La Historia

La historia que conocemos

Los seres humanos tendemos a cuestionar casi todo lo que nos afecta directa o indirectamente. Sin embargo, pocos se preguntan si lo que aprendemos de los libros de texto referentes a la historia de la humanidad es correcto. ¿Qué ocurrió? El cómo y el porqué de un evento histórico son vital para un perfecto entendimiento de quienes somos y a donde nos dirigimos. ¿Debemos conformarnos con las versiones de la historia según plasmadas en un libro de texto? Son muchos los que opinan que el sistema de enseñanza en todas partes del mundo (sobre todo en América del Norte) ha desarrollado individuos que dan por cierto todo lo que leen en un libro de texto, quedando a un lado la práctica de cuestionar hechos históricos, indagar en la posibilidad de que existan otras versiones de como ocurrió un momento en la historia o de diferir de lo escrito por un autor. Cuando una sociedad para de analizar, cuestionar, opinar, indagar en su pasado, pierde la capacidad de entender su presente y de construir su futuro.

Algunos estudiosos de esta gran controversia social opinan que fueron los gobiernos los que, poco a poco, comenzaron a autorizar en las escuelas libros que narraban la historia de los pueblos de una forma que no insertara ideas revolucionarias en los ciudadanos más jóvenes. Un pasado poco excitante y sin grandes cuestionamientos. El gran poder que tienen las palabras impresas en un libro de texto durante la etapa de escuela elemental e intermedia es alarmante, pues un historiador puede a través de sus palabras contarle a millones de niños y jóvenes la historia según su propio punto de vista. En realidad, el autor de un libro de historia puede alterar hechos históricos como desee y decidir lo que creerá una generación entera. Es por esto que debemos enseñar a los niños en nuestra sociedad a educarse más allá de los salones de clase.

Hoy día contamos con muchísimas alternativas para aprender sobre distintos puntos de vista en relación a un suceso histórico. Mayor libertad de prensa, acceso a publicaciones en otros países del mundo, documentales y reporteros de todas partes del mundo son ejemplos de fuentes de información que deben añadirse al tradicional libro de texto. Muchas veces una novela refleja más historia en sus páginas que un libro de texto. La descripción de los personajes, sus inquietudes, sus problemas, su manera de pensar, su vida en sociedad, resulta muchas veces una historia mucho más profunda y entendible que lo escrito en un capitulo lleno de hechos en un libro de texto. Por ejemplo, muchos conocen la historia de Puerto Rico basado en pocos libros de texto que leyeron durante la escuela elemental. Sin embargo, hay muchos libros escritos por compatriotas que ni se mencionan en esos libros de texto, los cuales narran en detalle versiones diferentes de cómo ocurrieron hechos importantes de nuestra historia. Abrir nuestras mentes a muchas posibles versiones

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