La Europa medieval y el Cristianismo
Enviado por carol81 • 23 de Junio de 2015 • Tesis • 4.309 Palabras (18 Páginas) • 211 Visitas
Unidad 3: La Europa medieval y el Cristianismo
La visión cristiana del mundo como elemento unificador de la Europa medieval.
Durante la primera etapa de la Edad Media arraigaron en el pensamiento europeo ideas sobre la forma y la estructura del Universo directamente surgidas de la interpretación literal de la Biblia. Así, por ejemplo, se aceptó la idea de que la Tierra estaba inmóvil basándose en el pasaje bíblico donde se afirma que Dios ordenó al Sol detenerse sobre la ciudad de Gabaón, para que así el ejército comandado por Josué tuviera tiempo de ganar la batalla que ahí se estaba librando. Además de la inmovilidad terrestre, ese pasaje implicaba que el Sol se movía en torno a la Tierra.
Dios detiene el sol en la guerra contra Gabaón (Obra de Gustave Doré).
En ese periodo surgieron varios dogmas, como el de la Tierra plana, idea que por cierto incorpora mitos cosmogónicos previos al cristianismo. Así arraigó el concepto mesopotámico de un océano que rodeaba a la Tierra plana y que estaba vedado a la navegación, ya que el castigo para quienes desobedecieran ese mandato era la caída al abismo sin límite.
Como para la Edad Media política y derecho son en gran parte lo mismo, ella ofrece durante mucho tiempo un cuadro de perfecta unidad entre la Iglesia y el Estado, el cual, según la concepción germánica, es responsable del mantenimiento de la paz.
Al principio (era de Constantino) se da la idea de gobierno teocrático, que aspira a la realización del reino de Dios sobre la tierra. Tantola Iglesia como los señores temporales aceptan este fin y lo persiguen en armónica coordinación. Así, lógicamente, los reyes germánicos de los reinos nacidos de las invasiones en suelo romano son tenidos por vicarios de Cristo.
El reino de los francos del siglo VII marca el camino por su nueva organización a la par política y misional, llevada a cabo por la monarquía merovingia en unión con el episcopado y monacato, de origen noble. Hacia 750 se dan los presupuestos para aquel paso decisivo por el que el papado se separa de Bizancio y se vuelve al reino franco.
Tras la restauración de la dignidad imperial de occidente en el año 800, por obra del papa León III y del rey franco Carlomagno, ambos poderes supremos, papado e imperio, operan como representantes y garantes de la comunidad cultural de occidente que se está formando. En lo sucesivo el imperio franco, sintiéndose heredero de Bizancio, ejerce una función protectora respecto del papado y aspira a una posición universal según el modelo romano o bizantino.
Así nace una teocracia espiritual y temporal de doble cabeza, que abarca casi todo el occidente cristiano. Cierto que ella pronto vuelve a disolverse; pero el poder imperial se renueva por obra de los señores germano-sajones del siglo X, sobre la base de la tradición carolingia (evangelización de los paganos).
Carlomagno
La cristianización interna y los movimientos de reforma (reforma cluniacense) conducen a la crisis de las investiduras, en que, por la lucha entre el papa y el emperador, se rompe la unidad de Iglesia y Estado. De este modo, el señorío temporal se ve obligado cada vez más a fundar su posición por el derecho natural y romano, y llega a postular la autonomía de la autoridad civil.
El papado organiza el orden jurídico dela Iglesia e intenta deducir del poder espiritual el origen y modo de obrar de la autoridad secular (derecho canónico); al mismo tiempo, por su progresiva organización de los oficios, se convierte en maestro del Estado en el terreno administrativo.
Desde el siglo XII los papas desgastan sus fuerzas afanándose por un monismo hierocrático en el terreno político, y así entran cada vez más en conflicto con el deseo de soberanía -signo de los tiempos futuros- por parte de los Estados de reyes y príncipes, sobre todo en la Europa occidental.
Con ello la curia romana va perdiendo cada vez más la posibilidad de imponer su autoridad en el campo de los intereses estatales, que ahora se configuran por su propio derecho. La respublica christianamedieval se convierte en un sistema secular de Estados, que abarca toda Europa; las autoridades seculares se conciben como guardianes del bien común y esgrimen en propio provecho el principio imperante de la razón de Estado. Se logra un punto final cuanto todos los ciudadanos quedan referidos en igual forma a la autoridad central.
La Iglesia cristiana
Para este mundo que se estaba desarrollando en lo cultural y político por la síntesis de lo germánico y lo romano, revistió mayor importancia todavía el encuentro de los germanos con la fe cristiana durante la edad media. Dentro del imperio romano los germanos conocieron el cristianismo como religión estatal.
Desde Constantino y Teodosio la religión cristiana era el credo obligatorio para todos los ciudadanos del imperio romano; yla Iglesia cristiana, apoyándose muy directamente en las instituciones del Estado, se había convertido en iglesia imperial, dentro de la cual el emperador ocupaba una posición dominante (era de Constantino). E igualmente, a causa de la función providencial que la teología cristiana atribuía al imperio romano, éste siguió teniendo gran importancia parala Iglesia cristiana.
Estatua ecuestre de Constantino.
En relación con esto, la sustitución progresiva del gobierno imperial por autoridades germanas en la parte occidental del antiguo imperio y, de otro lado, la prolongación de la figura del emperador en el oriente, fueron hechos que repercutieron en la separación entrela Iglesia occidental y la oriental; y la separación se hizo más profunda por las diferencias dogmáticas (monofisismo), litúrgicas (disputas sobre el día de la pascua) y culturales (lucha de las imágenes).
Además, de aquí resultó para los Estados germanos cristianos del occidente, que no tenían ninguna vinculación con el imperio o la tenían muy escasa, un vacío que debía llenarse necesariamente con nuevas formas de autoridad y de organización.
Y en esta situación era lógico que las miradas se dirigieran a la sobresaliente posición del obispo de Roma como sucesor de Pedro. Su supremacía en el ámbito espiritual, que inicialmente le fue reconocida también porla Iglesia del oriente y que tuvo su expresión visible en los grandes concilios imperiales, hizo que él fuera la suprema autoridad moral y jurídica para el occidente cristiano.
Se puede considerar como la nota característica de la Edad Media occidental la unidad religiosa, política y cultural que se produjo mediante la síntesis paulatina entre los antiguos elementos cristianos y los germánicos. Esa unidad promovió también la fusión del mundo germánico, que antes era heterogéneo.
Su base fue el orden
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