LOS DERECHOS INDIGENAS Y LA NUEVA CONSTITUCION BOLIVIANA
Enviado por wilebaldo10 • 22 de Agosto de 2011 • 9.126 Palabras (37 Páginas) • 1.110 Visitas
LOS AVATARES DE LOS DERECHOS INDIGENAS
Y DE UNA CONSTITUCION PLURICULTURAL
-EL CASO BOLIVIANO-
ANTECEDENTES: Los pueblos indígenas en Bolivia
Bolivia es un país con una amplia diversidad geográfica, biológica y cultural. Sus fronteras se extienden desde la cordillera de los Andes hasta la cuenca del Amazonas y cuenta con 9.7 millones de habitantes, de los que casi el 70% se identifica con poblaciones indígenas de 36 culturas diferentes. Bolivia tiene abundantes recursos minerales y energéticos. Cuenta con la segunda reserva de gas natural más importante de América del Sur. También tiene zinc, plata, estaño y litio. El país ha estado sometido a siglos de colonialismo, a los intereses de las industrias extractivas y a las haciendas (latifundios), que expropiaron las tierras de los pueblos indígenas y los sometieron a una despiadada explotación.
La acción social indígena en Bolivia se remonta a la Colonia. Desde entonces la región andina registra rebeliones ante la opresión del poder colonizador. En el siglo XIX, una de las más importantes fue la encabezada por Pablo Zárate Wilca (1889-1900) en demanda de restitución de tierras comunales y la autonomía de su sistema de autoridades. Así mismo, las tres primeras décadas del siglo XX presenciaron docenas de ataques a ciudades, pueblos y haciendas, mientras que una alianza de indios y mestizos (la Liga Socialista Pro defensa India) protagonizó una rebelión a gran escala en 1927, que fue brutalmente reprimida por el ejército.|
Mas tarde, en 1932, la resistencia de los comuneros a la conscripción militar de la desastrosa guerra del Chaco fue una especie de rechazo a la nación liberal. La guerra del Chaco (1932-1935) entre Paraguay y Bolivia, permitió a los indígenas tener alguna noción sobre “la defensa nacional”; además que a partir de la derrota de Bolivia en dicha guerra, sirvió como caldo de cultivo para propiciar el surgimiento de un proyecto nacionalista diferente al de los nacionalistas tradicionales, que aspiraban a una nación con una identidad nacional que excluía lo indígena.1 En este proyecto, es de destacar el papel del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), que surgió después de la Guerra del Chaco como un movimiento nacionalista popular, cuestionando las políticas entreguistas de los gobiernos oligárquicos controlados por terratenientes y propietarios de minas de estaño, que gobernaron Bolivia de 1935 a1952. El MNR forjó una alianza entre la clase media y sectores obreros y elaboró un plan nacionalista hacia la toma del poder, lo que consigue finalmente a la cabeza de Victor Paz Estenssoro (que regresó de su exilio) en lo que se conoce como la Revolución Nacional de 1952, en la que se dieron levantamientos populares que posibilitaron que se le reconociera el triunfo obtenido en los comicios presidenciales celebrados en 1951.
Bajo el gobierno de Paz Estenssoro se emprendió un amplio programa de reformas de gran calado: nacionalización de minas y el control estatal de la exportación de estaño, Reforma Agraria (parcelación de tierras para distribuir entre los indígenas), la prospección de pozos petrolíferos por empresas extranjeras, voto universal y Reforma Educativa entre otras políticas de gobierno, desarrolladas por el MNR de 1952 a 1964 (primero por Paz, luego por Siles Suazo y al final nuevamente por Paz Estenssoro.
1 Cf. Soledad Condore: Antecedentes del reconocimiento a la diversidad cultural en Ecuador Bolivia y Guatemala: El caso de Bolivia, en La población indígena y la reforma del Estado en Guatemala pp. 66-70: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Sede Ecuador. Junio de 2007. (versión electrónica). www.flacsoandes.org/dspace/bitstream/10469/415/7/05.
Cabe aclarar que en los periodos en que volvió a gobernar el MNR (1985-1989; 1993-1997; y 2002-2003) dicho partido promovió reformas económicas de corte neoliberal, y la privatización de las empresas estatales, olvidando su doctrina nacionalista y revolucionaria de los años '50. (Cualquier parecido con partidos hegemónicos mexicanos es mera coincidencia).
Pero retomemos la cuestión indígena. A fines de los 60’s, surgió un movimiento indígena que toma presencia política regional, conocido como el Movimiento Katarista, en memoria de Tupaq Katari, líder de una gran rebelión que se dio en Bolivia en 1780; este movimiento es integrado principalmente por jóvenes aymaras educados en La Paz. En 1973 publican el Manifiesto Tiawanaku, reivindicando su indianidad frente a la política homogenizante desarrollada por el MNR y luego por los militares. Los katarista desarrollaron una intensa labor cultural tanto en la ciudad como en el campo, realizaron programas radiofónicos y publicaciones en lengua aymara, así como investigaciones históricas y sociológicas destinadas a generar visiones propias sobre lo indígena y étnico, en buena parte contando con el apoyo de ONG’s y en particular del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado de los jesuitas.2
Posteriormente en 1978, participan en la fundación de la nueva federación nacional de sindicatos la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), que alcanzó una dimensión nacional, y que en los 80’s fue liderada por los kataristas. Desde la CSUTCB se promovió la elaboración de un nuevo proyecto de Estado boliviano, que planteó no sólo el multiculturalismo sino también el multinacionalismo. Después de los ochenta la CSUTCB perdió la fuerza inicial que los caracterizó, pero la idea del Estado multinacional formaba parte de las demandas de prácticamente todas las organizaciones populares.
En Bolivia, el cambio de actitud por parte del gobierno empezó a darse lentamente, recién con el retorno a la democracia en 1982. Pero aún así, la participación directa de los indígenas en política estuvo limitada, ya que su Constitución exigía la mediación partidaria en todos los procesos electorales, incluso los de nivel municipal. Los cambios más significativos empezaron en el gobierno de Jaime Paz (1989-1993), que fué uno de los primeros en el continente en ratificar el Convenio 169 de la OIT 3, presionado por la masiva e histórica marcha indígena de 1990 “por el territorio y la dignidad”, que logró un gran apoyo y simpatía popular.
Así, de cara al nuevo proceso electoral y para captar votos, el candidato del MNR, Gonzalo Sánchez de Lozada, incorporó como candidato vicepresidencial al aymara Víctor Hugo Cárdenas. Durante su gobierno (1993-1997) se reformó la Constitución, reconociendo el carácter “multiétnico y pluricultural” del país, el derecho de los pueblos indígenas a mantener sus recursos y su forma de vida, incluida su lengua, su organización y su forma interna de administrar justicia.
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