La proyección internacional de las potencias hegemónicas
Enviado por Ayelén Maggi • 30 de Mayo de 2017 • Informe • 24.666 Palabras (99 Páginas) • 149 Visitas
UNIDAD NÚMERO IV: EL MUNDO BIPOLAR
CAPITULO 7: TIEMPOS GLORIOSOS
Desde 1944-1945, para los países occidentales es el momento del crecimiento económico y que descansa en los preceptos de Keynes. El capitalismo descansa en un triple contrato en la empresa, una contractualización de las relaciones sociales heredadas de los años treinta, a escala nacional, un nuevo consenso político alrededor de la sociedad de consumo de masas, entre los países occidentales la aparición de flujos orquestados por organismo creados por iniciativa de Washington.
Al mismo tiempo, en el este, tras la muerte de Stalin, Moscú decide romper con la vía totalitaria estalinista y realiza en 1956 una primera transformación total. El prestigio de la unión soviética crece. En cuanto a los asiáticos y a los africanos hasta entonces pueblos objeto de una historia se convierten en sujetos de su historia, en los años 50 muchos acceden a la independencia, y después lo hacen los africanos.
En occidente, la hora del control.
2. la proyección internacional de las potencias hegemónicas
De 1945 a 1950 los países europeos vivían la reconstrucción solo los poderes públicos pueden asumir los gastos de recuperación de la infraestructura, de las viviendas y empresas bombardeadas.
El dirigismo monetario es una condición sine qua non del funcionamiento de una economía de mercado, responde a una intervención económica a largo plazo. La extensión de las funciones del estado se inscriben en el nuevo equilibrio político nacido de la liberación: en general los partidos conservadores dejan paso a las fuerzas progresistas. La envergadura del reto, el prestigio de la URSS estalinista victoriosa junto a las democracias, la espera de los cambios sociales profundos por parte de los electores explican la izquierdización en Europa.
Los efectos demográficos de la 2GM son mayores que en la Primera. Durante la posguerra se da el baby boom (aumento de natalidad luego de la IIGM), con la vuelta al pleno empleo el final de la guerra y la voluntad de vivir en un mundo nuevo está el origen de este comportamiento.
Los Estados Unidos hará todo lo posible para ayudar a restablecer la salud económica del mundo, sin la que la estabilidad política y la paz segura son imposibles. Por esto 23 estados firman los acuerdos del GATT (acuerdo general sobre aranceles aduaneros y comercio), el objetivo es la reducción de los aranceles, la no discriminación entre productos nacionales y extranjeros, la supresión de todos los obstáculos no arancelarios heredados de los años 30. El GATT transforma principios mercantilistas en librecambistas.
En 1948 con la puesta en marcha del plan Marshall y la dolarización de Europa, se busca equilibrar la balanza de pagos y acelerar la reconstrucción y el crecimiento mediante la liberalización de los intercambios.
La integración europea ofrece a los ojos de Washington tres ventajas:
- es una barrera contra la amenaza roja,
- un espacio de prosperidad permeable a los productos norteamericanos y
- un medio para reinsertar a los antiguos vencidos en la pax americana.
En la mente de los padres de Europa el objetivo económico concreto debía desembocar en un conjunto de normas jurídicas y jurisprudencias favorables a la integración política.
Para las empresas, la integración europea acelera las reconstrucciones y operaciones de mecano, transforma los métodos de gestión y convierte la innovación en la forma moderna de competencia. Para el europeo, el mercado común hace retroceder las fronteras del consumo ofreciendo una gama de productos más extensos a precios más ventajosos. Las perspectivas económicas europeas suponen para los países miembros un saldo positivo. Es lo que hace cada vez más estados quieran integrarse en el estado comunitario. Sin embargo la unificación europea implica la redefinición de las relaciones trasatlánticas y sobre todo amenaza la primacía económica de Estados Unidos.
Controlar la proliferación nuclear
El gobierno norteamericano trata de evitar el proceso de proliferación de armas atómicas. En 1946, único poseedor de la bomba, propone la internalización de las actividades relacionadas con la explotación pacifica del átomo y la creación de instancias de control, antes de detener la producción de armamentos. La URSS, que no deseaba dejar el monopolio nuclear a Estados Unidos y que no puede tolerar un control internacional, rechaza el plan. Con el nuevo contexto nacido con la muerte de Stalin y de la definición de la coexistencia pacífica, la negociación se reanuda entre los dos principales socios adversarios. No obstante con los progresos de la era espacial y las posibilidades de detección de las instalaciones enemigas, legislan sobre el átomo en tres direcciones diferentes: desnuclearizar algunas partes del globo, la antartida primero, América latina, el fondo de los océanos y de los mares, y el pacifico. Para reforzar la seguridad nuclear Moscú y Washington instala un teléfono rojo.
Posterior a esto se avanza en el tratado de no proliferación, para verificar que los estados nucleares se comprometan a no transferir armas atómicas a los estados no nucleares.
La hegemonía norteamericana es objeto de un triple cuestionamiento que emana del este, del sur, y del oeste. El primero permite a Washington afirmar su predominio en el campo occidental. El segundo con la apertura del canal de panamá queda manifiesta la intención de Estados Unidos de eliminar la actividad comunista de América. Cualquier medida que cuestión sus intereses lleva al gobierno a fomentar golpes de estado o a apoyar oligarquías terratenientes tradicionales. La doctrina del buen vecino desaparece para dar paso a una política imperialista. Con la idea de casto de convertir a cuba en la avanzadilla del socialismo, origina la una crisis internacional la de los misiles de 1962. Esta crisis revela la debilidad de las URSS sobre intervenir en las periferias, pero a causa de esto un año más tarde se lanzan a la construcción de naves de superficie y de submarinos nucleares capaces de patrullar todos los mares.
La pax americana cuestionada en el limes.
La Segunda Guerra Indochina que enfrenta a Vietnam del norte con el sur y Estados Unidos es uno de los primeros conflictos poscoloniales. Se inscribe dentro de la estrategia dominó, la perdida de Vietnam del sur supondría un proceso de desintegración que podría, al desarrollarse, tener graves consecuencias para Estados Unidos. El país interviene para mantener la defensa del mundo libre. La ayuda de china facilita la victoria de Vietnam del norte. Y queda de manifiesto que el riesgo al ataque atómico no frena a los países que no la poseen.
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