La historia de la Ingeniería en Venezuela (Ensayo)

 REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA[pic 1]

INSTITUTO UNIVERSITARIO POLITÉCNICO

“SANTIAGO MARIÑO”

EXTENSIÓN MARACAY

ESCUELA DE INGENIERIA DE SISTEMAS

HISTORIA DE LA INGENIERÍA EN VENEZUELA

(ENSAYO)

Autor:

T.S.U Moncada José

Maracay, Mayo de 2016

La historia de la Ingeniería en Venezuela (Ensayo)

        Realmente al leer el título del tema y la cantidad de páginas que  debía leer para desarrollar este ensayo, pensé de inmediato que sería una lectura monótona, fría y aburrida acerca de la ingeniería en Venezuela, pero para mi sorpresa, el tema me envolvió de manera sorpresiva cuando comienza con una “apología” a nuestro otrora pasado independentista lleno de caudillos y apellidos difíciles de olvidar porque desde niños son lo primero que nos enseñan. Digo “apología” de manera sarcástica porque realmente es lo que nos inculcan desde nuestros primeros pasos por las aulas de clases, el militarismo, el caudillismo, y un largo y bélico  etcétera, que no digo que no sea de interés saberlo, pero que ya debería de ser un caso de estudio su modificación o reforma de enseñanza.

        Toda nuestra historia inicial estudiantil gira en torno al caudillismo militar, ignorando que mucho de los civiles también forman parte importante de nuestra historia, personas comunes pero llenas de un gran talento que gracias a ello dejan su impronta en la historia venezolana. Siempre nos han mostrado la historia desde el punto de vista del héroe, del que todos hablan, del que todos quieren pero como será verlo desde el punto de vista del personaje común, aquel que con sus conocimientos y experiencia logró hacer cosas transcendentales pero que nunca fueron exaltadas. El siguiente ensayo muestra alguno de esos personajes que para muchos son un cero a la izquierda, pero que para otros son la fuente de inspiración, el ejemplo a seguir.

        La Ingeniería en Venezuela ha sufrido ciertamente muchos embates, ser ingeniero para el siglo XVIII, por ejemplo, era un privilegio que solo unos pocos podía ostentar, era prácticamente un título nobiliario, de hecho para serlo, la persona debía tener ascendencia de la alta alcurnia española, algo así como un ducado, conde, marquesado o  alguno de esos rimbombantes títulos nobiliarios europeos. Era una carrera que para esa época estaba única y exclusivamente reservada para la milicia, para el venezolano “común”, detentar un título de estos era casi que imposible porque para obtenerlo, debía ir a adquirirla en España o a algunas otras importantes plazas militares.

        Podemos arrancar esta síntesis dividiendo en décadas y nombrando los acontecimientos más relevantes acaecidos para la centuria del siglo XVIII. En la década de 1760 a 1770 se funda la academia de Geometría y fortificaciones por Nicolás de Castro oficial español que redactó, si se quiere, el primer compendio de ingeniería elaborado en el país, esta academia estaba destinada solo a personal militar. Ya para los primeros años de 1800 también se funda una Academia de Matemáticas en caracas destinada a formar especialista en el ámbito militar, esta duró solo unos años. Para 1830 Juan Manuel Cagigal funda la Academia de Matemáticas, cátedra que impartía gracias a sus extensos estudios en el extranjero y cuyos conocimientos compartió con sus coterráneos.

        En este menester, Cagigal obtuvo ayuda de José Rafael Acevedo quien fue el primer rector de la cátedra de matemáticas de la Universidad Central de Venezuela. Para esa década, la cantidad de graduados era modesta, 7 agrimensores, luego 2 años después se graduaban 4 ingenieros. Hasta su cierre, se graduaron 17 promociones con 97 egresados, incluyendo entre ellos personajes harto conocidos como Cecilio Acosta, Rafael María Baralt, Ezequiel Zamora, entre otros. En los siguientes años, a Academia de Matemáticas sufre algunos cambios para mejorar el pensum, agregar nuevas asignaturas y la posibilidad de otorgar nuevos títulos a sus carreras.

        Para la década de 1860, se designan 7 estudiantes con patrocinio oficial, a cursar estudios en Nueva York, estudios relacionados con la naciente y prometedora máquina de vapor, invento que contribuyó con el rápido desarrollo de los países industrializados de hoy en día. Sólo 2 de estos estudiantes dan esperanzas de éxito. En el año 1872 por decreto de Antonio Guzmán Blanco, suspende las actividades de la Academia de Matemáticas, alegando que era “Un nido de Godos” y seguramente atentaba contra su mandato.

        Los años siguientes a 1874, la Universidad Central de Venezuela, (que por cierto fue fundada en 1721) sufre cambios en su estructura, deja de depender del entorno militar y otorga los primeros títulos de agrimensor e ingenieros sin connotación militar. A la par de la UCV, las universidades nacionales también se adaptan a los tiempos cambiantes de la Venezuela pre-petrolera, cada vez más y más egresados ostentan los títulos de Ingeniero o agrimensor. A medida que la demanda estudiantil crece, se van fundando más universidades a nivel Nacional.

        Para finales de 1800, las mujeres también formaban parte de los ingenieros egresados de las universidades nacionales. Para inicios de 1900, se funda en la UCV el Centro de Estudiantes de Ingeniería, que por ser de carácter político amenaza al gobierno en curso que era el del General Juan Vicente Gómez y este clausura la universidad hasta por 10 años en el período que va desde 1912 a 1922. Curiosamente para abril de 1912, el tristemente célebre RMS Titanic se hundía en las gélidas aguas del océano Atlántico, falleciendo 1.513 de las 2.227 personas que subieron a bordo.

        En los años anteriores a la Venezuela petrolera, el número de egresados universitarios era un valor modesto, un puñado de ingenieros egresaban de distintas casa de estudio como la UCV, la universidad de Carabobo, la ULA, entre otras. Ya para la década posterior a 1920, se aprueba la primera ley de Ejercicio de la ingeniería, arquitectura y agrimensura, que marca un verdadero punto de inflexión para los ejecutantes de la carrera, porque pasan de ser “de ilustrados a profesionales” -como lo expresó Freites 1992-.

        Para el año 1928 el país se convulsiona con la llamada “Generación del 28” de cuyos integrantes militaban estudiantes de ingeniería.  Fue el primer movimiento exitoso de masas en la historia política de Venezuela. De este grupo surgieron los líderes que empezaron a organizar las nuevas agrupaciones políticas que constituían el futuro e instrumentos de lucha política contra el gobierno de Gómez. En 1929, el entonces desterrado Ing. Alberto Smith publica su influyente libro titulado “Formación del estudiante, del profesional y del ciudadano” cuyo ejemplar muy leído por los exiliados antigomecistas.

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