La Enseñanza Basada En Competencias
Enviado por ADRIBARO07 • 12 de Marzo de 2013 • 4.969 Palabras (20 Páginas) • 377 Visitas
La enseñanza basada en Competencias
Adrián Baeza A.
Las fuentes
Rastrear los orígenes del concepto de competencia no resulta tarea fácil. “Hay que admitir que en pedagogía el discurso es abundante, incontrolable, divergente” , señala Bernard Rey, quien, además, afirma que “un buen indicio de que ha llegado la hora de ocuparse de la noción de competencia transversal es su presencia en los textos oficiales” .
Dentro de esta maraña genética del concepto, empero, Bernard Rey sitúa como puntos de referencia centrales de nuestras actuales concepciones acerca del término, los siguientes:
• El concepto de Competencia Lingüística, de Noam Chomsky.
• El análisis de tareas.
En cuanto al concepto chomskyano, es necesario precisar que en él la competencia tiene un sentido muy particular que es necesario no perder de vista. Ella se opone a la realización, o performance, y es una idealización de las capacidades innatas que un individuo tiene desde su nacimiento para el aprendizaje del lenguaje, lo cual la acerca al concepto de “capacidad”. "Linguistic theory – afirma Chomsky - is concerned primarily with an ideal speaker-listener, in a completely homogeneous speech community, who knows its language perfectly and is unaffected by such grammatically irrelevant conditions as memory limitations, distractions, shifts of attention and interests, and errors (random or characteristic) in applying his knowledge of the language in actual performance (1965 p.3)". La competencia chomskyana, así, es el conocimiento perfecto de un hablante-oyente ideal . Por ello, para Rey, esta concepción es “generativa”, en la medida en que es “un sistema fijo de principios” que permite a un sujeto “producir una infinidad de frases provistas de sentido en su lengua y, a la inversa, reconocer espontáneamente una frase que se escucha como perteneciendo a esa misma lengua, incluso si es incapaz de decir por qué” . Es decir, “la competencia es el sistema de reglas lingüísticas, interiorizadas por los hablantes, que conforman sus conocimientos verbales y que les permite entender un número infinito de enunciados lingüísticos. Así pues, la competencia lingüística engloba la fonología, la morfología, la sintaxis y el léxico. Esto es: el conjunto de la gramática de una lengua” .
Parecería, entonces, que la competencia, desde esta perspectiva generativa, es una condición de potencialidad, una “capacidad para”, la que es independiente de su puesta en ejecución, pero que la determina. Ello contradice la noción de sentido común según la cual una persona es juzgada competente sólo a partir de la observación de una ejecución de determinada capacidad, como ocurre cuando observamos los movimientos de una gimnasta en las barras asimétricas. Esta idea de la competencia como comportamiento, esquema al parecer más ad-hoc a las necesidades didácticas que se esperaría encontrar desde una óptica centrada en la eficiencia, se hallaría en este nivel de la performance, o realización, pero no nos aseguraría que la capacidad que permite su despliegue haya estado destinada, en forma innata, a ese mismo despliegue, ni que coincida en todas sus partes con la calidad de él.
Aún más, el mismo Chomsky nos dice que su concepción plantea una crítica al paradigma conductual que, por esos años, hegemoniza la idea del aprendizaje. “Psychology conceived as "behavioural science" – señala el autor- has been concerned with behaviour and acquisition or control of behaviour. It has no concept corresponding to "competence," in the sense in which competence is characterised by a generative grammar. The theory of learning has limited itself to a narrow and surely inadequate concept of what is learned-namely a system of stimulus-response connections, a network of associations, a repertoire of behavioural items, a habit hierarchy, or a system of dispositions to respond in a particular way under specifiable stimulus conditions” . A diferencia de la noción objetivista de las competencias, la noción chomskiana carece de especificidad. “Con Chomsky, señala Rey, nos aventuramos en la idea de una competencia que consiste precisamente en la adaptación a toda situación. Es, de alguna manera, disposición a la oportunidad u ocasión” . Esto la hace especialmente difícil de implementar en un modelo de competencias que busque productivizar la eficiencia del proceso formativo.
En cuanto a la vertiente objetivista de las competencias, se ha asido de esta idea de observabilidad para la comprensión de los desempeños de un conjunto de expertos de una actividad o profesión. Antes que un “poder hacer” o “poder producir”, ellas son un “saber hacer”, del que no necesariamente se es plenamente consciente, pero que sí cabe explicitar mediante un trabajo colaborativo entre expertos.
El interés por las competencias
Diversos factores confluyen para explicar la singular importancia que el tema de las competencias y su desarrollo han ido cobrando tanto a nivel de la discusión pedagógica en las instituciones de Educación Superior (a nivel internacional su caso emblemático es el desarrollo del proyecto Bologna de la Unión Europea mediante el cual se establece un sistema común para los países comunitarios que permite el reconocimiento de estudios de nivel superior y experiencia profesional) como de políticas gubernamentales de desarrollo. Un actor decisivo, sin embargo, ha sido el enfoque de la gestión de recursos humanos desde la mirada del Capital Humano como recurso estratégico para la proyección de la empresa.
Conceptos de Competencia
Podemos distinguir tres grandes concepciones en la definición de las competencias: el de tareas, el de Atributos Personales y el de Atributos en Contexto.
a) Concepción de Tareas: el modelo centrado en tareas responde al supuesto de que la identificación de las tareas asociadas a un puesto de trabajo es la clave para determinar las condiciones y conocimientos que debe poseer el profesional que se ocupe de ejecutarlas. Es un modelo que encaja históricamente con las ideas de planificación racional del trabajo heredadas del postfordismo.
Repertorios de comportamientos observables que algunas personas dominan mejor que otras y que los hace eficaces en una situación determinada (Levy-Leboyer, 197)
Conductas laborales necesarias para hacer un trabajo efectivo (Woodruffe, 1993)
Las competencias actúan como telón de fondo sobre el cual no es posible actuar directamente, pues no son observables. Ante ello la mirada se centra en las tareas, estructuradas en subdivisiones que den cuenta de su diversa complejidad. De esta forma, la intervención en lo micro debiera generar mejoras en lo macro.
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