LOS TIEMPOS HISTORICOS DE BRAUDEL
Enviado por PRAXIS • 4 de Octubre de 2011 • 954 Palabras (4 Páginas) • 1.206 Visitas
Los tiempos históricos de Braudel
Por Israel Nungaray González
Fernand Braudel es uno de los historiadores más importantes del siglo XX. Formó parte de la Escuela de los Annales e introdujo una nueva concepción del tiempo histórico[1]. Originario de Francia, escribió obras como El Mediterráneo: el espacio y la historia, Las civilizaciones actuales. Estudio de historia económica y social, La Historia y las ciencias sociales y Civilización material, economía y capitalismo. Siglos XVI-XVIII[2].
Siguiendo una línea distinta a la historia tradicional, Braudel elaboró una teoría que intentaba ubicar mejor los sucesos históricos, incluso también funcionaba para determinar su trascendencia histórica. La historia tradicional trabaja con el tiempo corto o breve, y maneja un “relato precipitado, dramático, de corto aliento”[3]. La nueva historia debía de trabajar con otra temporalidad que tomara en cuenta los procesos cíclicos y las posibles variaciones que sólo pueden detectarse si se estudian dentro de un espacio de tiempo de larga duración que hipotéticamente abarcaría muchos años, décadas y en ocasiones hasta siglos.
El tiempo corto
Braudel relaciona al tiempo corto con la crónica periodística pues esta se encarga de retomar hechos rápidos, efímeros, espectaculares y algunas veces de mínima trascendencia. Noticias que deben salir a la luz sin dar lugar a la reflexión por la velocidad con la que son presentadas. Anuncios sobre accidentes, alza de precios, crímenes y desastres naturales. Asuntos cotidianos, a fin de cuentas. El valor del tiempo corto se mide de acuerdo al dramatismo y a la explosividad de lo que relata. Trabajar de esta forma con el pasado reduce el horizonte de análisis y puede resultar contraproducente pues “el tiempo corto es la más caprichosa, la más engañosa de las duraciones”[4]. Una razón de peso, sobre todo cuando se observa el recelo que los historiadores manejan hacia la historia oficial o tradicional, aquella que recoge los eventos de mayor relevancia y los ubica en un nivel de apreciación general, ideal a intereses particulares y en ocasiones, hasta políticos. La historia entendida de esta forma esta cimentada sobre el tiempo corto, el encargado de recoger los “grandes acontecimientos”.
La larga duración
La historia nueva requería una renovación, o en palabras de Wallerstein hacía falta “replantear las estructuras de conocimiento y de lo que en realidad sabemos sobre como funciona el mundo social”[5]. Si observamos nuestra realidad del presente hacia el pasado o viceversa, en sincronía, entonces no nos hace daño revisar la aportación de Fernand Braudel.
La larga duración tiene antecedentes en los siglos XVIII y XIX con gente como Ranke, Burckhardt o Michelet, quienes aumentaban su rango de interés en los temas históricos. Un paso fundamental hacia un estudio de larga duración en las ciencias sociales -y en particular la historia- lo dio la arqueología, disciplina que utiliza grandes periodos cronológicos para justificar su teoría.
Era necesario replantear la metodología, incluir y sobre todo comprender en que momento aparecen las coyunturas, los ciclos,
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