La Filosofía Del régimen Perezjimenista: El Nuevo Ideal Nacional
Enviado por Isabel • 28 de Enero de 2013 • 4.952 Palabras (20 Páginas) • 591 Visitas
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Economía, XXIV, 15 (1999)
La filosofía del régimen Perezjimenista:
El nuevo ideal nacional
The Perez Jimenez philosophy: The new national ideas
Rafael Cartay*
Economía, XXIV, 15 (1999), pp. 7-24
* Universidad de Los Andes, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Centro de Investigaciones
Agroalimentarias (CIAL)
Resumen
En este artículo, el autor trata sobre la doctrina del Nuevo Ideal Nacional, que orientó
filosóficamente las acciones del Gobierno de Marcos Pérez Jiménez durante el período
1950-58. Se discute, la definición de la doctrina, las fuentes de su inspiración, así como su
conformación informal como una suerte de plan económico del régimen.
1 Perezjimenistas fuimos todos
El general (r) Marcos Pérez Jiménez, ex-dictador de Venezuela, fue condenado
en 1968, por la Corte Suprema de Justicia, a pagar prisión por cuatro años, un
mes y quince días, por el delito de lucro de funcionarios. Cinco magistrados de
la Corte salvaron su voto por considerar que los hechos punibles configuraban
delitos de peculado, corrupción y lucro de funcionarios públicos. Pedían una
pena mayor, que no fue aceptada (Corte Suprema de Justicia, 1982). El Dr.
Rafael Naranjo Ostty, defensor de Pérez Jiménez, dijo, ante los miembros de
la Corte, que su defendido:
...es un gran dictador, un magnífico dictador, y de ello somos testigos
fidedignos –presénciales, hábiles y contestes– los honorables Magistrados
de la Corte Suprema de Justicia (Pérez Jiménez, 1968: 13).
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Sus palabras reflejaban una evidente ironía y un doble sentido acusatorio.
Ironía, porque Pérez Jiménez “es” y no era, un “dictador”, por haber
“dictado” incansablemente su declaración indagatoria durante muchas
horas ante varias instancias. Doble sentido, porque los acusadores,
magistrados de la Corte, fueron “testigos fidedignos, presenciales, hábiles
y contestes” de sus dictados, pero también menciona, de pasada, que
algunos de los acusadores formaron parte del entorno del acusado en el
tiempo de su gobierno, como queriendo decir que, en el fondo, todos
fuimos de alguna manera perezjimenistas.
En realidad, casi todos, salvo los pocos adecos y comunistas que
hicieron valientemente oposición frontal al régimen perezjimenista, a
riesgo de la pérdida de su libertad… y hasta de su vida.
Es lo que Manuel Caballero (1994: 350) llama ’’proceso de toda
dictadura’’, que es recibida con alborozo por algunos, a veces los más, y
aceptada por el resto de la gente con un“cobarde alivio”. Para conservar
la “paz” que supone la dictadura,
...todo el mundo está dispuesto no sólo a tragar las más gruesas culebras,
sino a buscar justificaciones y racionalizaciones tanto para la
acción del gobierno como para el aplauso popular.
Ya lo había dicho Laureano Vallenilla Planchart (1967), Ministro de
Relaciones Interiores del régimen: “El pueblo cambia gustoso la libertad
por el bienestar, especialmente cuando el nivel de cultura no es muy
elevado” (p. 298).
José Ignacio Cabrujas (1996: 347), nuestro gran dramaturgo, desaparecido
en la flor de su creación, dijo una vez que los hombres de su
generación:
Fuimos criaturas del perezjimenismo, y que la ilusión del Nuevo Ideal
Nacional no distaba de nuestros sentimientos... Así fui perezjimenista
sin saber que era perezjimenista.
Muchos, en realidad, lo fuimos consciente o inconscientemente... Y algunos
aún continúan inspirándose en la doctrina del Nuevo Ideal Nacional1.
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2 ¿Qué es el nuevo ideal nacional?
La doctrina del Nuevo Ideal Nacional aparece enunciada oficialmente,
por primera vez, por el Teniente Coronel Marcos Pérez Jiménez, Ministro
de Defensa y miembro de la Junta Militar de Gobierno, en su discurso
de clausura de la Convención de Gobernadores de Estado y Territorios
Federales, el 13 de marzo de 1949:
Debemos admitir que nos ha faltado ese elemento fundamental de la
vida de los pueblos que consiste en la formulación clara y precisa de un
ideal nacional, capaz de obligarnos a un acuerdo de voluntades para su
plena realización. Ese ideal (...) comporta dos formas fundamentales
de enunciación colectiva: de un lado el aprovechamiento de nuestro
acervo histórico como manantial de valores morales, y del otro, la
utilización adecuada de los recursos naturales del país para mejorar
la suerte de los venezolanos actuales, especialmente la de los menos
favorecidos y legar a las generaciones futuras una patria más próspera
(República de Venezuela, 1954: 99).
En ese discurso, que contiene tres referencias directas al “ideal nacional”,
aparece enunciada, de manera imprecisa, la doctrina que será el gran
“faro filosófico”, como lo llamará después Pérez Jiménez, para orientar
la acción de su régimen.
Años más tarde, ya instalado en el poder, el Presidente Pérez
Jiménez la presentará de manera sucinta y definitiva, tal como ocurrió
en su discurso del 19 de abril de 1953, en el acto de toma de posesión
de la Presidencia de la República.
Allí están esbozados a grandes rasgos, jamás lo hará de otra manera2,
las líneas directrices de su programa de gobierno: la transformación del
medio físico y el mejoramiento de las condiciones morales, intelectuales
y materiales de los venezolanos, apoyado en el reordenamiento
institucional del Estado3 y en el “planeamiento racional” de sus acciones
(Martín Frechilla, 1994: 112).
En su discurso de clausura de la Semana de la Patria, pronunciado
el 6 de julio de 1954, en la sede del Centro de Instrucción de las Fuerzas
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Armadas (Pérez Jiménez, 1954a), hablando entre militares, indicó que
la filosofía política del régimen consistía en “encauzar la acción pública”,
“orientar la actividad de la población” y “formar una conciencia nacional
para la grandeza y desarrollo de la patria”. Enunciará de nuevo los
objetivos del Ideal Nacional:
...transformación
...