La Edad Media

La Edad Media

podríamos pensar la Edad Media de una manera distinta: nació tras la caída del Imperio Romano y con el inicio del señorío de los bárbaros de sonorísimos nombres, como los visigodos y los ostrogodos. Asimismo, estuvo marcada por el poder y la presencia de una nueva religión que, tras convertirse en la fe oficial de los romanos, terminó cubriendo —no sin esfuerzos ni batallas—

los grandes filósofos de este larguísimo período —como Agustín de Hipona, Tomás de Aquino o Guillermo de Ockham— abrieron nuevas rutas al pensamiento y, aunque muchos no lo crean, algunas de sus ideas dieron paso a la modernidad, que terminó chocando con el medioevo desde mediados del siglo xiii. Así pues, la Edad Media no es la oscuridad absoluta o la ignorancia sin remedio; su luz, por ejemplo, aún se muestra en una de las instituciones a las que mayor valor damos: las universidades surgieron en aquella época y se mantienen hasta nuestros días.

Como es de suponerse, el principal interés de aquellos filósofos se encontraba en la idea de dios y las relaciones que los seres humanos deberían de tener con la divinidad; sin embargo, no debemos creer que la teología es lo único que marcaba sus páginas: sus indagaciones sobre lo divino también dieron paso a la reflexión sobre el hombre, el poder y el gobierno.

Evidentemente, las ideas de Agustín no ofrecían un mundo agradable: el hecho de que los seres humanos estuvieran irremediablemente condenados y sólo dios pudiera salvarlos era un asunto más o menos serio, la situación de las mujeres y la presencia de la Iglesia en los ámbitos públicos tampoco eran poca cosa.

Agustín estaba convencido que existían los dos mundos que tomó de Platón: el de los seres humanos y el de dios. Según Agustín, esta distinción señalaba perfectamente la existencia de un Estado secular (el mundo de los hombres) y la Iglesia cristiana (el mundo de dios). Este hecho era fundamental para la Iglesia: si la jerarquía eclesiástica y su institución eran idénticas al mundo celestial resultaba obvio que la jerarquía terrenal debía subordinarse a ella en un intento por alcanzar la perfección.

Agustín de Hipona 354 d. C.- 430 d. C.

el primer filósofo que nos ofrece una primera respuesta total a estos problemas.

La vida de Agustín es fascinante: no sólo contamos con su autobiografía —conocida como las Confesiones—, pues también tenemos algunas novelas francamente interesantes sobre su historia, justo como sucede con Vita brevis de Jostein Gaarder.

355- - Juliano (el apóstata), nombrado césar de la parte occidental del imperio romano, comenzará una campaña militar en la Galia al año siguiente para sofocar la revuelta de los francos, comandados por Silvano: Posteriormente, el año 357, restablecerá las fronteras del Rhin.

- Victorias del arrianismo en el seno de la iglesia cristiana.

365 - Agustín continua sus estudios en Madaura.

372 - Nace Adeodato, hijo de Agustín y de su amante, probablemente llamada Floria Emilia (aunque Agustín no reveló su nombre en las "Confesiones") El 371-2 tiene lugar la persecución de filósofos paganos (complot de Antioquía).

373 - Agustín se adhiere al maniqueismo, tras la lectura del Hortensio, de Cicerón. Probable estancia en Tagaste. Persecución del donatismo, que será prohibido el año 376.

386 - San Agustín se convierte al cristianismo. Ese mismo año se establecerá en Casiciaco, cerca de Milán, con su madre, su hijo y algunos amigos, y comienza a escribir sus primeras Epístolas. Se propone llevar una vida ascética, apartada de la disipación de su vida anterior.

De esta época son: Contra Academicos, De Beata Vita, De Ordine, De inmortalitate animae.

388 - Se traslada a Tagaste, donde fundará un monasterio en el que permanecerá hasta el año 391.

En este periodo escribe: De libero arbitrio, De vera religione, De quantitate animae, De Magistro, De Musica, De moribus Manichaeorum, De Genesi contra Manichaeos.

413 - Comienza a escribir el "De civitate Dei" (22 libros, terminada en el 426).

- El concilio de Cartago condena el donatismo.

- El concilio de Éfeso condena el nestorianismo.

419 - Comienza sus últimas obras: De anima et eius origine, De gratia et libero arbitrio, Ad Valentinum, Retractationes.

430 - Muere San Agustín, en Hipona, que se encontraba sitiada por los vándalos de Genserico, y que posteriormente sería tomada y arrasada

Tomás de Aquino 1225 d.C. – 1274 d.C.

La pregunta que se hacía Tomás de Aquino no era sencilla. Sin embargo, él propuso una respuesta sumamente inteligente donde los sentidos y la razón se unen a la perfección para seguir los dictados de Aristóteles.

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