La búsqueda y la extracción de Ana Ferrari
Enviado por caraya14 • 22 de Noviembre de 2013 • Biografía • 797 Palabras (4 Páginas) • 247 Visitas
Allanamientos y secuestros[editar • editar código]
En 1970, el propio Agustín Feced allanó la casa de Ana Ferrari -hermana de Gerardo y entonces una niña de 12 años- y le dio una trompada. Ana se mudó a una villa cuando era adolescente, en lo que se conocía como la "opción por los pobres". Allí participó en tareas como la construcción de un dispensario, o los reclamos de cloacas. En junio de 1976, sus padres Orfel Juan Ferrari e Inés F. Viglione4 y su hermano de 14 años fueron secuestrados, y estuvieron en el Servicio de Informaciones. A Ana y su compañero, Manolo Fernández, los llevaron el 15 de octubre de 1976, a la casa de una abuela. Ana tenía un bebé de nombre Gerardo7 y había dejado su militancia política. La separaron de su hijo, al que amamantaba. Cuando la torturaban, le salía leche de los pechos. En una de las sesiones de tortura participó el propio Feced.
Apenas llegaron a la casa de su abuela, Ana (18 años) levantó a su bebé del moisés, pero uno de los represores le tironeaba sus piernas. Aun así, siguió. Un policía vestido de marrón le prometió cuidar que a su bebé no le hicieran nada durante el allanamiento, y cumplió. Guzmán Alfaro y otro integrante de la patota, apodado Kuriaki, la llevaron a una pieza, le metieron una pistola en la vagina y le dijeron que iba a morir de esa manera. Después, la vendaron con una sábana que ella misma había hecho para su bebé.1
El cautiverio de Ana[editar • editar código]
Ana fue torturada en el CCD Servicio de Informaciones, hoy reconvertido en Centro de la Memoria
Tras el allanamiento, la trasladaron en auto al Servicio de Inteligencia. "Lo único que pensaba era que tal vez a mi hijo no lo iba a ver nunca más", dijo. Cuando la bajaron en la Jefatura, supo de inmediato donde estaba, porque meses antes había ido a llevarles comida a sus padres al mismo lugar. "Me tiraron contra la escalera y me dijeron: estás en el infierno". Demoró dos semanas, hasta que la trasladaron al sótano, en saber que su bebé estaba bien.1
Después de un mes en el Servicio de Informaciones, a Ana la trasladaron a Devoto, el 15 de noviembre de 1976. Ella recuerda que "a la noche siguiente Feced vino a buscarme para matarme. No se sabe de dónde salió la orden de trasladarme a Devoto, pero Feced se puso muy furioso por mi ausencia". En esa cárcel supo que le habían abierto una causa federal. La defensora oficial era Laura Cosidoy, quien desoyó sus denuncias por torturas. Después, volvieron a llevarla a Rosario, esta vez a la Alcaidía. El 24 de diciembre de 1978 recuperó la libertad, pero debía ir tres veces por semana al mismo lugar donde la habían torturado para "firmar una libretita". A la familia de su esposo la diezmaron.1
Sus represores[editar • editar código]
Ana tiene la absoluta certeza que José Lofiego participó de
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