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La Pobreza Del Hombre Como Resultado De La Riqueza De La Tierra


Enviado por   •  20 de Octubre de 2012  •  2.759 Palabras (12 Páginas)  •  5.014 Visitas

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La pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra.

Fiebre del oro, fiebre de la plata.

El signo de la cruz en las empuñaduras.

América no solo carecía de nombre. Los noruegos no sabían que la habían descubierto hace largo tiempo, convencidos de que habían llegado al Asia. En 1942, la bota española se clavo por primera vez en América. Los reyes católicos de España decidieron financiar la aventura del acceso directo a las fuentes, para liberarse de la cadena de intermediarios que acaparaban el comercio de especias y las plantas tropicales, además del afán de metales preciosos. Europa entera necesitaba plata.

1942 no solo fue el año del descubrimiento de América, fue también el año de la recuperación de granada. Abatieron a comienzos de 1942 el último reducto de la religión musulmana en el suelo español. Había costado casi 8 siglos recobrar lo que había perdido en siete años y la guerra de reconquista había agotado el tesoro real. España adquiría realidad como nación alzando espadas cuya empuñadura dibujaba el signo de la cruz. La reina Isabel se hizo madrina de la santa inquisición.

La hazaña de descubrimiento de América latina no podría explicarse sin la tradición militar de guerra de cruzadas que imperaba en la castilla medieval, y la iglesia no se hizo rogar para dar carácter sagrado a la conquista de tierras incógnitas del otro lado del mar. La reina Isabel se convirtió en la dueña y señora del nuevo mundo.la expansión del reino de castilla ampliaba el reino de dios sobre la tierra.

Antes de cada entrada militar, los capitanes de conquista debían leer a los indios, ante escribano público, un extenso y retorico requerimiento que los exhortaba a convertirse a la santa fe católica. Si no lo hiciereis, y en ello dilación maliciosamente pusiereis, certifícoos que con la ayuda de dios yo entrare poderosamente contra vosotros y vos hare guerra por todas partes y maneras que yo pudiere y os sujetare al yugo y obediencia de la iglesia y de su majestad y tomare vuestras mujeres e hijos y los hare esclavos y tomare vuestros vienes.

América era el vasto imperio del diablo, de redención imposible y dudosa, pero la fanática misión contra la herejía de los nativos se confundía con la fiebre que desataba el brillo de los tesoros del nuevo mundo.

El oro y la palta eran las llaves que el renacimiento empleaba para abrir las puertas del paraíso en el cielo y las puertas del mercantilismo capitalista en la tierra. Hernán Cortez revelo a España en 1519 el tesoro de Moctezuma y 15 años después llego a Sevilla el oro y la plata que francisco Pizarro hizo pagar a Atahualpa.

Retornaban los dioses con las armas secretas.

América había sido donada a la reina Isabel. En 1508 una nueva bula concedió a la corona española todos los diezmos recaudados en América. El tratado de tordesillas, suscrito en 1494, permitió a Portugal ocupar territorios americanos más allá de la línea divisoria trazada por el papa, y en 1530 Martin Alonso de Sousa fundo las primeras poblaciones portuguesas en Brasil, expulsando a los franceses.

En 1522 retornaban a España los sobrevivientes de la expedición de Hernando de Magallanes que había unido por primera vez ambos océanos y había verificado que el mundo era redondo: 3 años antes habían partido de la isla de cuba hacia México, las diez naves de Hernán Cortez, y en 1523 Pedro de Alvarado se lanzo a la conquista de Centroamérica; francisco Pizarro entro triunfante en el Cuzco, en 1533, apoderándose del corazón del imperio inca, en 1540, Pedro de Valdivia atravesaba el desierto de atacama y fundaba Santiago de chile. Los conquistadores revelaban el nuevo mundo.

El desnivel de desarrollo de ambos mundos explica en gran medida la relativa facilidad con que sucumbieron las civilizaciones nativas. Los conquistadores supieron explotar el rencor de los pueblos sometidos al dominio de los imperios precolombinos. Además los caballos y las bacterias ayudaron a los españoles en la conquista.

Esplendores del potosí: el ciclo de la plata.

En potosí la plata levanto templos y palacios, monasterios y garitos, ofreció motivo a la tragedia y a la fiesta, derramo la sangre y el vino, encendió la codicia y desato el despilfarro y la aventura. La espada y la cruz marchaban juntas en la conquista y en el despojo colonial. Para arrancar la plata de América se dieron cita en potosí los capitanes y los ascetas, los caballeros de lidia y los apóstoles, los soldados y los frailes. Potosí se convirtió en una de las ciudades más ricas y grandes de la época en el mundo.

Fluyo la riqueza. El emperador Carlos V dio prontas señales de gratitud otorgando a potosí el titulo de villa imperial y un escudo con esta inscripción: soy el rico Potosí, del mundo soy el tesoro, soy el rey de los montes y envidia soy de los reyes.

El cerro a casi 5,000 metros de altura era el más poderoso de los imanes, pero a sus pies la vida resultaba dura: potosí pasó a ser el nervio principal del reino.

España tenía la vaca, pero otros tomaban la leche.

Entre 1545 y 1558 se descubrieron las fértiles minas de plata de potosí, en la actual Bolivia; y las de Zacatecas y Guanajuato en México. América era para entonces una vasta bocamina centrada sobre todo en potosí.

El flujo de la plata alcanzo dimensiones gigantescas. Entre 1503 y 1660 llegaron al puerto de Sevilla 185,000 kilos de oro y 16, 000,000 kilos de plata. La plata transportada a España en poco más de un siglo y medio, excedía tres veces el total de las reservas europeas. Y estas cifras no incluyen al contrabando.

Los metales arrebatados a los nuevos dominios coloniales estimularon el desarrollo económico europeo y hasta puede decirse que lo hicieron posible. Formidable fue la contribución al progreso ajeno. No al de España por cierto, aunque a este pertenecían las fuentes de plata. España es como la boca que recibe los alimentos, los mastica, los tritura, para enviarlos en seguida a los demás órganos y no retiene de ellos por su parte, más que un gusto fugitivo o a las partículas que por casualidad se agarran a sus dientes.

Los españoles tenían la vaca pero eran otros los que tomaban la leche. La corona estaba hipotecada. Cedía por adelantado casi todos los cargamentos de plata a los banqueros alemanes, genoveses, flamencos y españoles. Solo en mínima medida la plata americana se incorporaba a la economía española. Aquel imperio rico tenía una metrópoli pobre.

Mientras la aristocracia se consagraba al despilfarro y se multiplicaban, en el suelo español, los curas, los guerreros, los nobles y los mendigos, al mismo ritmo frenético en que crecían los precios

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