La revolución rusa. Surgimiento de la oposicion

La revolución rusa

Antecedentes

Aunque Rusia tenía recursos naturales inagotables, las condiciones de vida eran muy malas. El campesinado constituía el 90% de la población y la mayoría era analfabeta. Luego, en 1861, estos campesinos se convirtieron en siervos, por lo que carecían en derechos. La burguesía era casi inexistente y la clase media era poco numerosa, y sumado a esto, Rusia había comenzado su revolución industrial bastante tarde, recién en 1890, por lo que todos los capitales eran extranjeros y se concentraban solamente en Moscú y San Petersburgo. Hacia 1900, el Imperio ruso era el único estado plenamente autocrático de Europa, por lo que carecían completamente de derechos.

Surgimiento de la oposicion

A mediados del siglo XIX, empezaron a surgir movimientos que se oponían al zarismo en la clase obrera, teniendo una gran influencia  el  marxismo. En 1898 se formó el primer partido político revolucionario ruso: el Partido Socialdemócrata ruso, que era perseguido por la policía zarista. Lenin sostenía que este partido dirigiría a la clase obrera contra el zarismo, pero que debía de contar con pocos miembros debido a la persecución zarista. Luego, entre 1901 y 1902,  se formó un partido similar con tendencias marxistas, el Partido Socialista Revolucionario, que estaba más vinculado con los campesinos, proponiendo la socialización de las tierras de la nobleza. Los partidos  burgueses fueron creados después de los obreros, entre 1905 y 1910, que tenían como objetivo abolir la autocracia y establecer una monarquía constitucional con un parlamento, pero no tenían tanta convocatoria.

Primeras Medidas

Entre 1904 y 1910, Rusia estaba en guerra con Japón por el dominio de Manchuria, una región en China. Los rusos comenzaron a sufrir varias derrotas seguidas y era tomado como una humillación por la población, que se enfureció aún más. En 1905, se realizó una huelga pacífica en la que reclamaban mejores condiciones laborales y ampliar los derechos civiles. El zar Nicolás II abrió fuego contra ellos y esto hizo que el pueblo perdiera la confianza en el régimen. Ante esta situación los trabajadores de San Petersburgo crearon los soviets, que eran asambleas de representantes que los obreros elegían democráticamente en las fábricas. Estos, nacieron con el propósito de organizar las huelgas. Luego se crearon los soviets en las ciudades, que se encargaban de repartir los alimentos y de establecer una policía, generando un gobierno paralelo al de Nicolás II. El zar atrajo a los burgueses, concediendo algunas libertades civiles, creo  la  duma (parlamento) y otorgó el derecho al voto. Gracias a esto, la burguesía se alejó de los reclamos y del movimiento revolucionario, siendo este muy reprimido. Aun así, el parlamento tenía pocas facultades; solo intervenía en la autorización de impuestos y el zar podía disolverlo cuando quisiese. Esta decisión de los burgueses, convenció a Lenin de que no podía haber colaboración entre proletarios y burgueses, por lo que se debería hacer una alianza entre obreros y campesinos. Más tarde, en 1914, Rusia le declaró la guerra a Alemania y no hizo más que empeorar las cosas ya que seguía afectando a la precaria economía del Imperio. Para esta guerra se realizó un reclutamiento incesante, por lo que las mujeres se tuvieron que ocupar de remplazar a los hombres en las fábricas y en los sectores rurales, pero aun así la producción cayó y se generó un gran desabastecimiento en las ciudades.

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