La Democracia En Colombia
Enviado por YUMONACH • 29 de Agosto de 2011 • 2.475 Palabras (10 Páginas) • 1.317 Visitas
Análisis del discurso mediático frente al programa colombiano Agro Ingreso Seguro (AIS)
¿UNIFUENTISMO Y OBJETIVIDAD?
Ocurrencias de los medios y escudos en la ética periodística
Partiendo de los cambios que irremediablemente ha tenido la sociedad, debido a la inmersión de las nuevas herramientas tecnológicas y el creciente afán por hacerle más fácil la vida al ser humano, se puede deducir que ésta, en la actualidad, ha logrado restarle importancia a las instituciones antiguas como la escuela, la iglesia o la familia, y sentado en su lugar a los medios de comunicación, la democracia (en su sentido puramente occidental), la tecnología y la globalización. La sociedad ha pasado como lo describe Zygmund Bauman en el prólogo de su libro Tiempos Líquidos de una “fase ‘sólida’ de la modernidad a la ‘líquida’: es decir, a una condición en la que las formas sociales (las estructuras que limitan las elecciones individuales, las instituciones que salvaguardan la continuidad de los hábitos, los modelos de comportamiento aceptables) ya no pueden mantener su forma por más tiempo, porque se descomponen y se derriten antes de que se cuente con el tiempo necesario para asumirlas y, una vez asumidas, ocupar el lugar que se les ha asignado” .
Es así que en una gran mayoría de países donde dicho afán por el facilismo y un acelerado y no bien planeado proceso de globalización, afecta los intereses y estilos de vida de las clases más vulnerables y con menos peso en la balanza social. Tal es el caso de Colombia, un país subdesarrollado cuyo último gobierno se ha visto obligado a crear programas de emergencia para contrarrestar el impacto de sus ideas expansionistas. En abril del año 2007 el Congreso de la República (el principal parlamento de ese país) aprobó un proyecto creado por el Gobierno desde el Ministerio de Agricultura (en cabeza del conservador Andrés Felipe Arias), para proteger los ingresos de los productores, campesinos y trabajadores del agro que podrían resultar afectados ante la internacionalización de la economía. Dicho proyecto se promocionó como un impulso a la productividad y a la competitividad, además como una acción contundente para disminuir la desigualdad en el campo. El objetivo era reducir el impacto y/o los efectos negativos ante la eventual firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos (ya aprobado por el congreso colombiano, pero no aún por el norteamericano), mismo que hoy se negocia con otros países en la Unión Europea.
El proyecto pretendía aplicar 500 mil millones de pesos colombianos (mil millones de pesos argentinos aproximadamente) anuales durante 10 años para proteger y reconvertir el campo colombiano; aprobar subsidios para pequeños productores en la compra de ganado y equipos para trabajar la tierra; dando también garantías a quienes invirtiesen en agroindustria, reforestación y proyectos agropecuarios. Según la ley aprobada, “la distribución de los recursos se haría desde el Ministerio de Agricultura mientras el Gobierno Nacional apoyaría a los Departamentos con bajos índices de productividad y competitividad; así mismo determinaría la matriz de distribución regional que permitiera la aplicación de criterios de equidad en la inversión del programa AIS” .
Sin embargo, un año después de la entrada en vigencia del programa y tras la renuncia de Andrés Felipe Arias para promover su precandidatura a las elecciones presidenciales del 2010 por el Partido Conservador Colombiano (PCC); la revista Cambio, medio de opinión recientemente adquirido por la Casa Editorial El Tiempo que “ha tratado de mantenerse independiente de los partidos, de las castas políticas, de los grupos económicos y de los coqueteos del poder” , realizó una denuncia por irregularidades en la entrega de los subsidios, el dinero y los productos. El impreso aseguraba que el proyecto, hasta la fecha, no había favorecido a pequeños productores o campesinos, por el contrario entre los beneficiados mencionaba a varias familias adineradas especialmente de la Costa Atlántica, además de reinas de belleza, comisionistas de bolsa y allegados al gobierno (muchos de ellos supuestos patrocinadores de las dos campañas de Álvaro Uribe a las elecciones presidenciales). A partir de esta noticia los medios nacionales empezaron el seguimiento al programa AIS, algunos simplemente haciendo mención diaria del tema, otros profundizando con investigaciones y otros, a priori, ‘esbozando’ consecuencias.
Es por eso que hacer un análisis de la forma en que se construye la información a partir de los hechos en los medios de comunicación es sumamente importante para lograr un pequeño atisbo (pues es difícil que un análisis así, dé como resultado una verdad irrefutable) de lo que se esconde detrás de quienes están detrás de la Industria informativa, más aún cuando los medios masivos, gracias a la globalización, han transformado su labor periodística, esa por la que fueron llamados ‘el cuarto poder’ “que era, en definitiva, el poder del que disponían los ciudadanos para criticar, rebatir, oponerse, en un marco democrático, a decisiones legales que podían ser inicuas, injustas, y hasta criminales contra algunos ciudadanos inocentes” , en una suerte de mercado de compra y venta de información por publicidad o información que beneficia el consumo, como explica el director del diario francés Le Monde Diplomatic, Ignacio Ramonet.
Durante el ejercicio realizado (con el fin de lograr el pequeño atisbo), fueron analizados dos medios: los diarios El Tiempo y El Espectador, ambos privados pero con manejos diferentes de la misma información. En primer lugar se analizaron algunas de las publicaciones de El Tiempo, entre el 25 de septiembre y el 20 de octubre. En ellas el periódico deja ver su favoritismo por el uso de las fuentes gubernamentales, evidenciándose una fuerte limitación de todos los comentarios que puedan afectar negativamente a la imagen del ex ministro Arias. Más aún, el diario se abstiene de hacer mención a las falencias que permitieron desviar los objetivos y beneficiarios del programa, como también realiza una desvinculación constante de Álvaro Uribe o su gobierno con el escándalo, dando responsabilidad directa al Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (ICA), ente encargado de la selección de las personas que accedían a estas ayudas.
El periódico utiliza los testimonios del mismo Arias para neutralizar su responsabilidad frente a la entrega de los subsidios “Si alguien llega a demostrar que Andrés Felipe Arias movió un dedo para favorecer al hijo del doctor (Alirio) Villamizar (senador detenido por el escándalo de las notarías ), que influyó, que tuvo alguna injerencia, si alguien llega a demostrar
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