La Educación Socialista De Lázaro Cárdenas
Enviado por marisolblopez • 9 de Octubre de 2014 • 1.962 Palabras (8 Páginas) • 1.831 Visitas
Introducción.
El tema de las reformas educativas es idóneo para favorecer el diálogo entre quienes se ocupan de la educación del presente y aquellos que incursionan por su ayer. Los primeros tienen como preocupación central cómo innovar el sistema educativo. Considerar procesos de transformación acontecidos tiempo atrás podría serles de utilidad para resolver los retos que se les presentan.
El conocimiento de la trayectoria histórica de la educación es medio insustituible para idear y poner en práctica propuestas de cambio. Entre otras cosas, obliga a reconocer que la solución de los problemas educativos actuales exige sensibilidad hacia el pasado de las instituciones e ideas y de los sujetos que en ellas intervinieron.
El mecanismo utilizado en el cardenismo, retomó la promoción de sentimientos socialistas como la fraternidad, el patriotismo, el amor, el optimismo y la igualdad. Mismos que se hicieron presente tanto en la sociedad como en la educación.
La educación socialista de Lázaro Cárdenas.
El periodo de gobierno del general Lázaro Cárdenas Del Río comprende del 01 de diciembre de 1934 al 30 de noviembre de 1940. Nació el 21 de mayo de 1895 en Jiquilpan, Michoacán; falleció el 19 de octubre de 1970 en la Ciudad de México.
Lázaro Cárdenas confiaba en que la escuela socialista sería un instrumento de reforma social que iría más allá del cambio pedagógico y académico: una nueva escuela que favorecería una gran reestructuración económica, social e ideológica del pueblo mexicano, como consecuencia de la capacitación intelectual, técnica-práctica y moral de los niños y los trabajadores.
Por primera vez se concibió la educación indígena como un fenómeno integral que no sólo requería de la participación del sector educativo, sino también del agrario y de la salud y fue producto de otras reformas sociales y políticas.
La educación socialista fue recibida con agrado en el pueblo mexicano pues esta consistía en atender la necesidad de educar un país sin cultura. Comenzando con la alfabetización y más atención hacia los hijos de trabajadores y campesinos, el proletariado estaba siendo encaminado hacia un mejor país gracias a este periodo de luz en la historia del pueblo mexicano.
Después del intenso periodo anterior por parte del gobierno mexicano y tras los constantes tropiezos que había tenido la SEP hacia el pueblo mexicano, buscaron la manera de reivindicarse con la nación echando a andar un proyecto con fines lucrativos enfocado a la alfabetización.
El proyecto desarrolló un sistema educativo con fines lucrativos entre el gobierno y el pueblo, representado en el discurso del primer secretario de educación cardenista, Ignacio García Téllez quien afirmó que la educación se encauzaría hacia las clases campesinas y obreras, vinculada con los problemas del medio, las necesidades y aspiraciones de las agrupaciones proletarias y acorde con los progresos de la técnica para la socialización de la riqueza, para que la nueva escuela se convirtiera en capacitadora de trabajadores manuales e intelectuales. La escuela socialista aspiró a elevar las condiciones de vida de los trabajadores, a aumentar el bienestar del pueblo. Las acciones realizadas por el general Lázaro Cárdenas en favor del país y de sus “clases desposeídas” apresuraron el ritmo del tiempo mexicano, alteraron el cambiante pulso de la experiencia de los hombres y removieron expectativas de progreso, justicia, libertad e independencia.
La reforma de 1934
Poco antes de que concluyera el año de 1934 el Congreso de la Unión aprobó la propuesta del Partido Nacional Revolucionario (PNR) de modificar el artículo tercero constitucional. Ya reformado, el texto establecía que la educación impartida por el estado debía ser socialista, excluir toda doctrina religiosa y combatir el fanatismo mediante la inculcación de un concepto racional y exacto del universo y de la vida social. Asimismo, ampliaba las facultades del gobierno federal tanto para controlar los distintos niveles del sistema educativo como para vigilar el funcionamiento de las escuelas particulares.
El censo de la SEP para inspeccionar escuelas religiosas, originó una nueva protesta, se pedía la aceptación de la reforma constitucional propuesta por Carranza en 1919 que establecía una mayor libertad para la educación privada.
ARTÍCULO 3º _ Corresponde al Estado (Federación, Estados, Municipios) el deber de impartir, con el carácter de servicio público, la educación primaria, secundaria, normal y universitaria,* debiendo ser gratuita la primaria.
La educación que se imparta será socialista en sus orientaciones y tendencias, pugnando por que desaparezca prejuicios y dogmatismos religiosos y se cree la verdadera solidaridad humana sobre la base de una socialización progresiva de los medios de producción económica.
ARTÍCULO 3º _ La educación que imparta el Estado será socialista y, además de excluir toda doctrina religiosa, combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus enseñanzas y actividades en forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y de la vida social.
Lázaro Cárdenas confiaba en que la escuela socialista sería un instrumento de reforma social que iría más allá del cambio pedagógico y académico: una nueva escuela que favorecería una gran reestructuración económica, social e ideológica del pueblo mexicano, como consecuencia de la capacitación intelectual, técnica-práctica y moral de los niños y los trabajadores.
La nueva escuela socialista y la enseñanza que en ella impartirían los maestros, especialmente los rurales que no eran profesores de carrera sino empíricos, habría de incluir desde la alfabetización y la castellanización de niños y adultos hasta la enseñanza de modernas formas de organizaciones productivas-cooperativas, pasando por el aprendizaje de nuevas técnicas de trabajo agrícola que permitieran a los campesinos y a sus hijos organizarse mejor y optimizar sus actividades productivas. En el campo se enseñaría a los niños a cultivar colectivamente la parcela escolar, atender a los animales en los corrales lo mismo que a las plantas y los árboles de los huertos construidos como anexos escolares y, lo más importante, se les enseñaría a asumir una responsabilidad conjunta como parte de un grupo en que los intereses individuales quedarían subordinados a los intereses colectivos; tanto en el campo como en la ciudad, el grupo, no el individuo, tomaría las decisiones y marcaría el rumbo de las actividades escolares.
Las herramientas ejemplares utilizadas en ésta nueva dinámica fueron
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