Las Primeras Regiones Industriales

2.-.LAS PRIMERAS REGIONES INDUSTRIALES:

2.1-.LAS REGIONES PIONERAS:

La región que aceptó en primer lugar y con la mayor facilidad el modelo de industrialización que venía de Gran Bretaña, fue la región del Sambre-Mosa, junto con el vale del Scheldt, en Bélgica, y el norte de Francia.

El cinturón industrial belga acogió ejemplos tempranos y con éxito de todas las industrias clave del periodo de la Revolución Industrial: carbón, hierro, industrias mecánicas, algodón y lana, junto con algunas otras industrias basadas en el carbón y en una tecnología avanzada, tales como el vidrio y las industrias químicas.

La base, fue el carbón. El yacimiento es largo y estrecho, extendiéndose aproximadamente en una dirección este-oeste, e internándose hacia el oeste. El carbón fue explotado primero a partir de las vetas poco profundas del este, fue la sección occidental, el Borinage, que obligó con sus minas más profundas a tomar la iniciativa en la tecnología. Empezaron a emplearse bombas de Newcomen y máquinas de Boulton y Watt. El carbón se destinaba tanto a la región belga como a Francia.

También había una vieja tradición de obtención de hierro, por el método de forja, utilizando madera local y energía hidráulica. Lieja era un importante centro europeo de producción de armamento y en las cercanas Ardenas y en Charleroi se hacían clavos. Estimulados por el gran mercado francés al que pertenecía el área como parte integrante, varios empresarios importantes se pasaron a los métodos modernos.

En el área de Lieja se instalaron 25 trenes de laminación, la mayoría de ellos movidos por energía hidráulica. En Charleroi, Paul Huart-Chapel inventó un horno de reverbero para la fundición de chatarra, se construyó un tren de laminación moderno cerca de Acoz. El primer horno de pudelar se levantó en 1821, y el primer alto horno con coque en 1827. Los trenes de laminación y las máquinas de vapor mostraban el activo avance de aquellos años, al que contribuyeron varios técnicos británicos. Instalaciones como Hannoret-Gendarme y Marcinelle se convirtieron en empresas integradas y en 1841 se afirmaba que las fabricas unidas Marcinelle y Couillet se habían convertido en las mayores fundiciones.

Este notable avance de la fabricación de hierro en Bélgica estuvo relacionado con la construcción de ferrocarriles desde 1834 en adelante. El Gobierno impulsó la creación de una completa red ferroviaria para facilitar la integración del mercado interior y mejorar el acceso a los mercados exteriores. Las fábricas de Cockerill, estimuladas por el mercado ferroviario interior, durante un tiempo se convirtieron en los primeros proveedores continentales de locomotoras para clientes en muchas partes de Europa y en los transmisores directos de la última tecnología británica en este campo. Cockerill ejemplificó el papel pionero de la región de Europa. William Cockerill había llegado a Belgica para construir maquinaria textil de diseño británico para la industria lanera de Verviers. Simonis, permitió que su yerno, James Hodson, fundase otros talleres para equipar a otras fábricas de lana. En 1807 los talleres Cockerill se trasladaron a Lieja, donde, el fundador creó una planta para la fabricación de maquinaria textil para toda Francia y áreas más alejadas. Jolm, uno de los hijos, trasladó los talleres a Serain donde se centraron en la fabricación de hierro y la industria pesada. La sociedad construyó su primera máquina de vapor en 1818.

Houget y Teston suministraron maquinaria para la industria de la lana a gran parte de Europa, y las fabricas Phoenix de Gante estaban entre los pioneros de la maquinaria para el algodón. Esta industriase vio favorecida en gran medida por la prohibición británica, todavía vigente, de exportar maquinaria.

La industria lanera tradicional de Verviers empezó a mecanizarse hacia 1801 cuando se instaló la primera máquina de hilar y a lo largo de la primera década se instalaron más de un centenar. La lanzadera volante aumentó la velocidad del trabajo de los tejedores. Gracias a estos cambios pudo seguir siendo una industria exportadora y pudo competir con Gran Bretaña gracias a unos salarios más bajos.

La industria del algodón se asentó en Gante y creció de forma vertiginosa gracias a la mecanización. También la industria del lino experimentó un proceso de mecanización, pero parte del mercado francés ante la competencia británica.

La superioridad belga, basada en el carbón y la máquina, se demostró en otras varias industrias. El blanqueo químico condujo al desarrollo de una industria química y la innovación del proceso Solvay, más tarde. También hubo fábricas de papel, refinerías de azúcar, curtidurías e industria del vidrio, que se beneficiaron de un combustible y de un trabajo baratos, expulsando al vidrio británico no sólo de la mayoría de países del Continente, sino incluso invadiendo el propio mercado británico.

Entre los factores que propiciaron el temprano avance belga volvemos a encontrar: la tradición industrial y comercial, ricos recursos naturales, esplendida localización, papel favorable del Gobierno, desarrollo empresarial, atracción de capitales de Francia y Gran Bretaña, y salarios bajos.

La región industrial belga continuaba en el Norte de Francia. Hubo un desarrollo de la minería

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