La revolución económica y cultural del renacimiento

Índice

El renacimiento italiano        

Política del Renacimiento        

Extracción de la religión de la política        

Conclusión        

El renacimiento italiano

Las ciudades crecieron y prosperaron durante el Renacimiento y los gobernantes aprendieron a gravar las personas. El comercio creció entre las ciudades, estados y otros países. A medida que aumentaba el comercio de mercancías, el comercio de las ideas también creció. El contacto entre culturas fue posible en una parte gracias a las cruzadas del siglo 11. El comercio y local se trasladaron hacia el interior a lo largo de las principales rutas de comercio.

El Renacimiento es considerado originario de Italia. Muchos creen que esto se debe a su ubicación casi perfecta entre Europa occidental y la costa oriental del Mediterráneo. Ciudades italianas se convirtieron en importantes centros comerciales y centros comerciales. Esta riqueza ayudó a sostener los cambios políticos y sociales que estaban ocurriendo en el momento.

Ríos fueron la forma más fácil de mover mercancías de manera pueblos a lo largo de los ríos crecieron centros comerciales como importantes también. El Danubio, Ródano y Rin (ríos) se convirtieron en importantes rutas comerciales, y las ciudades a lo largo de sus bancos crecieron. La importancia de la relación económica y política entre los terratenientes y sus arrendatarios se ve disminuida como el comercio en otras áreas creció.

Florencia se convirtió en una ciudad rica a pesar de su ubicación en el interior lejos de las principales rutas comerciales; las fortunas familiares se hicieron en Florencia en la banca y la industria. Así, Florencia se convirtió en el centro bancario de Italia durante el siglo 14. Durante el siglo 15, el banco Medici empezó a abrir sucursales en las principales ciudades de Europa. Además de prestar dinero operaban minas, molinos y otras actividades comerciales. El banco Medici, propiedad de Cosimo de Medici (también conocido como Cosimo el Viejo) acumuló enormes ganancias y utilizó esos beneficios para financiar actividades culturales, así como las actividades políticas.

El poder económico de Italia fue desafiado a finales del siglo 14 cuando otros gobernantes de los países comenzaron consolidar su poder. Los gobernantes de Inglaterra, Francia y España pusieron políticas que eran favorables a su propio comerciante de clase media y debilitaron la influencia de los intermediarios italianos en el comercio.

La influencia de Italia se redujo aún más por el desarrollo de Portugal de una ruta marítima directa a Asia a fines del siglo 15. Hasta ese momento Italia era la ruta principal entre el Lejano Oriente y Europa Occidental.

Viajes como el del italiano-español Cristóbal Colón al Mar Caribe, y el viaje de Vasco de Gama a la India, intensificaron las rivalidades nacionales.

Como las potencias atlánticas de Portugal, España y Francia aumentaron su territorio colonial, su riqueza aumentó también. La importancia de Italia continuó disminuyendo ante el hecho de que las rutas comerciales del mundo cambiaran desde el Mediterráneo hasta el Atlántico. Como la riqueza de otros países creció, les dio los recursos necesarios para continuar con su desarrollo cultural.

Política del Renacimiento

Después de la caída del Imperio Romano alrededor de 500 AD, la única fuerza unificadora restante fue la Iglesia Católica Romana. Las invasiones al extranjero disminuyeron y los gobernantes comenzaron a consolidar su poder, y a concentrarse en la auto-preservación; era más fácil acumular riqueza y continuar alimentando la industria. Las ciudades crecieron rápidamente y la población se desplazó de la vida agrícola a la vida de la ciudad, donde los empleos son más abundantes. Esto aumentó el número de personas que están siendo gravados y significó más riqueza para financiar la expansión en el extranjero.

El desarrollo varió dependiendo de la región. En Italia, como las ciudades crecieron los italianos exigieron autogobierno, y muchas veces las ciudades crecieron hasta convertirse en fuertes ciudades-estado. Al norte de los Alpes, los monarcas nacionales establecieron su poder sobre la nobleza. Ambas tendencias tenían sus raíces en la época medieval, pero ninguna llegó a dominar.

Las dos cosas que eran más importantes durante la época medieval fueron el Imperio Romano y la Iglesia Católica Romana. El Imperio Romano terminó alrededor de 500AD y el poder de la Iglesia Católica comenzó a disminuir también. Durante la época medieval, el emperador romano era el jefe político y el Papa de la Iglesia Católica fue la cabeza espiritual. La sociedad cristiana tuvo dos aspectos, la iglesia y el estado.

Incluso con los fuertes lazos entre los papas y los gobernantes seculares, también hubo conflictos. La iglesia se delegó la responsabilidad de las almas de las personas (incluyendo al emperador) de manera que al final la iglesia afirmó supremacía sobre el estado, así como la administración de la Iglesia Católica. Esto estaba en conflicto con los gobernantes seculares que buscaban proteger e incluso expandir su poder dentro de su país o territorio.

El conflicto entre el emperador y el papa llegó casi a la desaparición de ambos. En 1197, el Papa Inocencio III afirmó que el Papa tenía el derecho de jugar un rol en la selección del nuevo emperador romano después de la muerte de Enrique VI. El hijo de Henry prometió muchas concesiones al Papa a cambio del apoyo del Papa de su derecho al trono; pero estas concesiones disminuyeron enormemente el poder del emperador. Cuando el hijo de Henry fue nombrado Federico II, rey de Alemania y emperador del Sacro Imperio, no cumplió en realidad todas las concesiones prometidas. Después de su muerte en 1250, el trono estuvo vacante por más de veinte años.

Las concesiones prometidas debilitaron el poder del emperador, pero el papado también se debilitó y fue desacreditado por sus intentos de adquirir poder político en lugar de concentrarse en los asuntos espirituales. Entre 1309 y 1377m los papas se vieron obligados a vivir en Aviñón, al sur de Francia, bajo el dominio de varios monarcas franceses. A esto se le refiere a veces como la ‘cautividad de Babilonia’ o el ‘exilio papal’, y dio la apariencia de que el papa era simplemente un peón del emperador.

...