LOS GREMIOS

ARTESANIA E INDUSTRIA

PRODUCTOS:

Aunque muy inferior a la agricultura, en términos numéricos, la industria no fue un sector insignificante de la economía medieval, sino que creció con el paso de los siglos. Al principio de la Edad Media la capacidad técnica experimenta un ligero retroceso, pero, a partir de entonces, las innovaciones se multiplican, de tal modo, que no existe una interrupción entre la época medieval y la apoca moderna.

La industria mas importante es, sin ninguna duda, la textil, y de aquí viene que la materia prima mas importante sea la lana y el producto a su vez, el paño. Las diferencias de tipo y calidad producida en las distintas regiones, explican la extensión del comercio dentro de Europa. Además de la lana, se fabrican otros productos como el lino, en Francia, y la seda y el algodón, en países como en Italia y en la España musulmana.

A lo largo de esta época, trabajan en los talleres produciendo materias primas dos tipos de trabajadores: los más especializados y los menos especializados. Los trabajadores mas especializados (tintoreros, bataneros, esquiladores y tejedores) se organizaban en gremios, la industria estaba dominada por los comerciantes que compraban la materia prima y vendían, así, el producto final. Por otro lado, los trabajadores menos especializados no estaban organizados en ningún tipo de grupo y trabajaban para los comerciantes.

Hacia el siglo XII se extienden por Europa una serie de innovaciones que producirán un aumento en la productividad laboral, alguno de ellos es: el telar a pedal, que sustituyo al simple bastidor; el torno de hilar, que sustituyo a la rueca y al batán.

Por otro lado, la industria de la metalurgia y sus industrias auxiliares experimentaron un progreso notable en la última parte de la Edad Media. El cobre y el bronce se introdujeron en la vida cotidiana de la gente, juntándose con la entrada de numerosas mejoras tecnológicas (energía hidráulica aplicada a fuelles y martillos).

Otra industria de uso práctico fue la del cuero. Junto a su utilización en sillas de montar, arreos, y guarniciones, se usaba también, en el mobiliario, indumentaria, y en los equipos industriales, en fuelles y válvulas. La carpintería paso a ocupar, en la industria medieval, un espacio mayor del que había tenido en la antigüedad, con cientos de usos.

Durante esta etapa también se generaliza en Europa el uso del astrolabio y de la brújula, conectados, con los adelantos en técnicas de navegación y de diseño naval que ayudan a trazar la frontera entre la edad media y la edad moderna. Otras innovaciones como el jabón, las armas de fuego o la pólvora se extendieron considerablemente, aunque ya no eran una novedad total.

A partir del siglo XIV hicieron su aparición los primeros precursores de los modernos altos hornos, y la organización de mineros y metalistas en comunidades libres de artesanos facilitó el cambio tecnológico.

ORGANIZACIÓN:

El incremento del comercio, de las rutas comerciales y de metalistas en comunidades libre la especialización, sirvió, en principio, de aliciente para el surgimiento de agrupaciones de comerciantes, los cuáles, luchaban por la defensas de unos intereses comunes. La ‘’cuna’’ de estas agrupaciones se sitúa en el centro de ciudades ricas en producción agrícola, como pueden ser: Flandes, Artois, Mosa, Amiens o Lieja, y en los valles de ríos como el Rhin o el Sena. Aquí los habitantes llevan a cabo reuniones en torno a un oficio o industria específica, como los gremios de Cudillero o París, e incluso la venta de agua en los valles de los ríos mas importantes.

Cuando hablamos de gremios tenemos que referirnos a ellos como la asociación oligárquica formada por los maestros, oficiales y aprendices de un mismo oficio, regida por ordenanzas o estatutos especiales.

Los gremios surgen en Europa durante la Baja Edad Media, hacia los siglos XI-XIII, aunque algunas hipótesis, han sugerido que son producto de una larga tradición de asociación que se remontaría a la época de la Roma Antigua, dónde existían grupos profesionales asociados. El origen de estos agrupamientos artesanales se inserta en el marco de iniciativas señoriales, como lo demuestra el hecho de que en muchas regiones los maestros que presiden el oficio o gremio fueran designados por el señor u obispo de la localidad. Sus propósitos tuvieron, esencialmente un carácter económico y social, consistiendo, principalmente, en el control de la oferta y de los precios de los productos que facturaban, así como, su intención de obtener la protección de las autoridades para poder llevar a cabo sus actividades y el derecho de regularlas detalladamente, sin correr ningún peligro.

En algunos países, como es Francia,

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