La huelga de Cananea
Enviado por aswe111 • 21 de Octubre de 2021 • Documentos de Investigación • 803 Palabras (4 Páginas) • 399 Visitas
José Gustavo Huerta Valdez, 7° cuatrimestre
Derecho laboral II
La huelga de Cananea
El 1 de junio de 1906 en Cananea, Sonora, México. Dio inicio un movimiento de trabajadores mineros, estos pertenecientes a la empresa “Cananea Consolidated Copper Company”. Este “movimiento” es consolidado como la “Cuna de la Revolución”.
La relación laboral era discriminatoria, los obreros mexicanos laboraban jornadas largas y bajo condiciones insalubres, recibían un sueldo bajo (3 pesos), ocupaban los puestos eventuales, recibían un mal trato en las tiendas de raya y recibían un trato discriminatorio de sus jefes y supervisores, trabajaban alrededor de 10 a 12 horas. Por otro lado, los trabajadores extranjeros recibían los empleos de confianza y los mejores puestos (estos ganados 7pesos).
Alrededor de unos 400 trabajadores no se presentaron a trabajar, esto como protesta a una reducción al número de trabajadores. Esta reducción tenía como fin minimizar la mano obrera y así incrementar la carga de trabajo, manteniendo los mismos salarios.
Mediante un pliego petitorio, demandaron un aumento salarial, una jordana de 8 horas y un trato justo a los empleados. El dueño de la empresa ignoro las demandas y la huelga fue sofocada con violencia, esto conllevando a la muerte de aproximadamente 20 trabajadores, posteriormente, arribaron agentes de seguridad pública estadounidense, quienes, con el apoyo del ejército mexicano, sometieron a los trabajadores.
Muchos obreros fueron despedidos. Los trabajadores restantes fueron obligados a regresar bajo amenaza mientras los lideres fueron encarcelados.
La historia de esta huelga está ligada con la creación del “Partido Liberal Mexicano”, este liderado por los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón.
La Huelga de Rio Blanco
La huelga inicio cuando en diciembre de 1906 los empresarios impusieron un nuevo reglamento de trabajo que ampliaba las causas de multas y generalizaba el horario de 14 horas diarias. El Reglamento de Noviembre prohibía a los obreros “recibir en su casa visitas de amigos y parientes (en referencia a los agentes magonistas) y leer periódicos o libros que no sean previamente censurados y por ende autorizados por los administradores de la fábrica”; exigía “aceptar sin reserva los descuentos en sus salarios para fiestas cívicas o religiosas, pagar el importe de las ‘canillas’ y ‘lanzaderas’ que se destruyan por cualquier causa, y cumplir estrictamente con la jornada de seis de la mañana a ocho de la noche, con derecho a disfrutar de tres cuartos de hora para tomar alimentos”.
Con el nuevo año llegó el laudo de don Porfirio y en nueve cláusulas el presidente conjugó órdenes, amenazas y promesas. La primera decía: “El lunes 7 de enero se abrirán las fábricas que actualmente están cerradas en los estados de Puebla, Veracruz, Jalisco, Querétaro y Tlaxcala, y en el Distrito Federal; y todos los obreros entrarán a trabajar en ellas, sujetos a los reglamentos vigentes al tiempo de clausurarse, o que sus propietarios hayan dictado posteriormente, y a las costumbres establecidas”; y en la última: “los obreros quedan comprometidos a no promover huelgas…”
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