La Gran Caída

La Gran Caída.

México, “nuestro país”, se ha visto manchado por sucesos que marcan nuestra historia, en algunos casos benéficos para nosotros, como el ser independientes o tener una constitución que nos rija y nos respalde, gracias al trabajo y esfuerzo de nuestros antepasados que mediante guerras, valerosamente lucharon por obtenerlo, aunque buscaban su propio beneficio, pero aún así lograron un bien común.  Pero ahora, en las últimas décadas, gobernantes corruptos, malinchistas e incompetentes han venido tirando todo a la borda. El claro ejemplo es “la gran caída” que se dio en los años 80’s gracias al gobierno Priista de José López Portillo.

La gran caída se le conoce a la devaluación del peso y a los acontecimientos ocurridos en el periodo presidencial de José López Portillo. Especialistas, periodistas y mismos políticos han hablado, criticado y expresado su pensar sobre lo ocurrido en ese sexenio, pero ahora me toca a mí versar sobre el tema.  

En base a la lectura “La Gran Caída” del autor José Agustín, a mi parecer el Impuesto al valor agregado (IVA),  fue el que comenzó a dar pie a toda la serie de fracasos en el gobierno de López Portillo. Aquí es donde se emprende el descontrol tanto económico y social, gracias a que los comercios al incrementar un 10% a los productos sin estipular precisamente cómo se manejaría el aumento, los comerciantes se aprovecharon para dar una inflación un tanto excesiva, generando en lo social inconformidad y molestia, y más aún porque solo subían los costos y precios, pero en los pagos laborales no se veía un desarrollo o incremento.

Otro motivo que de igual manera propició un incremento en la pobreza fue la sequía devastadora en 1979, porque al poco tiempo repercutió sobre la economía de agrarios, ejidatarios y campesinos.

Todo siguió decayendo y la pobreza aumentando, López Portillo intentó crear programas de ayuda y desarrollo un tanto utópicos para la crisis que se vivía en ese momento, pero en su mayoría solamente caprichos de él, sin detenerse analizar si eran viables o factibles realizarlos, para él pudiese ser la solución, pero la implementación y ejecución eran burdos.  

La palabra corrupción, un término que se conoció en gran magnitud en el gobierno mexicano en esa época, poco era el sector social que conocía irregularidades en los gobiernos, pero la manera tan evidente que lo realizó López Portillo fue más que obvia para darse a conocer. Él, hacía lo que quería y como lo quería, estaba cegado a la realidad, viviendo su propia fantasía, negaba la realidad por la que estaba pasando nuestro país a pesar de que era evidente.  

El manejo de su gobierno fue tan ineficaz que provocó la devaluación del peso, llevó todo un proceso de fracasos, caídas, injusticias y deslices  para llegar hasta ese punto. Un sexenio que vergonzosamente marcó a nuestro país.

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