La Historia en la historia de un Juego
Enviado por Kathia Alexsandra • 29 de Abril de 2016 • Informe • 2.668 Palabras (11 Páginas) • 298 Visitas
UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN |
La Historia en la historia de un Juego |
Y de como eso me llevo a escribir sobre dos libros sobre la Historia |
Diego Salvador Valderrama Bustamante |
29/04/2016 |
Curso: Introducción a la Historia
Profesora: Claudia Bossay
Sección: 4
¿Qué es la Historia? ¿Por qué aprendemos Historia? ¿Cuál es la diferencia entre Historia e historia?, estas dudas están presentes en varios momentos de nuestro crecimiento y desarrollo como personas, y ahora que he alcanzado la edad de 18 años no es la excepción. La otra noche yo en vez de leer los libros que debía usar para realizar este trabajo, preferí jugar en la computadora, y como si el destino estuviera tratando de darme ideas que posteriormente pudiera usar aquí, decidí jugar “Age of Empires II: The Conquerors Expansion” (Ensemble Studios, 2000). En un principio solo parecía meramente otro día en que volvería a jugar un juego con el cual he jugado por diez años, sin embargo, mientras escuchaba la voz del narrador al iniciar la campaña de Moctezuma, me empecé a preguntar si lo que estaba contando seria “la Historia” o “una historia”, me di cuenta que a medida que jugaba más dudas aparecían, ¿Qué tanto de esto habrá ocurrido?, ¿esta era la visión que tenía un guerrero azteca posterior a la “Noche Triste”? ¿El narrador, Cuauhtémoc, será realmente el testimonio de un guerrero azteca o será meramente una invención ficticia? En fin, una vez termine de jugar decidí comenzar a responder mis dudas, pero para ello necesitaba primero saber que era la Historia, por lo cual empecé a leer los libros de la bibliografía, buscando las respuestas de las dudas que me afligían, las cuales fueron respondidas gracias a los dos textos que termine escogiendo: “Introducción a la Historia” de Marc Bloch y “La investigación histórica: teoría y método” de Julio Aróstegui y es en base a esos dos textos que escribo esto, este informe que me ayudo a responderme mis dudas en relación a si la historia contada en el juego es la Historia de la cultura azteca en sus últimos días, y ahora puedo decir que definitivamente es una historia con bases históricas, que trata de representar, en una visión real-maravillosa, los últimos días del último emperador azteca, mostrándonos sus inicios como un guerrero águila y su ascenso al poder, cuando finalmente él se convierte en emperador con la muerte de Moctezuma, para finalmente observar como su pueblo sucumbía frente al dominio español.
Pero la pregunta que en estos momentos puede estar generándose en usted estimado/a lector/a es: ¿Cómo llegue a esa conclusión?, ¿Cuál es el tema que esos libros trataron para que pudiera llegar a esa conclusión?, ¿Por qué un estudiante de universidad se encuentra jugando en vez de hacer el trabajo que se le mando, y después escribe eso en su informe como si eso fuera a darle algún premio por su honestidad? Bueno, las respuestas a esas y a las preguntas previamente postuladas en un inicio tienen sus respuestas y a medida que se lea este informe/ensayo se contestaran todas sus dudas sin falta, ya que de eso va el asunto. Por lo tanto comencemos de una vez con las respuestas.
Lo primero es saber cual es el tema que cada uno de los libros trata, por lo que lo mejor es iniciar con una introducción para cada uno de los textos. El primero de ellos es “Introducción a la Historia” de Marc Bloch, este libro es fruto de una mentalidad consagrada al estudio de la historia que fue malograda por la guerra. Su autor fue prisionero de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Fue fusilado en 1944 durante el desarrollo de la “solución final” propuesta por los alemanes nazis para el problema que significaba para ellos los judíos, y no pudo ver impresa su obra, escrita en un campo de concentración. A partir de la interrogante ¿qué es la historia y para qué sirve?, Bloch escribe una verdadera introducción a la filosofía de la historia, esencial para la comprensión de esta ciencia que "estudia a los hombres en el tiempo". El autor aprovechó su reclusión para reflexionar con lucidez y agudeza sobre su oficio de historiador y plasmó sus meditaciones en un estilo sencillo, pero con una gran carga psicológica. (casadellibro.com, 2016). En cuanto al segundo libro, “La investigación histórica: teoría y método” de Julio Aróstegui, podríamos llamarlo un manual universitario de teoría y método, dirigido sobre todo a los profesores, licenciados y estudiantes de historia que se interesa por todas las dimensiones de la historiografía (la historia escrita) desde una apuesta inequívoca por el carácter científico de la disciplina. El libro se estructura en tres grandes partes: la primera se ocupa de los fundamentos de la disciplina, de su relación con la ciencia, y con las ciencias sociales en particular, y de su renovación contemporánea. La segunda estudia la teoría propia de la historia, es decir, la naturaleza de lo histórico, su objeto, el análisis temporal, la explicación histórica (es en base a una parte de esta sección que se responden las preguntas planteadas en un inicio), y la tercera analiza los instrumentos del análisis histórico: el diseño y proceso de la investigación, la información historiográfica (las fuentes, su análisis y crítica) y las técnicas empleadas por el investigador. (Biblioteca virtual para Estudiantes, 2011). Estos resúmenes de los libros explican de manera general el tema a tratar en cada uno de ellos, sin embargo, las respuestas que buscaba se encontraban en partes más específicas dentro de los mismos, lo que redujo la lectura de estos textos a unas 44 páginas entre los dos, veinte páginas en el texto de Bloch y 24 en el de Aróstegui.
Ahora bien, volviendo al tema tenemos que resolver varias dudas, la primera es que es la Historia, lo más probable es que si uno le pregunta a alguien, esta persona responda que es la ciencia que estudia el pasado, pero parafraseando a Bloch, esta es una forma impropia de hablar, pues ¿Cómo el pasado puede ser estudio de las ciencias? No puede ser un objeto de estudio de algo racional, al no poseer límites y solo tener en común el hecho de que no están ocurriendo al mismo tiempo que nosotros (Bloch, 1949), sin embargo en base a esa problemática Bloch trata de darle una mejor definición al concepto de Historia, sin mucho éxito en un principio, debido a la ambigüedad que existe en el objeto de estudio, los hechos que ocurrieron en el pasado son algo que no podemos comprobar, solo contamos con los registros que quedan, estas fuentes que son tanto materiales (documentos, registros fósiles, construcciones, herramientas, etc.) como inmateriales (testimonios, historias, básicamente cualquier forma de transmisión oral) no presentan siempre fidelidad a los hechos, o en otras palabras solo se limitan a un puro punto de vista, pasando por alto diversos testimonios que también son necesarios para reconstruir una visión total del pasado. Por eso es que en un principio Bloch termina denominando a la Historia como La ciencia de los hombres en el tiempo, sin embargo aclara rápidamente que el historiador común no cree que sea meramente de “los hombres”, mostrando que una constante fluctuación entre los pensamientos sigue ahí, evitando que se pueda encontrar una definición fidedigna a la magnitud de la palabra. Aun así, gracias a esta definición, y a las clases que había tenido de Introducción a la historia pude darme a entender un tanto mejor que era la Historia, pero faltaba orden en mis ideas, pero me di cuenta que era mejor así, ya que la historia tampoco lo poseía. “Es difícil, sin duda, imaginar que una ciencia, sea la que fuere, pueda hacer abstracción del tiempo. Sin embargo, para muchas ciencias que, por convención, dividen el tiempo en fragmentos artificialmente homogéneos, este apenas representa algo más que una medida. Por el contrario el tiempo de la historia, realidad concreta y viva abandonada a su impulso irrevertible, es el plasma mismo en que se bañan los fenómenos y algo así como el lugar de su inteligibilidad” (Bloch, 1949), este fragmento nos permite entender lo que se planteaba anteriormente, ya que nos da a entender que el tiempo es algo difícil de domar, aun así, hay ciencias que logran darle, de una manera un tanto extraña si consideramos que el tiempo es algo que está en constante movimiento, un orden igualitario conforme a sus intereses, sin embargo, la Historia no tiene esa facilidad, sus procesos varían mucho y no tienden a tener la misma duración, por dar un ejemplo, tenemos la edad media y la edad moderna, dos divisiones que se le han hecho a la historia con el interés de ordenarla (usadas actualmente en la educación), estas dos épocas tienen una duración completamente diferente, La edad media se dice que dura aproximadamente un milenio ,desde la caída del imperio romano de occidente (476 D.C.) hasta la caída de Constantinopla o imperio romano de oriente (1453 D.C.), mientras que la edad moderna empieza con el mismo proceso por el cual termina la edad media (la caída del imperio romano de oriente) y con la revolución francesa (1789 D.C.) mostrando una duración de apenas 336 años, en comparación con la duración de la edad media no es nada la duración de la edad moderna, y ni hablar si comparáramos la edad antigua y la edad contemporánea, cuya diferencia es abismante (todas las fechas fueron establecidas por consenso como los límites de esta periodificación de la Historia).
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