La muerte de León Febres Cordero

La muerte de León Febres Cordero ocurrida a mediados de diciembre del 2.009 originó dos hechos inauditos que causaron estupor a los ecuatorianos: el primero, cuando algunos de sus seguidores compara su gestión presidencial con la labor de insignes ex presidentes de la República como Vicente Rocafuerte, Eloy Alfaro e Isidro Ayora y el segundo hecho cuando el cabildo porteño presidido por uno de sus aprendices, pretende bautizar al Malecón 2000 con el nombre de León Febres.

Estas pretensiones socialcristianas, constituyen un insulto a la sensibilidad de los ecuatorianos y una ofensa a la realidad histórica de los acontecimientos que vivimos en un régimen de terror impuesto por Febres Cordero en los años 84 al 88 del siglo pasado. Los escarnios planteados por sus fanáticos inescrupulosos me obligan a escribir en forma muy sucinta la verdad de lo que ocurrió en su gestión. Muchos de nosotros quisiéramos borrar de nuestra historia todos esos años de infamia.

El Ingeniero Mecánico León Febres Cordero trabajó en varias empresas y como empleado de Luis Noboa Naranjo, explotaba a campesinos y obreros de la costa para engordar la cuenta bancaria de su jefe. Su vinculación al sector empresarial le sirvió para su elección como Diputado de la Asamblea Constituyente en 1966–1967, Senador Funcional en 1968-1970, Diputado de la Cámara Nacional de Representantes en 1980-1984.

En 1973 fue detenido por tres meses por evadir impuestos de las empresas del tío político de su esposa: Luis Noboa Naranjo.

En 1978 se compró el Partido Social Cristiano para convertirlo en una cueva de ladrones, de esta manera, el nuevo Alí Baba criollo podía ejercer su título de randa de alto vuelo.

El FNR le presentó como su candidato a la Presidencia de la República formando binomio con un renegado de la doctrina liberal de Eloy Alfaro: el Dr. Blasco Peñaherrera Padilla. Su fuerza de choque conformaban 25 hombres fuertemente armados a la que se le atribuye la muerte de 5 personas y 38 heridos de bala en las ciudades Esmeraldas, San Gabriel, Machala, Tulcán y Riobamba. Su violenta campaña electoral se caracterizaba por agredir con cadenas y objetos contundentes a muchos jóvenes en todas las provincias de la Patria, en Bolívar fueron 12 ciudadanos atacados por sus sicarios, en la ciudad de Cayambe deja 5 heridos, en Tulcán son 5 heridos con armas de fuego y en San Gabriel cae abatido el profesor Mario Manson.

Vicente Jácome estudiante de la Politécnica de Riobamba fue asesinado por los ex futbolistas Carlos Maridueña, Félix Lasso y Jorge “el pibe” Bolaños, todos ellos asalariados de Febres Cordero,

Como era de esperarse, todos estos hechos delictivos quedaron en la impunidad. El frente reconstructor cuando estuvo en el poder, cometió la osadía de enjuiciar a dirigentes populares por los incidentes perpetrados por el matonismo de su fuerza de choque en la ciudad de Riobamba.

En 1984 Febres Cordero es elegido Presidente de la República con el 51,54% de la preferencia electoral. Al comenzar su desgobierno, liberaliza los precios de artículos de primera necesidad, suben el precio de 19 productos agrícolas, amplía los plazos de 3 a 7 años para pagar la deuda sucretizada, mediante el cual, el Banco Central del Ecuador se hizo cargo de las deudas privadas de los empresarios y banqueros, (donación de Oswaldo Hurtado con dinero ajeno) bajando su interés del 21% al 16% cuando las tasas comerciales superaban el 28%. Se estima que el Estado perdió 1.488 millones de dólares, favoreciendo y enriqueciendo a los empresarios y avivatos que se endeudaron en dólares con dinero del pueblo ecuatoriano.

El mal manejo económico de su gobierno, se caracterizó por la brutal explotación a la naturaleza y a la gran masa obrera del país, bajo el slogan de Pan, Techo y Empleo. La inflación se elevó a niveles nunca antes vistos en nuestra historia, en 1.984 subió en un 30% y en agosto de 1988 en 58%, la reserva monetaria era negativa y el déficit fiscal llegaba al 10 por ciento del PIB. La devaluación anual del sucre fue de 53% en 1.986, del 51% en 1.987 y 95,30 % en 1988.

En su gestión, la gasolina subió en un 260% encareciendo el transporte popular y los productos de primera necesidad. El poder adquisitivo de la moneda y los salarios decrecieron en un 14,8% y la tasa de desempleo sube en un 28%. Como gran dilapidador, la deuda externa creció en un 40%.

En el campo político, pisoteaba la legalidad y las leyes para obtener dominio en todos los poderes del Estado: Poder Legislativo, Poder Judicial, Tribunal de stado y otras instituciones estatales estratégicas.

Ejercía un continuo boicot a las sesiones parlamentarias, transformando al recinto legislativo en un campo brutal de riñas callejeras, agrediendo de palabra y obra a muchos legisladores de la oposición por parte de sus esbirros disfrazados de diputados, entre ellos el actual alcalde de Guayaquil Ab. Jaime Nebot.

Los congresistas Luis Plaza Aray y Lenin Rosero fueron víctimas de la golpiza que les propinaron sus matones. Al diputado socialista Diego Delgado le asestaron una bestial paliza y los médicos le tuvieron que coger 98 puntos en sus heridas para que no se desangre y de esta manera salvarle la vida.

Muchas veces mandó a intimidar a los legisladores de oposición y rodeó con tanques de guerra a la Corte Suprema de Justicia para evitar que su nuevo Presidente, el Dr. Gustavo Medina se posesione de su cargo.

La agresión a los periodistas sin ningún motivo por parte de la fuerza pública cuando cumplían sus trabajo profesional, dejaba perpleja a la opinión internacional. La libertad de expresión no se libró de sus garras y se clausuran las emisoras CRE, Hunacavilca, Dinámica y Victoria de Guayaquil y Radio Democracia en Quito por transmitir declaraciones de Abdala Bucaram; la radio de la Unión Nacional de Periodistas y radio ERPE de Riobamba son intimidadas por sus esbirros. Al canal 5 de ORTEL le suspendieron su frecuencia quedando fuera del aire y en la desocupación sus trabajadores. Muchos articulistas de oposición que trabajaban para el Estado fueron despedidos, editor de la Revista Censura Pancho Jácome es torturado en una oficina contigua a la Gobernación del Guayas.

Ante el desgobierno del dictador, los obreros, campesinos y estudiantes protagonizaron muchas de huelgas, paros y heroicas jornadas de resistencia contra la tiranía impuesta por el autócrata Febres Cordero. Todos quienes protestaban contra la dictadura civil, fueron víctimas de la sangrienta represión estatal, dejando en las plazas y calles de las ciudades ecuatorianas la sangre de sus muertos y heridos.

Como una muestra del descontento popular y laboral, en 1.984 hubo 96 huelgas y 329 conflictos laborales, en 1.985, 72 huelgas y 289 conflictos laborales, estas cifras aumentan

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