La Educacion Del Hombre. Federico Froebel

“La educación del hombre”

Federico Froebel.

Es relevante la forma en como Federico Froebel atribuía la existencia de una ley eterna y única que gobernaba el universo a factores internos a través de la naturaleza y externos como lo es la inteligencia del individuo. Tiempo atrás se concebía a dios como una unidad en la que todo provenía de él, siendo este el único principio de todas las cosas.

La lectura nos establece que la educación del hombre es la vía o el medio por el cual se conduce a sí mismo, a ser inteligente, racional y consiente permitiéndole además a desarrollar, ejercitar y manifestar todo aquellos conocimientos que posee dentro de sí mismo llevándolo a su verdadera vocación de manera espontánea y libre. El espacio y el tiempo son dos elementos que determinan los conocimientos que adquiere el niño inicialmente y los cuales posteriormente comprenderán las bases de su futuro permitiéndole ser un individuo analítico, racional, observados, capaz de crear sus propias hipótesis, autónomo y resolver cualquier problema que se le presente en su actuar diario.

Podemos afirmar que “La educación tiene por objeto formar al hombre en base a su vocación, enseñándole la sabiduría propiamente dicha”…

En base a lo anterior podemos decir que la educación se debe de aplicar por los padres y maestros propio a la naturaleza de cada individuo, es decir a su propio paso puesto que esto contribuirá a que el niño se desarrolle en base a sus necesidades e intereses partiendo de sus experiencias previas. Lo padres se centran en proveer las necesidades de los niños sin ser justamente una necesidad como tal limitando su desarrollo, por ello es indispensable que el docente propicie y de pauta q que este sea partícipe de todas las actividades es especial aquellas que le demanden la exploración y la manipulación de los objetos. Actualmente para los padres, su único objetivo es satisfacer las necesidades de los niños sin contemplar que no todas estas favorecen su desarrollo integral sino al contrario, la entorpecen privándolos del alcanzar el punto más elevado de su desarrollo y de su desenvolvimiento. Es preciso que los diversos grados de vida del hombre conocidos también como edades del infante (niño, adolescente, hombre y anciano) sean respetados como una cadena sucesiva y jamás interrumpida.

Existe la necesidad de que el hombre sea estimulado a manifestar su actividad por sus obras, la actividad de los sentidos y de los miembros; es en esta etapa en la que deben cultivarse el amor al trabajo. En este momento del desarrollo la actividad de los sentidos, la criatura como Froebel lo solía llamar manifiesta espontáneamente el interior al exterior.

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