La Europa de los Carolingios
Enviado por Carlos Leail • 7 de Junio de 2016 • Informe • 4.822 Palabras (20 Páginas) • 428 Visitas
- Durante el periodo Merovingio, el mayordomo de palacio era el intendente principal del rey. Durante el reinado de los últimos reyes merovingios, llegaron a ostentar el poder político. Este cargo, frecuentemente era hereditario.
A lo largo de este periodo aparece la familia de los Pipínidas, que da paso al nacimiento de la dinastía Carolingia.
El poder de los mayordomos de palacio fue incrementándose de un modo continuo. En principio eran servidores del rey, pero de forma progresiva y a partir del siglo III desarrollaron un verdadero poder detrás del trono de Austrasia, el sector noreste del reino de los Francos bajo la dinastía Merovingia, por lo que este oficio se convirtió en una apuesta entre los aristócratas y rápidamente llego a ser heredable en la familia de los Carolingios.
Dagoberto I, consciente de la amenaza que estos representaban, se separa del mayordomo Pipino el Viejo o Pipino de Landen, y personalmente retoma el poder. Pero cuando muere, el reino recae definitivamente en manos de los mayordomos Pipínidas. La ascensión de los Pipínidas no se realizó sin tropiezos y por aproximadamente 18 años (662 – 680) fueron expulsados del poder por la familia de Vulfoald, mayordomo del palacio de Austrasia (662 – 680) y Neustria (673 – 675). Ansegisel, padre de Pipino el Joven fue asesinado en este periodo. Los descendientes de Dagoberto l, a menudo muy jóvenes y con una esperanza de vida muy corta, no podían reinar sin la ayuda de los mayordomos de palacio. Estos aprovecharon la situación para acrecentar su poderío y dirigir el país reemplazando a los soberanos: ellos nombraban a los obispos, los condes y los duques, firmaban los acuerdos con los países o reinos vecinos, decidían y mantenían las campañas militares. Los mayordomos de palacio tejieron, para su provecho, una red de fidelidades basadas en las dotes y alianzas matrimoniales
En otras palabras, el soberano no tenía ninguna función, de ahí el nombre de Reyes Holgazanes, que se atribuía a los soberanos descendientes de Dagoberto l. No obstante, esta expresión peyorativa debe situarse en su contexto. La dinastía Carolingia denigro, tan pronto como llego al poder, a la antigua dinastía Merovingia, con el fin de legitimar su golpe de Estado.
El último rey Merovingio, Childerico lll, fue encerrado en un monasterio por Pipino el Breve en 751. Pipino pide al Papa Zacarías que le reconozca como soberano del reino Franco, este es proclamado rey en el mismo año en la Basilica de Saint Denis es consagrado como tal en el 754. Su hijo Carlomagno, asumió incluso mayor poder que su padre al ser coronado como Emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico.
- La coronación de Carlomagno por parte del Papa León lll tuvo una gran importancia. Históricamente, después de este hecho, todos los reyes serian coronados por el Papa. Este hecho marcaba ante todo que Carlomagno era reconocido por la iglesia otorgándole el título de Sacro Emperador del Imperio Romano-Germánico. Después de esto, la autoridad de Carlomagno no podía ser desafiada o puesta en duda por nadie. De ahora en más al emperador se le debía total obediencia y fidelidad. El hecho de que el Papa lo coronase significaba básicamente, que tenía a Dios de su lado y que Dios lo ratifica como soberano en la tierra.
Por parte de la Iglesia, este hecho significaba la alianza con Carlomagno con el objetivo de que este ayude militarmente en la defensa del Vaticano que era amenazada por los Lombardos. También, tenía un significado lucrativo ya que al ser la religión del emperador obtenía favores de este y del pueblo no bautizado y posteriormente llevado al cristianismo, por como así también a los que eran obligados a convertirse como por ejemplo los sajones que pertenecían al paganismo y que estaban asentados al noreste del territorio Franco. - La palabra Palatium hace referencia tanto a la residencia real como al entorno en el cual se encuentra el monarca. Dentro de este se presentan varios oficiales que son herederos del palaciego Merovingio, a excepción del mayordomo de Palacio, el cual desapareció.
Estos oficiales varían en sus tareas que están siempre relacionadas ya sea con el monarca o con su entorno.
Podemos mencionar:
El Senescal: es el que supervisaba al aprovisionamiento del palacio y lo que era la mesa del monarca.
El Botellero: encargado de proveer la bebida al rey.
El Camarero: quien era responsable de los aposentos regios y de custodiar el tesoro, ayudado por unos personajes llamados Sacellarri.
El Condestable: quien se encargaba de las monturas y las necesidades de transporte.
Conde de Palacio: presidia el tribunal del palacio en la ausencia del rey (una tarea parecida a la de los mayordomos)
Este conjunto de personas eran considerados como el entorno doméstico del monarca, quienes además de cumplir con sus tareas impuestas, podían realizar misiones militares y diplomáticas, si la situación lo requería.
Además de estos dignatarios, estaban los eclesiásticos. Estos formaban lo que se conoce como la Capilla, integrada por clérigos. La función de estos era responder las necesidades religiosas de la corte. Una de las tareas, por ejemplo, que tenían a cargo era la de realizar las tareas diplomáticas para el rey. Un elemento que se resalta es lo que se conoce como el Consilium, que entendemos como un grupo selecto por el rey cuya función era aconsejar al soberano. Había también una asamblea de los magnates del reino que se efectuaba de manera anual en donde daban su consenso antes de la época de campaña militar.
En el tema de la organización de los territorios vemos como se resalta un personaje importante:
El conde: este era un personaje elegido por el rey para ser su delegado en alguno de los territorios que conformaban el reino franco. Estos distritos eran llamados condados y correspondían a un distrito que tenía a una ciudad como centro. Estos condados variaban de tamaño por razones de índole coyuntural. El conde al ser un gobernante elegido por el rey, tenía el poder de mandar y controlar su condado, impartiendo justicia. Tenían que hacerse cargo de las misiones tales como de paz, policiales y ante todo, mantener la paz en esa parte del reino.
La concepción política de los carolingios tendió a destacar algunos principios de carácter moral, como la protección del débil o la paz, y señalo el papel del rey como juez y garante de la justicia. Los castigos que se imponían cuando un súbdito desobedecía una orden del rey, estaban implicados en el pago de sueldos. Carlomagno y su preocupación por la justicia era tan grande que les prohibía a los condes que se pospusieran los juicios. Estos debían llevarse a cabo como prioridad. La corte en los condados estaba formada por un grupo de hombres conocidos como Rachinburgi, a los que les suponía un conocimiento suficiente de la tradición legal. El tribunal de apelación del reino era el palacio, en donde se reclamaban sentencias injustas o la falta de algún tribunal condal en algunas partes del reino.
El tribunal del Palacio era presidido por el mismo rey y a él acudían sus condes, en caso de tener que suplantarlo en algún momento. El rey se encargaba en los casos en los que se involucraba gente de alto rango, mientras que el resto eran dejados para el tribunal del conde palatino.
Carlomagno era un cristiano férreo que justificaba todas sus decisiones con la voluntad de Dios. Esto impulso muchas medidas en las que favorecía a la Iglesia. Antes que nada, Carlomagno sabía que solo podía alcanzar la gloria si conquistaba y cristianizaba a los pueblos barbaros que se encontraban en sus fronteras. La conversión de los barbaros al cristianismo era una de las más importantes misiones del rey franco, que seguía la tradición de su padre, al declararse defensor de la Iglesia y esta a su vez recibía tierras que le eran otorgadas por el rey a través de la serie de conquistas que se van realizando. Otra de las importancias de las guerras contra los barbaros era la obtención del botín de guerra, que suponía una buena parte de la economía del reino. Este mismo se dividía entre los condes del reino y el rey. Por esta razón Carlomagno siempre estaba en campaña en las fronteras y también viajando por el reino reforzando los lazos con los condes, renovando los pactos de fidelidad y ayudándolos con revueltas internas y problemas.
La importancia de lo que dice Mc. Kitterick en su escrito, da una definición de lo que se conoce como la realeza itinerante ( tomada de Jhon Bernhardt) “Es una forma de gobierno en la que un rey se encarga de todas las funciones administrativas y representaciones simbólicas del gobierno viajando periódica y constantemente a los territorios bajo su dominio ”. Este método utilizado por Carlomagno fue una manera efectiva de mantener el control de su reino. Fue la manera en la que el rey en persona supervisaba el interior del reino y se mantenía al tanto de la situación en cada zona. También se resalta las sesiones de magnates seculares y eclesiásticos, que eran frecuentes. Esto denota que había un gran flujo de comunicación, lo que facilitaba el control y la información sobre el reino. Si bien Carlomagno viajo por el reino, cabe resaltar que no visitaba todas las ciudades. Había una compleja red de palacios que se conectaban social y políticamente.
El reinado de Carlomagno debe su éxito debido a esta itinerantica y la creación de una red extensa de oficiales que eran gobernantes impuestos por el rey que gobernaban una parte del reino. Estos debían controlar y promulgar las leyes y decretos del soberano, eran fieles al rey debido a como este hacia renovar los contratos de fidelidad que había. Para Carlomagno, la fidelidad ante él y ante la Iglesia era la forma en la que se podían ganar su confianza.
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