La Independencia y las Reformas Bórbonicas
Enviado por Stephanie Arellano • 19 de Abril de 2017 • Trabajo • 2.052 Palabras (9 Páginas) • 314 Visitas
Stephanie Rebeca Sánchez Arellano 369-B
La Independencia (1808-1821)
Virginia Guedea
Acerca de la independencia, 1808-1821, la doctora Virginia Guedea escribe sobre la causa por la que Nueva España se convierte en el México independiente a través de un proceso histórico más amplio. Sostiene que la formación del Estado nacional mexicano abarca buena parte del siglo xix y es, por otra parte, lo que conocemos como la revolución hispánica, que llevó a España a convertirse en un Estado moderno y provocó la desintegración de su Imperio. No sólo Nueva España se independizó de la metrópoli, sino que también lo hicieron casi todos los territorios españoles de América.
La insurgencia recorrió un camino muy sinuoso y se desarrolló en varios territorios de la República Mexicana, sobre todo en los espacios que conocemos como el México central; hubo reivindicaciones políticas y sociales; del grueso de las filas insurgentes, campesinos y trabajadores fueron escuchados por primera vez, también hablaron los marginados de las ciudades que solicitaban la restitución de la tierra o del agua; esto dio como resultado una insurrección netamente popular. Fue un movimiento de violencia, desorden y ruptura en todos los órdenes, además de anárquico. La autora resalta cómo la guerra provocó el deterioro de la economía novohispana, al detener el envío de dinero a la Península y las redes comerciales. Por otra parte, la contrainsurgencia intentó sofocar las manifestaciones utilizando como principal recurso a la religión, pues el alto clero lanzó contra los insurgentes anatemas y excomuniones. Otro problema fue la dificultad para establecer relaciones con el exterior y conseguir auxilio de otros países.
El capítulo cierra con el pacto de las tres garantías que celebraron, por un lado, el realista Agustín de Iturbide, enviado a combatir a los insurgentes en el sur; y por el otro, el insurgente Vicente Guerrero, al proclamar la Independencia en un documento conocido como Plan de Iguala, donde se establecía una monarquía moderada como forma de gobierno. No recogió muchas de las reivindicaciones que había sostenido la insurgencia, dejaba intacto al clero, a los ramos del Estado y a los empleados públicos, lo mismo que la administración de la justicia. No obstante, sí retomó ese viejo anhelo autonomista de crear una junta de gobierno. El acta de Independencia del Impero mexicano se fechó el 28 de septiembre de 1821. Llama la atención que ningún antiguo insurgente la firmó y sí lo hicieron antiguos autonomistas y desafectos al régimen colonial.
El país dio comienzo a su vida independiente sin haber resuelto los conflictos de interés que se daban entre los distintos grupos, lo que llevaría a un largo camino para la consolidación del Estado nacional mexicano.
Además, en muchas ocasiones proporcionaron los medios de subsistencia de los ejércitos en rebeldía y elaboraron gran parte del armamento utilizado, principalmente los arcos y flechas. En la isla del Lago de Chapala, por ejemplo, los indios, bajo la dirección del padre Castellanos, establecieron una “fábrica de pólvora y balas”, haciendo constantes expediciones a la costa de Tizapán para abastecerla de leña.
Un gran número de indígenas cayó en manos de realistas durante los años de lucha. En prisión, por lo general, gozaron de una situación más benévola que los españoles y mestizos insurgentes y el tiempo que se les mantuvo en prisión fue más breve. Así, el 75% de los indios de los cuales se conocen sus sentencias cumplió un máximo de dos años, mientras que los españoles que habían cometido las mismas faltas cumplieron como mínimo este lapso de tiempo. Tal parece que el gobierno colonial mostró mayor indulgencia hacia ellos por considerarlos menores, necesitados de la protección de las autoridades españolas.
Pero, a pesar de lo anterior, como ha señalado Miguel León-Portilla, las ejecuciones de indios insurgentes a manos de realistas fueron relativamente frecuentes. Por ejemplo, José Nicolás Martínez, José de Jesús Caleria y otros seis fueron ejecutados por la espalda, sin ser sometidos a juicio. En Cuernavaca los indios José Hipólito Medrano y Juan José Manuel, acusados por gente de Coajomulco fueron condenados a muerte y ejecutados en1816. Los indígenas y el movimiento de Independencia 311 de Antonio Andrés, indio del pueblo de Sayula y de José Andrés de San Miguel Temoaya, quienes, apresados después de una batalla, fueron ejecutados el primero en 1811 y el segundo en 1813.
En lo personal, podemos decir que los indígenas que participaron en el movimiento insurgente lo hicieron mayoritariamente por motivos personales o comunales locales. Su propósito no fue lograr la independencia de Nueva España ya que no tenían la conciencia de este territorio y su relación con la corona sólo era de súbditos que buscaban protección. Sus intereses se circunscribían a sus comunidades y pelearon por la esperanza de mejorar su situación socioeconómica, para resolver rencillas locales, problemas con los actores inmediatos, como eran los pueblos vecinos, las haciendas, los funcionarios reales y los clérigos. Si a estas conclusiones añadimos que la gran mayoría de los indígenas no participó en la guerra de insurgencia, y que muchos lo hicieron del lado realista tenemos un cuadro distinto al tradicional sobre el movimiento insurgente.
Preguntas
- ¿En el sur de la Republica, quién estaba al mando del levantamiento?
- Dejando a un lado la tradicional historia de independencia, ¿quién apoyaron más en el proceso de la Independencia?
- ¿Quién o quiénes fueron los que finalmente firmaron el Acta de independencia?
- ¿Cuáles fueron finalmente las causas de este levantamiento, internamente?
Stephanie Rebeca Sánchez Arellano 369-B
Las Reformas Borbónicas
Luis Jáuregui
En este capítulo, desarrolla Luis Jáuregui, las razones por la que La corona española, de la casa Borbón, decidieron aplicar estas Reformas, pues abarca desde la principal intención de estás hasta el cambio que torna, totalmente diferente al comienzo. Estas reformas ya venían con anterioridad, aunque más tímidas y con menor impacto, ya se hacían conocer desde la primera mitad del siglo XVIII. Posteriormente, no mucho tiempo después, comenzaban tal cuál las verdadera Reformas Borbónicas, las cuales tuvieron por obvias razones un gran impacto en la población indígena.
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