Su jefe, Cajeme había sido oficial del ejército mexicano. Cuando declararon estado de guerra Cajeme nombro diferentes puestos. Sobre la base de un sistema democrático, el caudillo indio adoptaba resoluciones de trascendencia general, convocando a asambleas populares. Otros poblados comenzaron a unirse a los Yaquis.
La oposición política a Díaz provenía de tres vertientes principales. La primera, constituida por unos pocos empresarios que se habían formado como consecuencia de la modernización dependiente del país. La segunda, por aquellos sectores sociales intermedios, en especial los miembros de las profesiones liberales aparecidos como consecuencia de la urbanización. La tercera era una naciente clase obrera industrial.
Con respecto a la primera, los sectores burgueses que estaban dispuestos a romper con el porfirismo eran una minoría, y sus posiciones de desacuerdo no los llevaba automáticamente a convertirse en revolucionarios. Aclaremos que la revolución mexicana no fue burguesa, sino anti- burguesa, popular, campesina y nacionalista.
En la segunda vertiente, los sectores intermedios, la inflación en los precios se hizo notable e intolerables, sumado a que a la clase media se le negaba la entrada a los clubes sociales de la aristocracia. Surgieron muchos resentimientos. Surgía una nueva visión en los intelectuales de clase media de redescubrir la idea de “pueblo”. Se crea entre contexto de huelgas el “Programa del Partido Liberal”, el documento más importante de la etapa precursora de la revolución.
En el reclamaban: trabajo manual en las escuelas primarias, mejor paga a los maestros, redistribución de tierras entre los campesinos, fundación de un banco agrícola, que los extranjeros no puedan adquirir bienes raíces, jornada laboral de 8 hs. y fin a la explotación infantil, salario mínimo, descanso de domingo obligatorio, abolición de las tiendas de raya, pensiones e indemnización por accidentes de trabajo, ley de derechos del trabajador y raza indígena protegida.
En cuanto a la vertiente obrera el desarrollo político era muy bajo, debido al desarrollo industrial desigual se encontraban en masas aisladas. Se daban en forma de núcleo, y los factores más influyentes fueron el crecimiento demográfico y los ataque sistemáticos a las propiedades comunales del campo.
El gobierno reacciono llevando a cabo fuertes masacres contra las huelgas. La revolución posibilito la creación del movimiento obrero, aunque ellos no fueron lo suficientemente fuertes para llevarla a cabo.
El encargado de unificar toda esta serie de manifestaciones para que actúen de verdad fue Madero, un empresario moderno que no compartia los limites oligarcas de Díaz. Creo un partido político, se vio obligado a pasarse al bando revolucionario para oponerse a Díaz y fue nombrado a la presidencia. Creo el Plan de San Luis y comenzó el movimiento armado.
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