La Encomienda

LA ENCOMIENDA NOVOHISPANA.

En febrero de 1519 y el 10 de julio fundó la Villa Rica de la Veracruz y con sus pobladores estableció un ayuntamiento, primera institución española que se instaló en México, cuyos regidores autorizaron seguir adelante la conquista.

Los motivos de Cortés.

Una de las primeras consideraciones de Cortés fue que ante la necesidad de premiar y recompensar materialmente a sus capitanes y soldados por su participación en la conquista y colonización de Mesoamérica era necesario repartir tierras.

El despotismo tributario, el feudalismo y el capitalismo embrionario se hallan presentes simultáneamente, haciendo hincapié en que la conquista instaura relaciones de producción feudales.

Antecedentes y características.

Las encomiendas fueron de tres tipos: de fundo en la que el encomendero entregaba al rey parte de las rentas que recibía en señal de vasallaje; de honor, de dignidad en las que el beneficio recibía y conservaba todas las rentas; y de tierra, en las que dos tercios de los tributarios recibidos se tenían que entregar al rey, con la obligación de milicia o el deber de prestar servicio militar de un jinete a un infante, con la exigencia al titular de residir en ella de este tipo de encomienda heredó muchos rasgos su par novohispana.

En España la encomienda daba jurisdicción al encomendero (comendador) sobre aldeas, castillos, tierra y vasallos además del servicio militar el comendador debía proveer de almas y medios de subsistencia a los curas y distribuir limosnas a los pobres de su encomienda.

En 1509 se institucionaliza la encomienda indiana, se limita su vigencia a dos vidas, se otorgan indios en encomienda según el rango del beneficiado. La disminución de la población autóctona antillana en las que se mantuvo el trabajo forzado del indígena junto a su “protección”, pues no se eliminaba la dependencia del indio respecto al encomendero.

Para 1520 a 30 años de la conquista española, la población originaria de las Antillas había sido, prácticamente aniquilada.

Para su establecimiento en Nueva España confluyen intereses de conquistadores, corona e iglesia. En el ámbito económico se utiliza el trabajo indígena en la explotación de nuevos territorios y nuevas actividades productivas; en el terreno fiscal para la obtención de ingresos reales; en lo político para la constitución de una nueva clase dominante.

El encomendero solo tenía derecho a la percepción de tributo como renta de la encomienda, sin gozar de dominio directo, ni de cualquier otra facultad sobre los aborígenes y las tierras.

La encomienda sólo daba derecho a cobrar los tributos de la corona y no a la propiedad de la tierra, porque no transmitía la pertenencia, si bien en todo momento facilitó su adquisición. Al no otorgar el título de encomienda propiedad territorial, encomenderos de las

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