La Monarquía Dual Que Las Elites Brasileras Intentaban Defender

La invasión de Portugal por parte de Napoleón, obligo a que el 29 de noviembre de 1807 la corte y el príncipe regente Don Joao VI se refugiara en Brasil.

El 16 de diciembre de 1815, Don Joao VI elevó a la categoría de reino a la hasta entonces colonia del Brasil, tras los acuerdos del Congreso de Viena en 1815, Brasil reconocido como reino por las potencias de entonces lo cual se refrendó en 1816 siendo su monarca al mismo tiempo el de Portugal, de este modo surgió el Reino Unido de Portugal y Brasil con capital en Río de Janeiro. El primer y único monarca de este estado fue Don Joan VI. Sin embargo, a partir de la expulsión de los franceses en 1814, la situación cambia, colocando a Don Joao y a toda su corte en el difícil dilema de quedarse en Brasil, lo cual prácticamente determinaba la caída del régimen monárquico en Portugal, o de regresar a Europa dando origen a una situación que llevaría a la colonia directo a la independencia. Por esta razón, Don Joao decide ratificar en el Congreso de Viena, en 1815, el Reino Unido de Portugal y Brasil, y la capital brasileña de Río de Janeiro como la sede del gobierno monárquico, debido a las reformas que realizó el gobierno en Brasil en materia económica, cultural e incluso militar antes de la caída de Napoleón, es exhortada por las potencias Europeas.

De esta forma, Brasil quedaba al mismo nivel que Portugal. Esta situación vista por los portugueses relegaba a Portugal a un plano secundario. Para las elites brasileras este hecho fue muy importante e intentaban defender este sistema de monarquía dual, Portugal-Brasil, para defender sus intereses, es decir, para preservar la autonomía administrativa y la libertad de comercio puesto que serían mantenidos por el hecho de que el emperador permaneciera en Brasil.

Tiempo después en Oporto ocurre una rebelión originada principalmente por dos factores principales: la preeminencia económica y política que estaba tomando el reino de Brasil y, sobre todo, la búsqueda liberal de establecer un sistema de gobierno del tipo monárquico constitucional, los hechos ocurridos en Oporto tuvieron pronto eco en diversas provincias del Brasil; es así que en 1821 Don Joao VI aceptó la Constitución para poder reinar a Portugal y su hijo Don Pedro permaneció en Brasil como regente, frustrando de este modo lo que pudo haber sido la creación de un nuevo reino en Brasil unido a Portugal por un mismo gobernante.

(Elaborado en base a L. Bethell, La independencia de Brasil. Pág. 180-182, 185-195, 198, 200-202.)

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