La investigación Histórica: Teoría y Método
Enviado por ValeSLB • 2 de Mayo de 2014 • Tesis • 1.624 Palabras (7 Páginas) • 512 Visitas
ANÁLISIS DE LECTURA I
Arostegui, julio. El objeto teórico de la historiografía, en: Arostegui,
Julio. La investigación Histórica: Teoría y Método. Barcelona, ed. Crítica, 2001, pp. 234-274 (455 p)
El siguiente análisis trata de explicar los temas más importantes del capítulo de Arostegui, la forma en que desarrolla sus párrafos y la sutil forma en que nuestro autor nos lleva de la mano a través de su argumentación. Primeramente se lanza un recordatorio del capítulo anterior, en el que se aborda la parte fundamental de la teoría constitutiva de la historiografía: la de la naturaleza de lo histórico, ahora bien, la manera en que se desarrolla la problemática es la siguiente: se arrojan una serie de preguntas en torno a distintos temas, en seguida se hace una serie de planteamientos en los cuales nuestro autor, de forma brillante, nos guía por todo un marco histórico y documental, después nos acerca a posibles resultados –siempre con la intención especulativa y reflexiva— y al plantear diversos puntos de vista, tanto de corrientes ideológicas de diversas naturalezas, como de planteamientos intelectuales individuales, nos sugiere una posible respuesta[1], concluyendo con una crítica a los conceptos e ideas. Concluyendo, la intención de este trabajo no abundar acerca de los temas y conceptos que maneja el autor, sino la forma en que estructura su obra, la forma en que muestra los conceptos y la manera en que maneja ideas y concluye un tema para la mejor concepción de los mismos.
La lectura de Arostegui se divide en tres capítulos: “La Conformación del Objetos de la Historiografía”, “Sistema, Estado Social, Sujeto y Acontecimiento” y “El Análisis de la Temporalidad”. Cada capítulo se subdivide, a su vez, en temas y subtemas; claro está, iniciando con la premisa de una idea en la fundamentación de la disciplina (de la Historiografía) y desarrollando nuevos planteamientos y haciendo críticas a las ideas establecidas.
Desarrollando el primer capítulo de la lectura denominado “La conformación del Objeto de la Historiografía”, empieza por conceptualizar el “objeto” de la historiografía, es decir, “aquello que el historiador busca con su actividad”[2]; nos plantea que discutir el objeto de la historiografía no debe confundirse con una especulación filosóficas, sino que, este debe ser resultado de una adecuada construcción de una historia, “…sólo puede basarse en la experiencia investigadora y en la investigación crítica sobre ella.”[3]. Ademas siguiere que el objeto de la historiografía no es más que uno, “pero tiene diversas caras”. Ya que la historiografía se puede definir como el “Estudio bibliográfico y crítico de los escritos sobre historia y sus fuentes, y de los autores que han tratado de estas materias”[4], nuestro autor empieza por explicar como se debería explicar y definir, haciendo una serie de planteamientos y conceptualizaciónes que nos ayudarán a comprender y construir una mejor definición de “objeto” de la historiografía. Primeramente ¿Cuál es el campo de la historiografía? Arostegui nos dice: “…un campo puede definirse como el conjunto finito de hechos que constituyen la base empírica de un conocimiento.”, además nos plantea que la historiografía es una más de las ciencias sociales, pues en conjunto las ciencias sociales, se vuelcan sobre un campo de conocimiento que abarca aquello que podemos llama r de manera metafórica “el fenómeno humano”. Sin embargo debemos de tener en cuanta que aquello que define a una disciplina esencialmente no es su campo sino su objeto, y es por ello que nuestro autor dice que aunque operen sobre un mismo campo, no todos los tipos de conocimientos pretender saber “las mismas cosas” en relación con el campo en cuestión, es decir, no persiguen el mismo objeto de conocimiento. Una vez comprendida esta parte nos plantea varias interrogantes en una serie de líneas[5] y sirve como pretexto para el desarrollo del siguiente tema, el cual nos explica como se conceptualiza lo histórico y la falacia acerca de un concepto desarrollado a partir de la idea positivista de Langlois-Seignobos, de que el historiador como cualquier otro científico debía perseguir hechos en “bruto”, que después podría y deberían ser “elaborados”. Este concepto que Arostegui llama de falso es el de hecho histórico. Al término de haber dilucidado en torno al hecho histórico, se presenta una serie de concepciones acerca del mismo en orden –creo yo— cronológico.
Líneas abajo y siguiendo la idea de hecho histórico, se nos presenta el planteamiento de cómo es que se conceptualiza lo histórico, como es que le damos el categórico de histórico; a mi comprensión, explica como y el porqué de darle más importancia a un “hecho”, puesto que estos son el resultado de la vida social y realidad todos son históricos, puesto que ya pasaron. Para esto, Arostegui distingue los estados, sujetos y cambios sociales, y para el tercer capítulo se distingue el concepto relacionado con la disciplina historiográfica. Se distingue lo que es el sistema, estado social, sujeto y acontecimiento.
Al iniciar con el análisis histórico, nuestro autor nos dice que los “sistemas”, “estado” y “sujetos sociales” son una parte
...