La Navegacion En La Edad Media

Los viajes marítimos en la Edad Media así como en otras épocas del pasado eran siempre una aventura. Los hombres de mar tenían un grandísimo respeto por el mar. Por el mar venía la riqueza a través de la pesca y del comercio, pero también los piratas y los naufragios que truncaban vidas y fortunas.

Durante casi toda la Edad Media, los conocimientos europeos de navegación se reducían al mar Mediterráneo, el mar del Norte y las zonas costeras del Atlántico; y las técnicas de navegación eran muy rudimentarias, como lo era la suelta de pájaros. Pero los hechos de gran trascendencia desde el punto de vista náutico aparecen en la primera parte del siglo XIII; se trata del empleo del timón de codaste en el gobierno de las embarcaciones y de la introducción de la vela latina en el aparejo, lo cual permitía a los buques navegar en contra del viento por medio de bordadas sucesivas. A todo esto hay que sumar la introducción de la brújula. También cabe destacar el perfeccionamiento de los mapas (por ejemplo la carta Pisana del siglo XIII).

En cuanto a los tipos de embarcaciones que se utilizaban para estas funciones, se dividen en dos grupos, dependiendo de su fuerza motriz: las impulsadas a remos y las impulsadas a velas. En las impulsadas a velas nos podemos encontrar con la galera, el drakar y el dromón bizantino:

- La galera era el típico barco militar del Mediterráneo aunque también se usaba para el comercio. Tiene su origen en los trirremes romanos, aunque su casco era más alargado y ligero e iba provisto de castillo de proa y el alcázar en la popa donde se alojaban los oficiales. Su movimiento estaba asegurado por mástiles con aparejo latino (en períodos de viento) y de remos (durante los períodos de falta de viento o de batallas). Su uso se dio desde la antigüedad hasta el siglo XVI en algunos países, o al XVIII en el caso de Esapaña.

- El drakkar. Es el famoso barco usado por los vikingos en sus invasiones. Se trataba de un barco preparado para enfrentarse a las furias del viento y el oleaje de las mareas. Su diseño era básicamente un casco robusto y alargado, capaz de romper las terribles olas que azotaban el mar del norte. Dependiendo del uso que se le daba, su estructura o tamaño tenían diferentes nombres. Por ejemplo, los snekkar eran los barcos de guerra por excelencia mientras que los kannar eran los barcos usados para el comercio. Estaban impulsados por remos, aunque posteriormente se les añadió una vela para aumentar su velocidad; a modo de timón tenían dos grandes remos situados en las aletas del barco. Además, su reducido peso y poco calado les permitía a los drakares navegar por aguas poco profundas, como los ríos, para hacer más accesible su penetración hacia el interior. Fue un año que estuvo en uso entre el 700 y 1000 d.C.

- Dromón bizantino. Tras la caída del Imperio romano, las flotas de guerra prácticamente desaparecieron del Mediterráneo. Los pocos bajeles de guerra que seguía la técnica del trirreme romano fueron sustituidos, a partir del siglo IX, por el formidable dromón. Llevaba tres mástiles con velas latinas o triangulares, aunque también estaba provisto de dos filas de remos. Estaba armado con balistas (grandes ballestas) o cataultas, y con un artefacto a proa que proyectaba un fuego abrasador llamado Fuego Griego. Su actividad fue destacada en la reconquista de Chipre por parte del Emperador de Bizancio, Romano V. Estuvo en uso hasta el año 1453 con la caída de Constantinopla.

En cuanto a los barcos impulsados a velas nos encontramos a la coca, la carraca, la nao y la carabela:

- La coca. Embarcación típica de la escuela naval nórdica, inventada a finales del siglo XII para el comercio. Tenía un casco redondo, una eslora de unos veinte metros y una manga de diez. Esto le permitía soportar bien el embate de las olas, y almacenar una carga de hasta 200 toneladas. Era manejado mediante un timón. Su aparejo consistía en una vela cuadrada en el centro de la nave que podía aumentar o disminuir de superficie gracias a la boneta

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