La importancia de la forma en la arquitectura

[pic 1][pic 2]

Todos tenemos bien sabido que en la arquitectura al final todo toma una forma, esto es tan obvio que parece no ser posible el explicarlo.

Dentro de la arquitectura se da más prioridad a las plantas de los edificios dejando de lado (en comparación con la planta) su volumen, siendo que estén también representa una gran importancia para la materia.

A lo largo de los años con la implementación de nuevos materiales y a la implementación de formas novedosas, se han ido edificando construcciones modernas en su tiempo en todas las eras.

Durante la antigüedad, la conciencia era un propósito constructivo para hacer posible una actividad, esto tenía como consecuencia que la apariencia de la fachada dependiera del sistema estructural que soportaba (abovedado o arquitrabado).

Las civilizaciones que residían en Mesopotamia fueron quienes impusieron las bases para lo que sería la Arquitectura, comenzaron con formas circulares y abovedadas para posteriormente dar lugar a las construcciones prismáticas de muros y ladrillos o adobe.´

Los principales edificios en Mesopotamia se componían principalmente de cubos y muros gruesos.

Luego pasamos al pueblo egipcio, dicha arquitectura fue el resultado de un gran abstraccionismo a partir de formas naturales, orgánicas o tectónicas. El pueblo se caracteriza por su capacidad de abstracción,  y por como relacionaban la armonía y la proporción de una forma armoniosa.

Por su parte la arquitectura minoica posee unos pilares con fuste más estrecho en la base que en el capitel, esto es contrario a lo que se planteó en Egipto y Mesopotamia.

Es en Micenas donde acorde con la finalidad de las funciones en el edificio se realiza la construcción.

En Grecia, el templo clásico se defendía a partir de columnas y cubiertas a dos aguas, este modelo reflejaba una concepción escultórica de la arquitectura que se enfocaba en lo exterior más que en la funcionalidad del espacio.

La ornamentación era de alta importancia en la edificación. Los edificios como teatros y estadios eran requeridos en forma según  sus funciones: el público observando el escenario, los aspectos acústicos y las longitudes de los espacios debían tener una longitud concreta. Estos edificios carecían de alzado y se defendían por su organización, medidas en planta y por la organización de los espacios interiores.

La siguiente civilización corresponde a Roma, que recogió el estilo y modernismo de Grecia y lo hacen suyo, tomas sus formas y los elementos y los combinan para crear nuevas tendencias constructivas. Un ejemplo claro es la fusión que se dio entre los pilares con los arcos, comienza con motivos formales y con esto de abre un catálogo de múltiples posibilidades.

La ingeniería desarrollada en Roma conforma una amplia gama de formas constructivas muy diversas. Las formas adoptadas corresponden a una función específica o a los conocimientos físicos: acueductos, murallas defensivas, circos, teatros (que se diferencian de los griegos por ligeros cambios en el escenario), etc. Los romanos desafiaron las posibilidades constructivas de la época desarrollando una arquitectura ligada a una ingeniaría de alta resistencia y diseñando métodos que a través de la historia se irían sacando a luz.

Los romanos no construían con una idea urbana o de relación entre las construcciones, por este motivo cada edificio cumplía con su función de manera autónoma a los demás. Esto también alcanzo a las villas del imperio, que no conformaban una idea de conjunto sino, más bien de individualidad.

Respecto a la tridimensionalidad de la arquitectura hay dos propósitos constructivos: el desafío del recubrimiento de grandes espacios y el alzamiento de enormes torre, desde cabañas hasta estadios o catedrales a silos, incluso de faros a minaretes.

Los ingenieros y arquitectos románticos construyeron el referente más emblemático de la cúpula sobre el espacio circulas en el monumental Panteón de Roma, este es un claro ejemplo de que la técnica constructiva está al servicio de la idea de forma buscada.

En ocasiones la forma es la que sigue al proceso estructural: bóvedas, cúpulas, arcos, cubiertas, etc. Y las combinaciones de estas constituían los elementos del edificio y por lo tanto su forma.

Entre los muchos logros de la arquitectura romana se suma el del levantamiento de torres de vigía y los campanarios, además de resolver los sustentos para las cúpulas, estos encontraron la solución de diversas maneras.

...