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La Trata Negrera


Enviado por   •  12 de Marzo de 2015  •  2.857 Palabras (12 Páginas)  •  314 Visitas

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1- La trata negrera

La exploración de las costas de África, el descubrimiento de América en el siglo XV y su colonización en los tres siglos siguientes, impulsó de forma considerable el comercio de esclavos.

Los conquistadores españoles y portugueses, en un primer momento utilizaron a los indígenas para cultivar las grandes plantaciones y trabajar en las minas, pero con el paso del tiempo, estos "bienes inagotables" terminaron agotándose debido a las durísimas condiciones de trabajo, a la miserable alimentación, a las deficientes condiciones de higiene, a los durísimos castigos, a la falta de inmunidad contra las enfermedades europeas, en una palabra, a las duras condiciones de vida a la que eran sometidos. El derrumbe de las poblaciones indígenas (total en las Antillas y parcial en el continente americano) provocó el aumento del número de esclavos, la relación era directamente proporcional: cuantos más esclavos morían, más se necesitaban. Al ser millones los nativos que murieron a causa de la rudeza de los trabajos, se optó por importar a las colonias españolas y portuguesas - a partir del siglo XVI- esclavos africanos creyendo que podrían soportar mejor el trabajo forzado: suposición errada y nuevamente desastrosa para los hombres elegidos.

El tráfico negrero se realizaba a través de factorías que rodeaban el continente africano. En un primer momento eran los piratas, comerciantes y navegantes particulares quienes se dedicaban a esa actividad, pero a partir del siglo XVII comenzó a ser ejercido por las grandes compañías. Estas se encargaron también de la instalación de factorías y la construcción de fuertes y bodegas para almacenar a los esclavos. Hay que destacar que el monopolio que intentaba imponer la compañía no excluía la presencia de otros sujetos implicados en la trata. Por ejemplo, en el caso de Portugal, el tráfico continuó llevándose a cabo por negreros particulares -especialmente a partir del Siglo XVII- cuando las relaciones entre las posesiones de África y el Brasil comenzaron a ser directas debido a la interferencia en el Atlántico de otras potencias traficantes de esclavos.

Debemos distinguir entre la trata oriental y la occidental. En rasgos generales, la trata oriental abarcaba a un grupo reducido de esclavos, mientras que la trata occidental era altamente superior en cifras y se llevaba a cabo con medios mucho más poderosos. Esta última se centraba principalmente en la obtención de "bienes de producción", por esto, se exportaban en su mayoría hombres vigorosos y una minoría de mujeres de edad adulta. La trata oriental, en cambio, estaba orientada a la consecución de "bienes de consumo", en su mayoría niños y mujeres para servidumbre doméstica, para engrosar los harenes, etc.; los hombres solían ser utilizados como mercenarios o bien como guardias de palacio. El trabajo de esclavos negros en las plantaciones sólo comenzará a darse tardíamente.

En la costa occidental de África el tráfico trasatlántico de esclavos comenzó en el siglo XV, más concretamente en el año 1441 con el tráfico de los primeros esclavos africanos llevado a cabo por los portugueses. Los futuros esclavos eran capturados generalmente por otros africanos y transportados a la costa occidental de África. España, al poco tiempo, imitó esta práctica aunque durante más de un siglo Portugal siguió monopolizando el comercio. A finales del siglo XVI, el Reino Unido empezó a competir por el derecho a abastecer de esclavos a las colonias ultramarinas detentado hasta entonces por Portugal, Francia, Holanda y Dinamarca. En este momento, los ingleses que llegaron con retrazo a la carrera, comienzan a dominar los mares, adjudicándose el liderazgo en el comercio negrero: el primer cargamento fue transportado en 1562. En 1713, la British South Sea Company consiguió el derecho exclusivo de suministro de esclavos a las colonias transoceánicas.[ii] La trata continuará siendo legal hasta finales del siglo XIX, con grandes diferencias temporales en los diferentes países.

2- La colonización española de América es la administración española implantada en el Nuevo Mundo que pretendía ser una imitación o duplicado del modelo de la administración peninsular contemporánea.1

La colonización de América fue efectuada sustancialmente por el Reino de Castilla (ligado dinásticamente al Reino de Aragón) y es la continuación de una primera expansión y experiencia colonizadora de este Reino en la Islas Canarias, en las cuales Castilla ensayó por primera vez a cierta escala la experiencia de conquistar, repoblar y administrar un territorio nuevo, habitado por pueblos desconocidos, asimilándolos y cristianizándolos en el proceso. Así, las tres ultimas grandes islas de Canarias fueron completamente sometidas en los años 1478/1483 (Gran Canaria), 1492/1493 (La Palma) y 1494/1496 (Tenerife) aunque el impulso colonizador arranca mucho antes, en las otras islas del archipiélago.. Esta experiencia y la existencia de fórmulas desarrolladas para solucionar los problemas de fundación de nuevas ciudades, pactos y enfrentamientos con los naturales del país, designación y atribuciones de los Adelantados militares, engranaje de los aparatos administrativos: religioso, civil y militar, fueron luego ampliamente usadas en América, tienen sus antecedentes lejanos en la experiencia de la Reconquista y repoblación de la Península Ibérica y explican en parte el extraordinario éxito de la colonización.

A partir del siglo XV, los territorios y naciones indígenas fueron incorporados por la monarquía española a través del Descubrimiento y Conquista de América, formando parte de un proceso histórico más amplio denominado mercantilismo, dando lugar al Imperio español en América. A lo largo del siglo XIX, con la caída del absolutismo y la transformación de España en un Estado liberal, tiene lugar la independencia hispanoamericana.

3- La Europa renacentista

A partir de mediados del siglo XV entran en juego una serie de factores cuyos efectos contribuyen a acentuar la sensación de cambio en todas las dimensiones de la vida: la difusión de inventos como la imprenta o la brújula, los descubrimientos geográficos o el desarrollo de nuevos sectores económicos. El mundo político ensaya nuevas formas que muy pronto tendrán en las monarquías nacionales o autoritarias sus mejores exponentes y el fenómeno renacentista confiere al pensamiento europeo una nueva actitud mental que le lleva a replantearse la posición del hombre en la creación.

Pero hay que descartar la idea de que la Europa de finales del siglo XV es radicalmente distinta de la anterior, ya que a lo largo del XVI es perceptible un legado histórico que hunde sus raíces en el medievo, como demuestran las siguientes circunstancias: la economía

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