LAS CULTURAS DE MESOAMÉRICA Y LA MEDICINA PREHISPÁNICA

El área geográfica denominada Mesoamérica cubría una parte del continente americano, desde la parte norte de la república mexicana hasta Centroamérica; llegaba con sus móviles fronteras septentrionales hasta los ríos Sinaloa, mayo y yaqui por el occidente; y hasta el panuco por el oriente, formando un repliegue profundo en la parte central continuando a la frontera meridional llegando a Belice, Guatemala y el salvador ocupando las partes occidentales de honduras, Nicaragua y costa rica, desde la desembocadura del rio motagua hasta el golfo de Nicoya .

Cabe mencionar que el movimiento migratorio de un grupo de los muchos que se desprenden del pueblo náhuatl concluye con su llegada a los islotes del lago de Texcoco para fundar la floreciente y esplendorosa cultura de los aztecas que supo aprovechar la herencia que en un largo proceso de aculturación se dio en su constante contacto con diferentes grupos y pueblos junto a los cuales paso diversos momentos históricos.

Durante décadas, estas culturas mesoamericanas se fueron sucediendo en periodos de creación, auge y decadencia, formando organizaciones solidas en lo urbano, en su escritura, en la escultura, así como en lo social, lo político y lo económico destacando la amplia área de comercialización que se generó en base de un intenso, constante y amplio intercambio de mercancías, de tal suerte que, productos del sur se encontraban en el norte, esto es, a gran distancia del lugar en que eran producidos y a la inversa; esta relación origino que también los diversos conocimientos y tecnologías en todo orden, se desarrollaran e intercambiaran recibiendo influencias y aportaciones de unas culturas a otras, como el caso del “chac-Mool”, figura humana recostada sosteniendo un recipiente sobre el vientre- con incrustaciones de joyas preciosas- labrada por los toltecas, encontrada a 1,300 kilómetros de distancia en chichen Itzá, tierra maya.

Centrémonos por el momento en la cultura azteca, la cual llego al Valle de Anáhuac en el año de 1168 n.e. y empezó a levantar sus templos en la ciudad de Tenochtitlan en 1325 año 4 cóatl

Según algunos autores su denominación originaria era tenochcas; es de suponer lo difícil que es precisar su número, ya que iniciaron su peregrinar desde la Isla de Aztlán, en el actual estado de Nayarit, estas cifras deben haber variado.

Una vez establecidos en el Valle (en el que encontraron la señal que sus sacerdotes les anunciaron: el águila sobre un nopal, devorando a una serpiente), emplear dichos conocimientos para extenderse y desarrollarse, creando una de las más grandes civilizaciones del mundo prehispánico en el breve lapso de tiempo comprendido entre los años 1168 y 1521 de nuestra era.

Cuando los aztecas se establecieron “bajo la sombra protectora” del Iztaccíhuatl y el Popocatépetl, la región era eminentemente lacustre, lo cual obligo a desarrollar un sistema de chinampas, para la agricultura, y de canoas para trasladarse entre un lago a otro: al norte, el lago Xaltocan; al centro el lago de Texcoco, creándose al sur de este la gran ciudad de arquitectura majestuosa; después el lago de Xochimilco y completamente al sur el lago de Chalco.

Los conocimientos tanto científicos como técnicos, que se generaron en las culturas pre-aztecas fueron diversos y de gran importancia, además de profundos, lo cual permitió desarrollarse en la arquitectura, la astronomía, la botánica, la medicina y otros muchos campos del saber, lo cual queda evidenciado en los restos arqueológicos y arquitectónicos que aun hoy podemos admirar como mudos testigos de su grandeza.

Para poder entender el porqué de este auge, cabe señalar que ninguno de estos conocimientos surgen de manera autónoma, ya que todos se generaron de manera interrelacionada, integrándose en una gran cosmogonía del mundo y de la vida, que hace que todas las concepciones del mundo de los antiguos nahuas, tenga un sentido y una razón de ser, dado que se dieron en base a explicaciones que eran compartidas, entendidas y respetadas por todos.

Entre mezclando los acontecimientos cotidianos con lo sobrenatural (día-noche, sol-luna, vida-muerte, calor-frio, fuego-agua, salud-enfermedad; así como los eclipses, los terremotos, erupciones volcánicas, etc.) se establecen las bases

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