La Actuación De Sixto En El Conflicto Del Cenepa

1. La política del presidente Sixto Durán-Ballén en el diferendo limítrofe con el Perú fue tomar como bandera la declaración realizada por el presidente Galo Plaza Laso, la cual manifestaba la inejecutabilidad del Protocolo de Río de Janeiro, mensaje que fue expresado en el mensaje de posesión presidencial del 10 de agosto de 1992. De hecho en las conversaciones con el presidente Fujimori como con los embajadores de los países garantes, siempre se buscó una solución de continuidad territorial y soberana hasta el río Amazonas. Se ha dicho que el presidente Durán Ballén reconoció la validez del protocolo, sin embargo el afirma que no reconoció la validez, sino la vigencia del mismo.

2. Durante la duración del conflicto hay que destacar la férrea y fervorosa unidad nacional con que Ecuador respondió a la nueva agresión peruana. Esa unidad se manifestó en la cúspide oficial; las tres funciones del Estado se presentaron sólidamente unidas desde el primer momento y así estuvieron durante todo el conflicto. Los presidentes delas tres funciones aparecieron juntos ante el pueblo de Quito en los balcones del palacio de Gobierno, y fue entonces cuando el presidente dio la consigna de no retrocedes – ¡Ni un paso atrás!- a las fuerzas armadas, en rechazo a la resolución de los países garantes de proponer simultáneamente a los dos países, Ecuador y Perú, que se retirasen ocho kilómetros de sus respectivas posiciones. Esa consigna, expresaba la decisión ecuatoriana de resistir, no ceder, de dar batalla y persistir en ella. La unidad nacional no se manifestó solamente en la cúspide del Estado con la reunión pública de los presidentes de las funciones, sino también con de los ex presidentes y vicepresidentes de la República, en las multitudinarias manifestaciones populares que se efectuaron en todo el país esos días, como repudio a la agresión peruana y en apoyo total al gobierno de Durán Ballén y su conducción de la política internacional, así como de la unanimidad con los editorialistas de las más diversas tendencias ideológicas y de las posiciones partidistas más opuestas hicieron causa común con Durán Ballén en los medios de comunicación de todo el país: apoyaron de cididamente su planteamiento, decisiones y gestiones.

3. El gobierno de Ecuador no se limitó a acudir a los garantes, recurrió a la vez a la OEA, a las Naciones Unidas, y hasta podría decirse que, en esos días de finales de enero y febrero de 1995, terribles para el país, tal vez no dejó puerta sin tocar. El presidente estaba en todo y todo lo dirigía. Su estado de salud no era del mejor, pues a finales de noviembre de 1994 había tenido que someterse a una segunda operación de la columna vertebral. El cumplimiento del deber le obligó a superarlo todo y a actuar como si estuviese en plenitud de vida y salud.

4. A pesar de que fue un conflicto corto de 5 semanas las pérdidas económicas

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