La Guerra Con España
Enviado por Dumott • 25 de Junio de 2013 • 3.397 Palabras (14 Páginas) • 342 Visitas
Introducción
La guerra contra España fue un enfrentamiento militar en el que Chile se involucró para prestar apoyo al Perú ante la presión española por tomar posesión de las islas Chicha, un territorio altamente valorado en la época por la gran cantidad de fertilizantes que poseían.
El conflicto bélico se inició con la invasión del territorio señalado por fuerzas navales españolas, hecho ante el cual la opinión pública manifestó su profundo rechazo, en particular mediante la prensa escrita. Esta acción de la escuadra española caló hondo en el gran sentimiento americanista que compartían los países latinoamericanos, del cual Chile no era la excepción.
El mayor efecto que el ataque español produjo en los países americanos fue el temor a que esta invasión de territorio peruano formara parte de un intento mayor por recuperar las antiguas colonias de la Corona española; por ello, los niveles de tensión aumentaron bruscamente y en Chile comenzaron los preparativos para hacer frente a un posible ataque español.
Desarrollo
La guerra con España (1865-1866)
Perú se negaba a pagar unas deudas coloniales reclamadas por España.
Chile consideró que estas exigencias económicas representaban una ofensa a la soberanía de América, por lo que nuestro país declaró el estado de guerra en el año 1865.
El conflicto
Almirante José Manuel Pareja, líder de la flota española.
El conflicto se inició con el bloqueo de las costas chilenas, que provocó una seria recesión que afectó a la marina mercante y al comercio exterior, y prácticamente concluyó con el bombardeo del puerto de Valparaíso, efectuado el 31 de marzo de 1866. Después de este ataque, la escuadra española se dirigió al callao, donde después de varias horas de combate, sus naves sufrieron serias averías y se retiraron de regreso a España.
Dicho país no reconocía la independencia de Perú, por deudas impagas desde la Colonia. En 1862 sus fuerzas ocuparon las islas Chincha que eran ricas en guano, principal fuente de ingresos de Perú.
Chile solidarizó con el país vecino, evaluando la invasión de las islas Chincha como una ofensa y una agresión a la soberanía de los estados americanos. En 1864, se realizó un Congreso de Delegados Americanos para tratar el tema en Lima.
El gobierno chileno intentó resolver el conflicto de manera pacífica. No obstante, el 18 de septiembre de 1865, se recibió un documento de la Corona española. Este exigía que, como una forma de disculparse por el apoyo a Perú, se rindiera honores a la bandera española con 21 cañonazos en el puerto de Valparaíso, donde estaba apostada la flota hispana.
Sin embargo, Chile se negó y le declaró la guerra a España el 25 de septiembre.
Esta guerra se inició con el bloqueo de los puertos chilenos, desde Caldera a Talcahuano. Esto provocó una seria recesión que afectó a la marina mercante y al comercio exterior. Por otra parte, al empezar el conflicto, los gobiernos de Bolivia, Perú, Chile y Ecuador acordaron una alianza ofensiva y defensiva.
Los enfrentamientos navales fueron favorables a Chile. La guerra en el territorio chileno concluyó con el bombardeo del puerto de Valparaíso, efectuado el 31 de marzo de 1866. El 11 de abril de 1871, España, Chile, Perú, Bolivia y Ecuador firmaron en Washington un armisticio por un tiempo indefinido. Sólo el 12 de julio de 1883, Chile firmó un tratado de paz definitiva con España.
Combate naval de Papudo, óleo de Thomas Somerscales (Museo Histórico Nacional).
Triunfos chilenos
En el combate naval de Papudo (26 de noviembre de 1865), el comandante de la corbeta Esmeralda, Juan Williams Rebolledo, logró capturar a la goleta española Covadonga. Ante esta derrota, el almirante español José Manuel Pareja, líder de las fuerzas hispanas, se suicidó y fue reemplazado por Casto Méndez Núñez.
En los siguientes combates navales, el de Abtao (7 de febrero de 1866) y el de Huito (2 de marzo de 1866), Chile volvió a vencer. Entonces, la escuadra española decidió bombardear el puerto de Valparaíso, pero no obtuvo el resultado esperado y zarpó hacia Perú. Se dirigió al puerto peruano de Callao, donde después de varias horas de combate, sus naves sufrieron serias averías y regresaron a España.
Antecedentes del primer conflicto en el Pacífico
El reinado de Isabel II (1843-1868) fue uno de los más interesantes y turbulentos en la historia contemporánea española, particularmente desde el punto de vista militar. Cuando la joven reina asumió el trono, su país se encontraba muy debilitado por las revoluciones carlistas y distaba de ser la gran potencia del pasado. A manera de ejemplo, en 1845 la otrora poderosa Armada Real sólo constaba de tres navíos de línea, todos del siglo XVIII, y unas pocas fragatas y vapores, lo que era un claro contraste con los 117 buques de guerra que el reino llegó a tener en 1790. Asimismo, la cantidad asignada a Marina, Comercio y Ultramar en el presupuesto real de ese año era más de cuatro veces inferior a la del Ejército.
Isabel buscó recuperar el prestigio militar que su país mantuvo hasta la batalla de Trafalgar, en la que su legendaria armada fue reducida a cenizas por los británicos. Por tanto, aceptó las sugerencias de dos visionarios navales, Francisco Armero, jefe de la escuadra y de Mariano Roca de Togores, Marques de Molina, para que se construyera una flota moderna y poderosa, que en pocos años convertiría a España en la cuarta potencia naval del mundo. De este modo, sólo entre 1859 y 1860 se destinaron para tal fin 170 millones de pesetas, suma enorme en esa época. El resultado fue una moderna escuadra compuesta por seis fragatas blindadas, once fragatas de hélice y doce corbetas de vapor construidas en astilleros españoles y extranjeros, además de decenas de transportes y buques menores. Pocas veces en su historia España había logrado estructurar una flota tan poderosa y equilibrada como aquella.
Con la seguridad que otorgaba el contar con tan importante fuerza disuasiva, España volvió a fungir de potencia colonial y se comprometió en diversas intervenciones de ultramar. Durante el segundo gobierno del primer ministro Leopoldo O´Donell (1858-1863), España enfrentó una controversia con Marruecos, que se convirtió en la ocasión propicia que esperaba el general para reafirmar el prestigio de su país, poner fin las luchas políticas internas y despertar
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